Harto sabido es que, las democracias liberales, o las instituciones políticas occidentales, se ratifican, formal y prioritariamente, por intermedio del acto electoral, al que revisten de aspectos y condiciones sacras y totémicas, extendiendo el significante del día del comicio, del acto del sufragar, a límites insospechados, en donde se incluyen frases conceptuales cómo; fiesta de la democracia, momento máximo de la libertad política, y una serie disparada de galimatías a tiro de los consultores de turno, siempre prestos a seguir azotando a una democracia cosificada.


Hace poco tiempo alguien me preguntó ¿Qué es justicia? Supongo que por la sola razón de ser abogada se suponía que tenía que responder casi al instante. Pero contrariamente a lo esperado me quedé en silencio, sin saber que responder. Busqué en mi memoria desesperadamente, tal vez para dar alguna respuesta acorde a la doctrina. Esa no era la respuesta que pretendía mi interlocutor. Y fue en ese instante cuando me di cuenta que pocas veces en el ejercicio de la profesión pienso en hacer justicia. Ni siquiera me acerco al concepto de justicia, sólo intento desesperadamente combatir contra un sistema que se obstina en ponerme trabas y me veo en ese laberinto de irrealidad.


El Jefe Comunal de Mercedes (Corrientes) quién de acuerdo a sondeos realizados por al menos dos consultoras, posee más del 70% de aprobación de su gestión, detalla ejes centrales de sus próximos meses al frente de la comuna.


“Hoy en día la amenaza no es la pasividad, sino la pseudo-actividad, el impulso de ser activos, participar, enmascarar la nada de lo que ocurre. La gente interviene continuamente, hace algo, al tiempo que los académicos participan de debates sin sentido, etc.; y lo verdaderamente difícil es dar un paso atrás, apartarse de todo eso. Aquellos que ostentan el poder a menudo, prefieren incluso una participación crítica, cualquier tipo de diálogo, el silencio, simplemente para hacernos participar en ese diálogo, para asegurarse de que se rompe nuestra ominosa pasividad. Por eso el título del cuarto congreso sobre la idea del comunismo celebrado en Seúl en septiembre de 2013, estaba plenamente justificado: Párate a Pensar…Un radical no es un genio creativo, sino un apóstol que encarna y expresa una verdad: no deja de repetir el mismo mensaje y aunque podría parecer que nadie le sigue, todo el mundo le sigue, es decir, todo el mundo sabe en secreto que está diciendo la verdad, y por eso, constantemente se le acusa de los delitos más incompatibles de egoísmos y obsesión con el poder, de indiferencia hacia el destino de su propia causa, de fanatismo, trivialidad, falta de humor, bufonería e irreverencia…En las elecciones libres, siempre hay un aspecto mínimo de cortesía: los que ostentan el poder cortésmente fingen que realmente no lo tienen, y nos piden que decidamos libremente si queremos entregárselo, de una manera que refleja la lógica de la oferta que pretende que la rechacemos… El verdadero triunfo no es nuestra victoria sobre el enemigo, sino que este comience a utilizar tu propio lenguaje, de manera que tus ideas hayan impuesto las normas de todo el campo de juego”. ( Zizek, S. Problemas en el Paraíso. Barcelona. Anagrama. 2016, p 204/210)


El hombre fuerte de Eli en capital, departió junto a referentes históricos del Peronismo Moderno, en el neurálgico barrio capitalino "San Benito".


“La ley es prohibición: eso no significa que prohíba, sino que está en sí misma prohibida, es un lugar prohibido…, la ley no se puede alcanzar, y a fin de mantener una relación de respeto con ella, no hay que mantener ninguna relación con la ley, hay que interrumpir la relación. Uno debe entrar en la relación sólo con los representantes de la ley, sus ejemplos, sus guardianes. Éstos son tanto elementos interruptores como mensajeros. Uno no debe saber qué es la ley ni donde está. (Derrida, j. Acts and literatura. Nueva York. Routledge. 1992, p 201.)” “¿Por qué no? Porque si no llegara a saberlo, la ley perdería su legitimidad: su fundación en un acto de violencia ilegal quedaría a la vista. (Por eso Kant prohibió poner en entredicho los orígenes del orden legal).” (Zizek, S. Problemas en el Paraíso. Barcelona. Anagrama. 2016, p 103).


“En tal lugar, son las prostitutas quiénes escogen a sus clientes. Los hombres (los posibles clientes) entran, se sientan a una mesa, piden una copa y esperan mientras las mujeres los observan. Si una mujer encuentra a alguno aceptable, se sienta a su mesa, deja que le invita a una copa y entabla conversación sobre algún tema intelectual, generalmente relacionado con la vida cultural, a veces incluso teoría del arte. Sí el hombre le parece lo bastante brillante y atractivo, le pregunta si le gustaría acostarse con ella y le comunica el precio” (Zizek, S. Problemas en el paraíso. Pág 26. Anagrama. Barcelona. 2016).


Diógenes de Sinope se masturbaba en medio del ágora, diciendo: ¡Ojalá el hambre pudiera ser también aliviado con sólo frotarse el estomago!


“Los dominados deben poder escuchar a todos los jerarcas, desde el caudillo hasta el jefe de manzana, pero no deben escucharse los unos a los otros; deben estar orientados acerca de todo, desde la política de paz nacional hasta la lámpara de oscurecimiento, pero no deben orientarse a sí mismos; deben echar mano de todo, pero no del poder. La humanidad está siendo al mismo tiempo cultivada y mutilada en todos los sentidos…Los árboles no deben crecer hacia el cielo. Mientras en el mundo subsista la escasez de lo necesario e incluso de artículos de lujo, los dominantes aprovecharán la ocasión para aislar unos de otros a personas y grupos, a capas nacionales y sociales, y para reproducir su propia función dirigente…Para democratizar la administración no se requieren medidas económicas o jurídicas adicionales sino la voluntad de los gobernados. El círculo vicioso de pobreza, dominio, guerra y pobreza los tendrá atrapados hasta que ellos mismos lleguen a romperlo…El Estado autoritario es represivo en todas sus variantes. El derroche desmesurado no se efectúa ya por medio de mecanismos económicos a la manera clásica; se origina, en cambio, en las desvergonzadas necesidades del aparato de poder y en la destrucción de cualquier iniciativa que venga de los dominados: la obediencia es improductiva...El pensar mismo es ya una señal de resistencia, el esfuerzo para no dejarse engañar una vez más. El pensar no se opone sin más a toda orden y toda obediencia sino que las pone siempre y en cada caso en referencia a la realización de la libertad (Horkheimer, M. “El estado autoritario”).


El dirigente de la agrupación peronista y candidato a legislador en anteriores elecciones, José Pelozo, ratifica el apoyo a la fórmula por la intendencia capitalina de Eco-Cambiemos.


Sí cada uno de los que no pertenecen al círculo áulico del poder, imitaran las acciones de quiénes forman parte de la elite privilegiada, la historia sería además de diferente, más entretenida. Pero claro, los holgazanes quieren replicar los beneficios que otorga el poder, sus consecuencias, pretenden el resultante de administrarlo, más no así como se llegó a tal lugar o que acciones tuvieron que realizar para gozar de tales privilegios. Desde el seno del poder político, una de las líderes principales del oficialismo, arremete contra el Presidente de la Corte Suprema de la Nación, mientras la prensa unitaria de capital federal se consume en un clímax venal por la supuesta refundación de la República Federativa del Brasil por parte de un juez que terminara como su par que cayó de un avión hace poco, o como el afamado del mani pulite Italiano, o que en el mejor de los casos será fagocitado, por la contradicción manifiesta, por el oxímoron que pretenden institucionalizar de que el poder judicial existe para algo más que para blindar, para cercar la posibilidad de que sea otra cosa el actual sistema, que vende, sugiere, promete, serlo, pero nunca lo será, por su propia definición conceptual y por sobre todo, por su naturaleza jurídica, que es ni más ni menos, que lo único que protege el poder judicial.


Esta frase atiborrada de vulgaridad, lindante con el argot delictivo, petulante y desbordante de ordinaria ruindad, es el axioma, la sentencia conceptual, la terminología nodal que define la mayoría de los acuerdos que se firman para conformar un frente político, en donde se ponen, supuestamente en juego, valores ideológicos o planteos, proyectos que definan prioridades y más luego métodos para llevar a cabo los mismos, de objetivos comunitarios o colectivos. Lo reconoció, desmintiéndolo, el propio gobernador, cuando públicamente señaló que el estado no era un botín de guerra, para cubrir con el manto protector de su investidura, la desesperación y la voracidad de lo que vemos y observamos a diario, tanto de oficialistas como de opositores; de los que dijeron tener 19 diputados y medio o los que creen que los planes de vivienda son nidos de sectores o partidos. Cómo lo venimos sosteniendo desde estas columnas, todo el edificio de esta institucionalidad ficta, se sostiene, basalmente, en el judicial, no casualmente, en nuestra realidad vernácula, parroquial, desde tal poder se nos dijo como votaremos (sin boleta única electrónica, pese a la aprobación del legislativo municipal a propuesta del ejecutivo) y se excluyó de ambos frentes al partido más tradicional (el liberal) de nuestra historia, de un plumazo judicial. Previamente se le otorgó a las máximas autoridades de tal poder, terrenos en el barrio en donde más millones se han invertido, desde los estados: nacional, como provincial y municipal.


Sí algún autor brindó las razones, como los alcances que tiene la justicia, como poder instituido, dentro de un corpus social, lo fue sin duda alguna el Inglés, al que le faltó expresarlo en tales términos, definiendo, semánticamente, su teoría política para un estado político o estado por institución, al que al finalizar la obra (que llega a nuestras manos como Leviatán) el autor en su “Repaso y conclusión” explicita como un discurso sobre el gobierno civil y eclesiástico, es a todas luces , la consecución, más hacendosa y mejor argumentada, de porque los súbitos del soberano, le delegamos a este, nuestros derechos, para que administre, bajo su monopolio, un sentido conceptual y su consecuente metodología para hacer justicia y lograr de tal manera la paz y la seguridad que es a lo que colectivamente se puede y debe aspirar en un estado constituido por multitud de hombres que tienen como finalidad alcanzar la felicidad, sin importar a que costo, determinando esta prolongación de libertad en la facultad del conflicto que se suscita obligada y naturalmente y que debe ser regulado, por el dios mortal que Hobbes dio en llamar Leviatán.


En el bloque de la UCR el legislador Mario Cordeo Holtz, quién supo ser intendente de Santa Lucía, repaso los aspectos de su labor institucional como política.


Esta vida es una lucha permanente, y la filosofía es el único emplasto que podemos aplicar a las heridas que de todas partes recibimos. Voltaire


La Ciudad de Corrientes padece esta enfermedad que muestra como síntomas evidentes la imposibilidad de mitigar la pobreza, la insuficiencia para generar algo más que meras y formales tramitaciones administrativas y la indigestión en grado exponencial de vómitos y deposiciones de asfalto que no hacen más que agravar un cuadro que hasta ahora no ha sido diagnosticado.


Tal como si fuese el Barrio Rojo de Ámsterdam, o una muestra verdaderamente vanguardista y artística, se inicia la temporada alta del intercambio, crudo, puro, duro y lujurioso, entre los sectores minoritarios que tutelan (por acción u omisión) a los vastos bolsones de pobres, marginales y excluidos. En nombre del velo protector de lo democrático, a resguardo de ese látex, símil al preservativo y que se traduce en lo cotidiano de la danza grotesca, envalentonada por expresiones guturales que invitan a jornadas dionisíacas completas, para que estos grupúsculos ensimismados en la envergadura de sus colectoras, de la erección de sus vanidades, de sus postureos, de sus candidaturas obturadas de la convicción de representar, cojan, las voluntades diseminadas por los latifundios en donde sobreabundan las necesidades insatisfechas, enquistadas en cuerpos inanimados, cosificados y reducidos a la mínima expresión de receptores de efluvios, en una suerte de eyaculación sempiterna o de nunca acabar, el clímax del goce, se escuchará no sólo en el cuarto oscuro en donde se lleve a cabo el acto lascivo, sino en toda la extensión de la comarca. La repetición, el llevarlo al estadio pornográfico, nos corresponderá a quiénes comunicamos, lo que nos transforma, en más cómplices de lo que pensamos, creemos e imaginamos, de tamaña inmoralidad que en tiempos electorales perpetramos en nombre de la sacrosanta, sagrada y totémica democracia actual.


El distrito del lenguaje, es el de mayor consistencia en donde se acendra la legitimidad de lo democrático; que por definición y hasta antológicamente, no sólo que es palabra, sino más que nada un juego (desde una perspectiva antropológica del “homo ludens”); político cómo discursivo, sólo existe un ámbito para disputar el poder (sí uno forma parte del mismo, sea como oficialista u opositor, no querrá disputar más que posiciones, pero nunca el poder de que las reglas sean otras) que es el ámbito del lenguaje, donde habita el ser de acuerdo a cierta corriente filosófica occidental.


Por facción entiendo cierto número de ciudadanos, estén en mayoría o en minoría, que actúan movidos por el impulso de una pasión común, o por un interés adverso a los derechos de los demás ciudadanos o a los intereses permanentes de la comunidad considerada en conjunto. Hay también dos métodos para hacer desaparecer las causas del espíritu de partido: destruir la libertad esencial a su existencia, o dar a cada ciudadano las mismas opiniones, las mismas pasiones y los mismos intereses. El Federalista X. James Madison


Mientras ardía el Parlamento Paraguayo, el Tribunal de Justicia Venezolano volvía atrás, tras petición pública del Ejecutivo, en arrogarse las funciones legislativas, en Ecuador la segunda vuelta electoral, sacraliza lo totémico de lo democrático, en esa función baladí como exclusiva y excluyente, por parte de la ciudadanía, de elegir condicionada entre opciones que se le imponen para que finalmente en Argentina, los espacios políticos, tanto oficialistas como opositores, ceden la iniciativa y la presencia en las calles, más no así la categorización de lo ocurrido, para señalar que algunos movimientos son anti democracia y otros son en defensa de la democracia. Subyace, como observamos, analizamos y cae de maduro, que en esta parte del globo, se está iniciando una segunda etapa, en donde la cuestión al orden democrático, se va naturalizando, va siendo parte del paisaje político, social y mediático de lo cotidiano. La democracia o lo que quede de ella (que incluso en esta redefinición puede ser mucho mejor de lo que es, difícilmente pueda ser peor agregan otros) tendrá que salir fortalecida, de estos cuestionamientos, que se tardaron en llegar, pero en esta intensidad que se vienen manifestando, deberán reencausarse a los efectos de mitigar la salida o el método violento, de lo contrario, sí se suprime, se esconde, no se verbaliza o se censura este cuestionamiento a lo democrático, lo único que se hará es contribuir precisamente a forzar una sociedad autocrática, en donde en nombre de lo totémico o sacro, no se pueda hablar o cuestionar la democracia, con el noble objetivo de mejorarla.


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