“No existe democracia en nuestra Nación o sólo existe para dispensar y legalizar los pactos de unas pocas cúpulas y élites ambiciosas y soberbias…Un régimen político no es sólo el que regula los procesos electorales, vemos el régimen político como la organización de la convivencia general, donde se mueven los poderes de una Nación, donde funciona el Estado, se organiza la economía, se regula el trabajo y las relaciones internacionales. El régimen político es el gobierno global de una Nación, y por tanto, es el responsable de dar forma y perspectiva a los grandes propósitos nacionales” (Consejo del Pueblo Maya, “Proyecto Político”. Un nuevo estado para Guatemala. Democracia Plurinacional y Gobiernos Autónomos de los Pueblos Indígenas. Guatemala, Diciembre de 2014).
Lisístrata (en griego Λυσιστράτη “la que disuelve el ejército”) es una obra de teatro del dramaturgo Aristófanes. En clave de comedia, el escritor de la antigua Grecia, describe la primera huelga sexual de la historia llevada a cabo por mujeres y que fue representada por primera vez en el año 411 a.C. La misma surge para criticar las malas artes o la mala conducción política, realizada por hombres, constituyéndose además en un método de protesta o de presión que continuó a lo largo del tiempo y que resultó muy efectivo para destrabar conflictos de proporciones a lo largo y ancho del mundo. La presente propuesta es que los hombres, sean quiénes por primera vez inicien la huelga, preservando sus cuerpos para evitar el contacto físico con fines sexuales o amatorios, hasta tanto y en cuanto la política demuestre su rostro humano y mes a mes, demuestre en cada una de las aldeas en donde impera que ha reducido sus índices de pobreza y marginalidad.
Así como no elegimos ni el cuerpo, ni el lugar, ni el tiempo en el que somos arrojados a la existencia, o nacemos, tampoco elegimos, cuando creemos hacerlo o cuando nos dicen que lo hacemos. La cuestión con la elección, como si fuese un tema sencillo en sí mismo, no es tanto eso mismo que creemos elegir, o que nos dicen que elegimos, sino todo lo otro que dejamos de hacer o que no hicimos al estar dedicando tiempo y esfuerzo a la supuesta elección. El ejemplo es contundente. En vez de estar leyendo estas líneas, usted podría estar haciendo una inimaginable lista de cosas que deja de hacer al creer que toma una decisión determinada en un momento dado.
No deberíamos sorprendernos tanto, dado que en la historia moderna (puede que en la historia en general) no existen demasiados antecedentes acerca de habernos propuestos como sociedad, qué clase, tipo, forma de gobierno adoptar, mediante elecciones. Es decir la cultura de la convocatoria a elegir, se produce desde el advenimiento de lo democrático, que llegó mediante el acabose de lo totalitario, de la reducción a cenizas de un sistema híper-verticalista que colapsó, en gran parte, mediante el ataque, también por medios violentos, de grupos que se definían o que proponían lo democrático, que finalmente nos continúa amparando como eje rector de nuestras vidas públicas.
El Senador de la Nación y candidato a Gobernador "Camau" Espínola, fue el primero en responder el formulario que desde el medio considerados una conducta imprescindible que se condice con el derecho humano de acceso a la información y que habla de la calidad democrática de los aspirantes al poder. Felicitamos al candidato que nos proporcionó las siguientes respuestas (las que dejamos a consideración del lector, sin que intervengamos) y esperamos las mismas de los otros competidores al Sillón de Ferré; Brisco y Valdés.
Los príncipes se ponen de acuerdo para no ser arrastrados en la corriente de renovación. Confucio con dos ministros y medio y Ricardo con dos ministros y medio. El del medio solo vota al filo de los acontecimientos políticos que beneficien a la dupla. Después esta el resto, que se reacomoda al son principal. Por Mamanga.
Tal como lo planteara el Centro de Estudios Políticos y Sociales “Desiderio Sosa” con la ya famosa propuesta de la “Cámara de los Dipunadores” en oportunidad del “Foro democrático de Atenas” con el título “Por la nueva Democracia” organizado entre otros por prestigioso New York Times, así se expresó el ex titular de la ONU con respecto a la idea de que la representatividad política sea definida por sorteo a la vieja usanza griega. “Una interesante idea sería volver a introducir la antigua práctica griega de seleccionar a los parlamentos por sorteo en lugar de elecciones…En otras palabras, los parlamentarios ya no serían nominados por partidos políticos, sino elegidos al azar por un período limitado, en la forma en que funcionan muchos sistemas de jurados”. Las ideas de lo que pasa a ser “La escuela correntina de pensamiento político” llega extramuros a la cúspide del poder internacional, en donde se analiza, se piensa y se actúa sobre las democracias occidentales.
La investigación cuenta con múltiples herramientas para medir el humor social. A veces, algunas pueden arrojar un resultado inexacto, no por una falla del instrumento de medición sino porque quién la usó no ponderó adecuadamente alguna variable. Por el Licenciado José Castelo.
De acuerdo a la mitología Griega; El Jardín de las Hespérides es el huerto de Hera en el oeste, donde un único árbol o bien toda una arboleda daban manzanas doradas que proporcionaban la inmortalidad. Los manzanos fueron plantados de las ramas con fruta que Gea había dado a Hera como regalo de su boda con Zeus. A las Hespérides se les encomendó la tarea de cuidar de la arboleda, pero ocasionalmente recolectaban la fruta para sí mismas. Hércules tuvo como undécima tarea el robar manzanas de tal jardín. Llamativamente, la manzana se transforma luego, en término y figura, en símbolo bíblico para determinar el deseo del humano de salirse de la égida de dios, del deseo del todo, que como sabemos, acabó en la expulsión del paraíso por parte de nuestros antecesores; Adán y Eva. Bajo esta metáfora disciplinante podemos decir que se estableció, a rajatabla, el circuito de mando y obediencia, la verticalidad, la imposición de lo que luego llamarían la lógica del amo y del esclavo. Así como los campos correntinos, plagados de agro tóxicos que en tren de garantizar una mayor productividad (ganancia travestida en acumulación) producen el envenenamiento de los de afuera (no por casualidad, niños y pobres, como en Santa Lucía y en Mburucuyá) la política, cuida celosa, mediante sus comisarios que nadie desee lo que no les corresponde. Los poderosos le exigen, en tren de esa acumulación, de esa desconfianza, de ese temor, al tipo que subyuga, que condiciona, que somete, no sólo el voto, sino todo lo que pueda brindarle antes, su tiempo, su rostro, su cuerpo, para embanderarlo, sus piernas para hacerlo caminar, su perfil de red social para enmarcar que votará por el mandante.
Sí la única lógica que funge para la actividad humana, es la de la acumulación, imposible será que podamos entendernos en perspectivas otras que no sean las que determinan que yo tengo que estar completamente de acuerdo con un frente político, un partido, un candidato. No existe hiato posible, para que se filtre la duda, la cuestión, la pregunta. Hesitar es traicionar, vacilar es la jactancia de los loquitos que de la política actual no quieren entender. Yo, como sujeto político (en la semántica puede variar las nociones de habitantes y ciudadanos que bien funcionan en la academia) como sujeto económico, como sujeto social, como sujeto a secas, sólo soy un número. El que figura en mi documento, el que me toca en la lista de espera del local, comercio, negocio o consultorio. El de la obra social, el del teléfono, el de mi tarjeta de crédito, el del la fecha del cobro. Somos lo que no existe, es decir un número, que tal como el filósofo expresara nunca encontró un señor dos caminando. El dos, el número, es la abstracción, el invento, el relato, del ser humano que en su pedantería, que en su temor por no reconocerse limitado, representa todo lo deseable, todo lo imaginario que el sujeto nunca terminará de alcanzar en la vida. De esta manera trágica, caemos, por la dictadura del número, por el régimen de acumulación, bajo la vigilancia estricta del comisariado político, que en nombre de la democracia, nos reduce a un número, nos cosifica en grado sumo, exponencial, votamos la boleta de un partido, votamos un número, que sumados a otros números, por esa lógica de acumulación, investirá a un gobernador que será el dueño de todos los números, es decir de todas las acumulaciones.
“El jefe es aquel que debe hablar. Un jefe ejerce su autoridad con la palabra como el elemento más opuesto a la violencia” (Clastres, P. Chronique des Indiens Guayaki. París. Plon. Coll, p 161). En Francia, Clastres, admirador del Alemán Heidegger y su definición “El lenguaje es la casa del ser, a su abrigo habita el hombre” y otros tanto mediante, han estudiado ciertas comunidades Guaraníes, llevando a estos tener un prestigio inversamente proporcional al destrato que reciben por parte de quienes habitamos próximos a ellos. En su trabajo de campo, vivió con la rama mencionada de la etnia Guaraní, otorgándoles el don, Heideggeriano, de poetas, por el cuidado y la constitución de la sociedad misma, en su substancia como en su autoridad, separadas, mediante lo que luego los occidentales llamaríamos logos, palabra y el entrecruzamiento de los mismos, que es ni más ni menos que el diálogo. Los que habitaron nuestras tierras, en forma primigenia y que son estudiados por la elite intelectual europea, daban valor a la política, desde su acuerdo con la palabra, siglos después, devenimos, desbarrancamos en la noción de que la política es el amontonamiento de sellos, de envases (leáse partidos) que cosifican a los hombres y hacen uso de sus necesidades más urgentes, para hacer demostraciones de fuerza, que son replicadas en serie en donde se privilegia, se promociona el absolutismo de la posición única, el totalitarismo del vínculo mando y obediencia, el verticalismo de la lógica del amo y del esclavo que recluye, que ocluye, que obstaculiza e impide la palabra y por ende la posibilidad de diálogo, como de política.
En la mañana del sábado 9, se presento oficialmente ante la prensa local y provincial el Frente Cambiemos por Esquina, con la fórmula encabezada por Juan Martín Bechini (Intendente) José Antonio Moreyra (Viceintendente)
A los efectos del diálogo entre candidatos, frustrado, que más que preguntas ofrecía la exposición de motivos de los pretendientes al sillón de Ferré en ciertos temas generalísimos, le haremos llegar a los tres candidatos, públicamente como lo estamos haciendo y por intermedio de sus correos electrónicos, redes sociales y mensajería instantánea, estas cinco preguntas (que fueron aportadas, consensuadas por los lectores del presente medio) las que al ser respondidas (en caso de que no respondan, publicaremos las preguntas y en el ítem respuestas; no respondió) serán publicadas, con foto del respectivo candidato, para generar una herramienta más en pos de una sociedad democrática, que apuesta por los proyectos, las ideas, las propuestas, que al ser entrecruzadas se validen en un lógico, racional y legítimo, proceso de síntesis que saque lo mejor de cada candidato para que los ciudadanos elijan con mayor libertad, que es en definitiva la traducibilidad del poder de la información, a su próximo gobernador.
La provincia culturalmente mas antigua de la República, es escenario de un enfrentamiento entre una visión del poder desde el orden vs el intento de ganar el gobierno desde el caos. Y todos sabemos que los pueblos que han vivido la desesperación del caos, se mantendrán en el orden por mas que tengan que pagar altos costos.
“El coraje de Francisco Tomás González Cabañas, autor del ensayo “El acabose democrático”. ¿En qué reside? Se trata de un cuestionamiento de la democracia vigente y quizá de la democracia como tal (por momentos) aunque en definitiva pareciera inclinarse por una democracia redefinida.
Hera venerada, la de los grandes ojos, obligo al Sol infatigable a hundirse, con desagrado, en la corriente del Océano. Y una vez culto, los divinos aqueos suspendieron la enconada pelea y el general combate. La Ilíada, Homero.
En la vieja controversia, de cenáculos elitistas, aún se discute quién es considerado el fundador de lo que conocemos como metafísica occidental, y en la tabla de posiciones el “Poeta” de Elea, mediante lo que se recuperó de “las vías de la verdad” ocupa un sitial primordial. Claro que poco después, se le asignará y mediante Platón, una intertextualidad, en la que el diálogo con el nombre del poeta y posible fundador de la ontología, del maestro de Aristóteles, se instituye como el más decisivo o el más concerniente a la cuestión metafísica. No vamos a seguir “liándola parda”, solamente diremos que Parménides, o mejor dicho el diálogo platónico, en honor o referencia a su nombre, como si precisara de algo más, era frecuentemente utilizado por Lacan en seminarios para hablar de amor. El problema de “lo uno y lo múltiple” para comprender la decisión catalana en clave Parmenidia esbozada por el propio Rajoy con el “Vaso es un vaso y un plato un plato”.
El haber reducido lo democrático al acto mero, huero y simbólico de lo electoral, genera consecuencias que se agravan al siquiera plantearnos la cuestión como problema. Verbalizarlo, socializarlo, reconocerlo, para cambiarlo, sería el primer paso, sin embargo, avanzamos a zonas oscuras en donde ya dejamos de reconocer los resultados de la elección a la que obligamos a participar a la ciudadanía con las reglas del poder. La suspensión del debate político para las elecciones provinciales del próximo 8 es una nueva muestra, de que no se trata de un síntoma aislado, de un desborde de un conjunto de furiosos y furibundos fanáticos e inadaptados de un sector que responden a las provocaciones y escarnios del otro, sino un hecho más de los tantos que se vienen sucediendo en una suerte de temeroso avance hacia un “acabose democrático” del cual sólo podría sacarnos la iluminada decisión de quiénes atemperen los ánimos mediante la prudencia, la templanza y por sobre todo el pensamiento y la razón.
En el jolgorio, cuasi oligofrénico de sacarse fotos por cuanto paraje arrojado a la buena de dios, la naturaleza exhiba, habitado no casualmente por necesitados de todo aquello que quizá no precisen (bienes materiales o confort de ciudad), ninguno de los que pretende el sillón de mando, probó con sacarse una foto (tal vez aún no les fue sugerido por sus respectivos gurués) en una librería, leyendo al menos un diario o en sus oficinas, pensando los desafíos que la provincia tiene por delante. Precisamente al adentrarnos en esta gran aporía, es donde percibimos que no casualmente, todos los candidatos de un tiempo a esta parte, incluso así sean a concejal por un pueblo escasamente poblado, se presentan con el relato memorizado de los “equipos técnicos” eufemismo para dar a entender que se preparon para el cargo y subterfugio para darle trabajo a amigos, familiares y entenados. Cómo sí los distintas capas del estado, ese que piensan administrar no tuviera en su planta permanente, cantidades industriales de profesionales de toda rama, color, como oficiosos, maestranzas, advenedizos que pueden ser capacitados (en esa lógica de la continuidad jurídica del estado) para cumplir esa sacrosanta tarea, que es ni más ni menos que la aplicación de la razón instrumental, es decir nada tan complicado como podría ser repartir preservativos u organizar un operativo integral en un barrio con toda la botonera del estado. Señores candidatos bórrense, tal verso de los equipos técnicos y rodéense de personas con ganas, sobre todo de pensar, que por allí pasara el desafío de estos nuevos tiempos, a los que el otro gran verso de la industrialización también dejo sepultado.
“La vergüenza está en el origen de la moral social y la especie del objeto a que marca su tiempo, es la mirada del otro. La vergüenza es un sentimiento propio de quien lo experimente. Nunca es ajena. La vergüenza suele estar atravesada por una feroz autocrítica, pero que no reenviaría al sujeto al campo de la ley simbólica, sino al campo de la inhibición” (Vergüenza y Cinismo, Lamorgia, O.) Este sentimiento personal con respecto a un estado de cosas de lo público, habla muy bien de los deseos y de la realidad imaginaria que uno puede tener con respecto a esos otros políticos. Es decir, de allí la definición psicoanalítica, sí se siente vergüenza es porque algo, que nos atraviesa, que nos trasvasa, que nos conmueve, hasta que nos enamora o encanta, no está funcionando tal como lo queríamos, lo pretendíamos lo imaginábamos o lo soñábamos. La vergüenza ante una política desvergonzada, habla bien de los que tenemos los mejores deseos para con ella, para que a través de la misma (la política) se resuelvan los dilemas sociales y menos personas, o ninguna en verdad, quede excluida de poner a consideración sus ausencias como sujeto de derecho y obligaciones.