El misterio del cuarto amarillo.

La ola amarilla, tituló el “influencer” más destacado de la política correntina para justificar un año de tapas y notas que le valieron un par de senadurías, tras el estrepitoso, como obvio y esperable fracaso electoral que sentencia a casi medio siglo de postraciones al peronismo para acceder al poder.

Al parecer y en todo una significación en sí misma, esto no fue la cuestión importante para que algunos que fueron en el tren fantasma electoral, reaccionaran ante la contundencia de que el cuarto amarillo sea tal como lo fue, inamovible e inobjetable.  Lo trascendental al parecer fue, una pelea por la última banca, entre peronistas (al parecer el general tenía razón cuando decía que peronistas eran todos) más cerca de Ricardo o más cerca de Cristina. Por un puñado de votos, la representante de la cámpora quedo afuera en corrientes (sólo en este distrito esta agrupación tuvo, como se acostumbra, una tardía influencia en la conformación de las listas, en el resto del peronismo orgánico la cámpora es piantavotos como D´elia) e ingreso el otrora Kirchnerista (al punto de ser director de Vialidad Nacional) Aníbal Godoy.

Esos votitos le valieron al Borgiano Doctor, las más furibundas críticas, tal como lo dijimos que se pudieron haber evitado sí es que se pensaba antes, sí es que se escuchaba o sí es que realmente se tenían aspiraciones serias de acceder al poder.

Ocurre que hacer política no es alquilarle el galpón de papa, al organismo que dirige mi mujer, para después de unos meses, criticar por twitter el ingreso por la ventana o por influencia de  un juez. Actuar de esta manera es como mínimo infantil a decir del gobernador electo “Chanchos predicando higiene”.

Tal como la twittera de la política parroquial, quién ante la designación, meses atrás de un familiar directo a la misma justicia, que ahora critica, afirmaba que hubo de ingresar por capacidad o idoneidad. Nadie que tenga un familiar en la justicia, puede afirmar semejante barbaridad, ocurre que nos cuesta ir a las fuentes y darnos cuenta de que Montesquieu con la división de poderes, estaba pensando en voz alta, casi sin convicción y con certeza; sin argumentos. Pero claro, en las facultades, sobre todo de derecho (la facción profesional que reina en uno de los poderes del estado, pulverizando el principio de igualdad; ser abogado es tener la posibilidad de ingresar a la elite judicial que no es elegida por voto, que no paga impuestos y que no está obligada a jubilarse) señorea el acceso al conocimiento mediante la lógica de la “mamasita”.

La traducibilidad, es decir la intención de dar a conocer estos giros de lo que bien podría ser un cuento Borgeano, es que precisamente y en tren de lo que la propia clase política, viene azuzando, en relación a trabajar sobre la reforma política, el gobernador electo, pueda tener un conjunto de hombres y mujeres que trabajen con conocimiento de causa y dedicación estas cuestiones, que de lo contrario se horadan mediante twitter.

Por supuesto que sí del otro lado existe la intencionalidad aviesa por más que se hagan bien las cosas, surgirá el escarnio y la befa, pero este no sólo que no ha sido el caso, sino que un gobernador, debe trabajar, para convencer a los que no son de su palo, a sus opositores, reales como posibles o en potencia.

El gobernador electo debe trabajar en la cultura democrática, que incluye a todos y cada uno de los correntinos, debe achicar el margen de error con respecto a la calidad de la democracia que en la última elección se vio seriamente afectada no solo por los audios de los Tony que repartían colchones, sino por los tres platenses (¿no alcanzo para que sean al menos de CABA?) que monitorearon la elección, por la conversión de la escuela de gobierno provincial en un moderno comité y en una conjunto de elementos que deben estar en su agenda dado que constituyen el valor esencial no sólo de nuestro sistema político, como lo democrático, sino por lo que trabajó denodadamente el gran líder político del gobernador electo, de los radicales como de los argentinos, el ex presidente Alfonsín.