Dime a quién subsidias y te diré quién eres.
El decreto 780 del 21 de julio de 2004, emitido por el Presidente del Senador, Daniel Scioli, determinaba que los senadores nacionales podían otorgar becas y subsidios a entidades sin fines de lucro, deportivas, educativas, de salud o de la tercera edad y a organismos estatales.
De acuerdo al informe de la Fundación “Poder ciudadano” (en aquel entonces bajo la presidencia Honoraria de Luis Moreno Ocampo) del año 2004, recopiló en un libro editado en el mismo año que dio en llamar “El Congreso Bajo la Lupa”, diferentes datos puntuales de los Senadores Nacionales de aquel entonces.
En la página 41 del libro la fundación vuelca información de 10 senadores y sus respectivas entregas de subsidios. Uno de esos diez senadores que informa la fundación, es Fabián Ríos, quién al parecer era conocido por su primer nombre dado que figura como “Roberto Ríos”, al menos en 2004 y en Buenos Aires. Lo cierto es que se fija la fecha del 26 de agosto de 2004 y la Institución de “Centro de Estudios San Juan” como beneficiaria de un subsidio gestado por el propio Ríos por una suma de pesos diez mil.
Descartada entonces toda posibilidad de que la información proporcionada, sea considera desde una operación a un intento de socavar la supuesta buena imagen de Ríos y si bien no constituye ni un delito ni en un falta a la normativa, al menos políticamente es bastante desprolijo o de mal gusto, dado que en el mundo social y político de Corrientes, se sabe que Fabián Ríos, utiliza desde hace tiempo la misma instalación del “Centro de Estudios San Juan” como su oficina política, como también otros integrantes de su espacio político, al punto que funciono como domicilio legal de la línea interna partidaria, por tanto no deja de ser tristemente llamativo que quién se pare desde el lugar de pretender tener la ética suficiente como para creer que la política es un hacer absolutista, en donde los miramientos, democráticos, como el presente que generan posibilidades de control ciudadano acerca de los fondos públicos, que maneja, dada la confianza y la legitimidad conferidas por el pueblo, al que pretende pedirle que lo vuelva a votar.
Ríos en sus actos públicos se caracteriza por hablar desde “el corazón” o “el amor” sería bueno, al menos en este punto que le hable a la ciudadanía le hable desde la sinceridad y le comente porque considero en aquel entonces que era mas razonable y prioritario darle un subsidio al centro donde funciona su oficina política que a tantas instituciones de la provincia sin fines de lucro, deportivas, educativas, de salud o de la tercera edad.
Lo mismo le correspondería a los distintos candidatos a intendentes, uno en funciones como Diputado Provincial y la otra mandato cumplido, que puedan informar a los que piden el voto que hacen y de qué manera, bajo que lógicas, que metodologías, con los fondos públicos.
Desde la pretensión de absolutos, se difama al pensar, al cuestionar, al criticar, expresando que son meros blas, blas inconducentes; suponiendo que está concepción totalitaria y fascista de la política sea aplicable, podríamos decir, transformándonos en tal caso en lo que criticamos, en qué hacer, con los fondos públicos, sin dar explicaciones, o dándolas a media lengua o imponiendo un criterio discrecional, hace a sus anchas cualquiera. Pero no es el caso, y por ello, las explicaciones deben ser dadas, tanto por los que hacen, como por los que pretenden hacer, en el puntual caso de bajo que criterios distribuir y otorgar fondos públicos.
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