Tal como el virus, en ambos lados del puente, termina impactando el mal. Tal vez resulte a fin de cuentas, de esos males que son necesarios y por cierto, que en cada orilla impacta de manera diferente.
Mientras el arco político correntino opositor se termina de desintegrar en su inexistencia, la cuál es aprovechada por el ex gobernador Colombi, para contarle los alcahuetes a Valdés, los que no perciben la pauta publicitaria, cuentan con entusiasmo el aumento de casos del virus chino (a decir del todavía presidente Trump) creyendo que de esta manera comunican, o lo que es peor, operan políticamente o la ejercen, desde la insustancialidad de sus redes sociales.
Ante el pronto aterrizaje se le informó: “Señor general, señora, señores pasajeros: en estos momentos comenzamos a sobrevolar territorio argentino.” A ello el General Perón respondió: “Yo les pido a los compañeros que comparten este trascendental momento que de ahora en adelante y cuando aterricemos en el suelo de la patria, no se entone otra canción que no sea el Himno Nacional.
Por Maria Elina Serrano (*)
“El congreso presuponía un problema de índole filosófica. Planear una asamblea que representara a todos los hombres era como fijar el número exacto de los arquetipos platónicos, enigma que ha atareado durante siglos la perplejidad de los pensadores” (Borges, J. “El congreso”. Emecé. 1989. Buenos Aires. pág, 45.)
Bajo la propuesta “pensar más allá de lo democrático”, y con la modalidad a distancia, mediante una plataforma digital en donde intelectuales de diversas partes del mundo se reunirán a pensar en “vivo”, a reflexionar respetuosamente pero descarnadamente, la figura de la institucionalidad política actual, los días viernes 27 de noviembre y sábado 28 de noviembre, podrán seguirse y participar desde la página de facebook “club mundial de filosofía” todos los avatares que se produzcan desde y por la realización del presente simposio.
En la era digital
La síntesis informativa, la que prescinde del análisis, de la reflexión y del pensamiento (en parte por falta de pensadores) dirá que producto de los acontecimientos últimos producidos en Perú, Bolivia, Chile y Estados Unidos, la democracia y su institucionalidad, gozan de buena salud. En el transcurso de un año, Evo Morales que violentó la institucionalidad de su país (poder judicial mediante), presentándose a un nuevo período, tras perder un plebiscito para continuar en el poder, fue destituido. A golpe de gracia, lo cierto es que una mujer al mando de facto, generó las circunstancias para una nueva elección, donde terminó triunfando un partidario de Morales, pero no Morales. La democracia, golpeada y zaherida, por derecha y por izquierda se las “arregló” para cambiar, varias veces, para que nada cambie, en definitiva, cambió nombres pero nada más (pese a las harto trilladas lecturas de las élites de sangre azul que tienen el poder sagrado de interpretar y tutelar a los pobres que siempre son muchos y nunca dejan, o muy pocos, dejan de ser tales). En Perú, acaba de acontecer algo semejante. Martín Vizcarra fue destituido como presidente, tras suceder al anterior Pedro Pablo Kuczynski, quién dimitió por negociaciones políticas, con el sector Fujimorista, que engloba al otrora presidente Alberto Fujimori y a su hija Keiko, candidata vencida por Pedro Pablo por escaso margen.
Las opiniones antagónicas en distintos campos generan en todo el mundo siempre dos bandos. Cómo se expresa la comunidad en los medios y en las redes sociales, impacta en la grieta que desarma el tejido social y favorece a las corporaciones.
Por: María Elina Serrano
Twitter: @mali_serrano
Deconstruyendo el mito ancestral de los dueños de estas tierras, aún funcionaba para la niñez de quien suscribe, de que había que dormir la siesta (continuar en el espacio de la casa de los padres, y en el no control del sueño de estos, estar a sus lados)de lo contrario, el salir (de ese control, a la incertidumbre) al afuera, generaría la dañina aparición del pombero, que como un santo vindicativo, sancionaría el desapego de la norma prohibitiva del menor, llevándolo a otro lugar en donde no cometiera travesuras. En nuestra “adultez” el mito sigue funcionando a la perfección, la casa paterna es el estado, la provincia, o el municipio, el ámbito de la comunidad rectora, que se cobra bajo penalidad, a los que no cumplen con aceptar los mandatos emanados de la misma, el determinante de prohibirles pensar, que razonen bajos otros parámetros que no sean los establecidos por los pomberos, gordos y empoderados, con los falos o más largo o ancho del condado, que es lo simbólico del poder, del que impone condiciones, que bien podrían ser nuestros gobernantes. Cómo si fuese poco, irrumpió la pandemia que llevó a cabo lo imposible, el pasaje al acto, el imperativo categórico de quedarnos en casa, a cómo de lugar y pese a que a cada paso parecen irse levantando las restricciones, las únicas en estos lares, que no levantan tienen que ver con el derecho de estudiar presencialmente de niños, jóvenes y adolescentes.
En qué momento debe retirarse un político? Cuál es el momento en que debe renunciar a la vida política? Como en la película de 1952, las decisiones se toman en tiempo real y se plantea un debate entre el sentido del deber y la vida privada. Lo colectivo y lo individual en primer plano.
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