Tanto en su definición primigenia, o la que deriva de su etimología, la concepción de salvar, o rescatar, es perfectamente atinente a lo que precisa nuestra institucionalidad política occidental. También lo es en su vinculación con la referencia filosófica de la redención. Phillip Mainländer, sostuvo de tal forma su cosmovisión, que sintéticamente postulaba que la muerte de Dios había generado la fragmentación, la multiplicación, la diseminación de la energía existencial, o lo “nuestro” como fenómeno, que inercialmente pretendía retornar a la conformación de ese uno, de esa totalidad, y por la que, esa fuerza inmanejable, actuaría como condicionante, como regidora de nuestras posibilidades de libertad o de elección, generando con ello, sensaciones limitantes, cuando no angustiantes de lo humano. Sí trazamos la metáfora, el traslado de la elaboración del plano individual al colectivo, algo no muy distinto nos sucede en relación a nuestra democracia desde la perspectiva ciudadana. Son muy pocos, por no decir nadie, quiénes sin que tengan un provecho o un beneficio directo del sistema democrático, lo sostengan desde la razón o la emoción. La democracia desde al menos una generación que no genera otra cosa que la idea del mal menor, de la comparación, irracional y esotérica, con tiempos pasados en donde la humanidad ha probado otros tantos sistemas oprobiosos de organizarse, tan semejantes en resultados o peores que el actual, que precisa, imperiosamente de redimirse.


Todos aquellos que se expresen, formulando sus deseos personalísimos, como si fuesen razones de peso o una argumentación sobrada, para arribar a un lugar determinado del poder (acudiendo al golpe cínico que propicia la falacia de direccionar el mensaje a la emotividad del receptor, esgrimiendo su sacrificio, su capacidad o preparación para llegar a una meta personal) trasladando o transfiriendo el éxito que pudo haber tenido en una actividad previa (usando al destino, al azar y hasta los designios providenciales, y en vez de ser agradecido y responsable, entendiendo de tal forma que en el mundo todos podrían tener posibilidades en tanto y en cuanto quienes ya han accedido a determinadas conquistas, no se enquisten ni pretendan perpetrar en las mismas) abusando de tal prerrogativa, para a sabiendas e intencionadamente, engañar a los demás plantándose ante la comunidad como si fuese un salvador, un elegido o ser superior, se constituye, sin duda alguna en un ser temerario para el sistema político-institucional. Estos golpeadores, abusadores, feminicidas de lo democrático, son a los que el propio gobernador a dirigido su mensaje para que cuiden de la democracia. Les está diciendo, a muchos que tiene a lado, como en frente, que se dejen de violar y ultrajar a un sistema que tiene como finalidad el bien común, la discusión de proyectos, de ideas, de programas, de ideas, de formas de pensar y de hacer, y no, en su develación diabólica, de ir exactamente por lo contrario, horadando lo colectivo, para que todo un sistema de organización se reduzca a la simple, vana y totalitaria discusión de nombres y apellidos por lugares en el poder.


Girala Yampey profundiza en esta síntesis de sus estudios de la cosmovisión Guaraní, la búsqueda de una sociedad plena de igualdad y justicia en donde la perpetración del “ecocidio” (o envenenamiento del medio ambiente) sea solo una fantasía literaria y no una amenaza real como lo hemos conseguido producto de nuestra necedad.


En los febriles tiempos, previos a lo electoral, las alternativas políticas se construyen y se diluyen, con la misma velocidad que un castillo de arena a la vera del mar. Sí bien ningún acuerdo estará cerrado hasta la inscripción misma de las candidaturas (ni siquiera existe la convocatoria con la cuál empieza a correr el cronograma y sus plazos) y que el significante extenso de lo democrático, posibilita que “todos hablen con todos en busca de consensos”, uno de los operadores políticos principales del oficialismo provincial, reconoció públicamente, que no descartan (lo que en la traducción de lo que se puede reconocer desde lo político es prácticamente afirmar que trabajan por un acuerdo) volver a sumar al Partido Nuevo (La Senadora y esposa del fundador del partido naranja ingreso a la cámara alta por la lista oficial y por tal acuerdo primigenio) que pediría, de acuerdo a fuentes vinculadas al ex hombre fuerte de la provincia, como prenda de cambio, el lugar que hoy posee quién se fue tanto a Alemania como a la India con el dinero de los contribuyentes para generar acuerdos que aún hoy no generan réditos para los correntinos.


Ante el fallecimiento, del notable pensador, y a modo de homenaje, que excedió su propia epopeya de escapar de regímenes opresivos, su gran batalla por despresurizarnos del presidio neoliberal en que encerró tal sistema a lo democrático, es sin duda, el legado más grande, la herencia más colosal que intelectual alguno, nos pudo haber dejado en los últimos años, tal vez décadas. La discusión que subyace con su punto de partida, debería llevarnos, al menos a los intelectuales a replantearnos, siglos de pensamiento político, en el que obcecada y obedientemente, aún seguimos creyendo, sin cuestionarnos y mucho menos plantearnos, algo más digno, más humano y equitativo, que el contrato social leonino en que devino o viene derrapando nuestra democracia occidental.


La Intendente de Perugorría, Angelina Lesieux, habría recibido la propuesta desde hombres de confianza de la ex Presidenta de la Nación que encabece la fórmula como candidata a gobernadora por la provincia de Corrientes, en representación del espacio “nacional y popular” que hubo de abandonar el Senador Nacional Camau Espínola (tendría cerrado su acompañamiento al Massismo, vía un lugar para Artaza y un guiño al Macrismo para votar leyes claves) y en donde no tallaría Teresa Parodi, como en un primer momento se especuló desde tal trinchera política. El avance judicial, que lo tiene cercado a Oscar Parrilli y que tendría como objetivo final llevar a Cristina a la cárcel, y que es entendido como una persecución política, habría adelantado y fortalecido, la estrategia política del peronismo K, de plantar batalla, en todo y cada uno de los distritos del país, para poner hombres leales, convencidos, que defiendan no sólo 12 años de un gobierno nacional, sino que pretendan recuperar las banderas del mismo, más allá del actual interregno, en el que algunos oportunistas huyeron ante la primera de las tormentas. Angelina en Corrientes, es garantía de fiabilidad, de convicción militante y de aguerrida entrega para el combate político.


Entusiasmado por las encuestas que le arrojan una disputa, casi palmo a palmo, con el actual Intendente municipal, que iría por su reelección, pese a su alta imagen negativa (sobre todo en sectores medios), y sobre todo por el apoyo que conseguiría tanto de sus vinculaciones internacionales como por las vertientes del peronismo nacional, el parlamentario del Mercosur, Dr. Alejandro Karlen, tiene en mente además, poner en blanco sobre negro, una realidad del peronismo, para mejorarlo y restaurarlo, que es su posicionamiento sesgado y sectario que se alimentó, desde ciertos sectores, y que imposibilitan la llegada del movimiento del general Perón al poder en la Provincia. Karlen es uno de los sucesores naturales o militantes confesos e infatigables del peronismo histórico que alumbró en los `70 el último gobierno peronista mediante Don Julio Romero.


Cómo si Corrientes no tuviese sus entramados, político-jurídico-policiales, como para entretenerse en el estío previo a lo electoral (en donde en verdad está todo casi resuelto, sólo la elección obligada que tendremos que hacer entre uno y otro de los representantes de las facciones que se detentan el poder), apareció el tetazo. Digno armado de prensa (la de las mujeres que se entetaron en una playa bonaerense, cosificando los famélicos cerebros de los policías que obviamente iban a reaccionar, reaccionando como reaccionaron, para que todos hablemos de esto, lo cual en el fondo está bien) de quiénes habitan grandes urbes, desde aquí, siempre hemos tenido esa relación histérica (en homenaje a este sexismo de creer primero que la histeria era propia y única de las mujeres, de hecho significa útero en griego, a seguir considerando tal afectación psicológica como el ámbito natural de las féminas) con la metrópoli. No nos gusta nada la capital, pero la emulamos, la queremos engrampar, haciendo algo parecido a lo que hacen, pero con nuestra particularidad. El tetazo, digno grito de una perspectiva de género, no se descontaminó de esta otra gran dolencia, estructural y puebleril, de emular, de seguir cabeza abajo, como ovejas dóciles, al pastor de la porteñidad. Un hecho que tendría que haber pasado, como una manifestación natural, se transformó en una polémica social, favoreciendo, seguramente a los mismos que las chicas entetadas critican, la cultura machista y paternal.


El término nomenklatura define una elite de la sociedad de la extinta Unión Soviética --y por extensión, a la del resto de los países del bloque comunista, formada casi exclusivamente por miembros del Partido Comunista de la Unión Soviética que tenía grandes responsabilidades como grupo humano encargado de la dirección de la burocracia estatal, y de ocupar posiciones administrativas claves en el gobierno, en la producción industrial y agrícola, en el sistema educativo, en el ambiente cultural, etc., obteniendo usualmente grandes privilegios derivados de la ejecución de dichas funciones (Wikipedia).


Desde hace siglos que se asocia el ajedrez con la práctica política. Más cuando son dos facciones las que se disputan el poder en un terreno determinado y sí dentro de las mismas, asoman con claridad dos líderes que combaten palmo a palmo, por intermedio de un tablero y un puñado de piezas, con reglas más o menos consensuadas o establecidas. La gobernación de Corrientes, se dirimirá, producto de la disputa lúdica-política, de dos sujetos que no se sentarán en el sillón de ferré, pero que definirán, claramente, quién lo hará. En plena batalla por definir las fechas y la cantidad de elecciones (al punto que llevaron al campo de la justicia esta pelea) o por las reglas de juego para disputarse el poder, el contendiente que aspira a arrebatarle el poder, a quién lo ostenta desde hace casi veinte años (per se o por interpósitas personas), ha logrado, traducir, que se note, que se visibilice, uno de sus gambitos más audaces, en el que puso esfuerzo y dedicación desde hace tiempo.


Así definía los regímenes bajo la férula de la ex URSS, Bogdan Denitch (“Son los grupos dominantes los que valiéndose de un unipartidismo de facto, detentan el poder político, social y económico…antes que señalar como una aberración la justifican como la evidencia de un racionalismo serio, además aunque merced a una adecuada formación política y académica fomentan la participación de las masas-normalmente las rurales o bien las urbanas que no pertenecen a la clase obrera, estás se hallan excluidas del ejercicio del poder como tal…importa sobre todo que se abstengan de promover instituciones u organismos independientes”. Denicht, B. “Más allá del rojo y verde”. Siglo XXI, Editores. Pág. 90-91. México. 1991) y pensar tal caracterización como parte de la historia es un craso error, no sólo por la actualidad política en donde los muros vuelven a ser pensados como un salvoconducto hacia algo positivo, sino que sobretodo porque en la obra del sociólogo citado, la comparación con el occidente liberal democrático, que prevaleció tras la guerra frío, la politocracia, que supuestamente había sido vencida, se inoculo allende el lado del muro triunfador. Lo único que varió, como metodología, no como finalidad, es que en vez de partidos únicos, existen, multiplicidad de expresiones que no llegan a ser manifestaciones ideológicas o de contenido político filosófico, o de representación de proyectos, sino meros instrumentos de facciones de poder que se lo disputan como un botín, como en tiempos prehistóricos.


Cuenta Manuel Campuzano en su libro “La excelencia desde el liderazgo” que, al llegar a la costa Fenicia, Alejandro Magno observó que sus enemigos le triplicaban en número y que su tropa se veía derrotada antes de pisar el campo de batalla. «Cuando regresemos, lo haremos en los barcos del enemigo». Alejandro Magno desembarcó e inmediatamente mandó quemar todas las naves. Cuenta Campuzano que mientras su flota ardía, el líder macedonio «reunió a sus hombres y les dijo: Observad cómo se queman los barcos... Esa es la única razón por la que debemos vencer, ya que si no ganamos, no podremos volver a nuestros hogares y ninguno de nosotros podrá reunirse con su familia nuevamente, ni podrá abandonar esta tierra que hoy despreciamos. Debemos salir victoriosos en esta batalla, ya que solo hay un camino de vuelta y es por el mar. “Caballeros, cuando regresemos a casa lo haremos de la única forma posible, en los barcos de nuestros enemigos”».


Transitando la etapa final de los cabildeos dentro del espacio político gobernante, quiénes podríamos integrarnos en el mismo, ampliando la base de sustentación y reforzando el ideario de que ECO es Corrientes, creemos indispensable, dar a conocer nuestra posición política, nuestra perspectiva de cara la ciudadanía, por intermedio de los comunicadores y la comunicación, dado que consideramos una experiencia que se debe sepultar en el olvido la de hacer política en círculos áulicos, en mesas chicas y cerradas, en donde la decisiones se toman entre pocos iluminados y se las ofrecen a la ciudadanía como si fuese un producto impermeable, un combo imposible de modificar y más luego, posiblemente y por esa característica, muy difícil de digerir.


En la inveterada búsqueda de encontrar la partícula esencial, el momento cero, o lo que sería lo mismo, que ocurre con nosotros en el después, por los caminos de la ciencia, nos hemos topado con este código que resguarda información genética y que se constituye en indispensable para la continuidad de la especie, generando la dinámica de lo hereditario. Culturalmente, de hecho se lo usa hasta en la actual fiesta del Chamamé, es sinónimo de autenticidad, de veracidad de raíz, de pasta como substrato de elementos (o conceptos) en donde anida lo bueno, lo bello y lo justo. Claro que como elemento publicitario posee un impacto muy fuerte el acendrar campañas bajo este yugo (hacerlo desde lo racional sería una suerte de nazismo de avanzada, dado que propondría que existen ADN puros o más puros o que poseen rasgos más valiosos o bellos o encantadores que otros) a nivel comunicacional, además funciona excelente. Es extraño, sin embargo, que en el reinado de este relato, el amanecer no haya llegado al campo de la política, es màs si se lo piensa un poco, el ADN político, por alguna razón (seguramente el fracaso de la clase política tradicional en la primavera democrática) resulta nocivo o rechazable.


“La democracia y el desarrollo económico y social son interdependientes y se refuerzan mutuamente. La pobreza, el analfabetismo y los bajos niveles de desarrollo humano son factores que inciden negativamente en la consolidación de la democracia. Los Estados Miembros de la OEA se comprometen a adoptar y ejecutar todas las acciones necesarias para la creación de empleo productivo, la reducción de la pobreza y la erradicación de la pobreza extrema, teniendo en cuenta las diferentes realidades y condiciones económicas de los países del Hemisferio. Este compromiso común frente a los problemas del desarrollo y la pobreza también destaca la importancia de mantener los equilibrios macroeconómicos y el imperativo de fortalecer la cohesión social y la democracia”. (Artículos 11 y 12 de la Carta Democrática Interamericana, 11 de septiembre de 2001).


Si bien los investigadores dan por mera ficción la existencia de tal organización fraternal, lo cierto es que la misma, subsiste como mito, consolidándose mediante el libro y luego la película, “El Código Da Vinci”. La historia versa acerca de una facción vanguardista, que operando en las sombras (es decir sin dar a conocer de forma fehaciente y específica sus objetivos) pretende objetivos políticos, sociales, religiosos y culturales, o persigue finalmente un objetivo de poder. En nuestro norte, en donde el calor es tan pavoroso como la ausencia de estadísticas serias que contemplen los alarmantes índices de pobreza, marginalidad, como de dependencia asfixiante del aparato estatal, la falta de libertad política producto de los padrones inflados en donde se hacinan quiénes pretenden la libada que los salve de la miseria, vamos inercial y cobardemente a una nueva elección, o simulación de la misma, en donde el Priorato, se apresta a consagrar a uno de sus ungidos (está es la verdadera elección, la verdadera disputa que se está librando, el orden de jerarquía de los integrantes del clan)por sobre el otro grupo que en su ejercicio opositor, más que trabajar para la representatividad del pueblo, lo que hace es legitimar y validar el juego perverso en donde no menos de 200 personas, ocupan todas y cada una de las áreas principales del estado, para a partir de esos lugares repartir las migajas sobrantes a una segunda línea que pone su cuerpo, su esfuerzo y su sacrificio, para que la muchedumbre restante no termine pateando el tablero, al mejor estilo bíblico, cuando Jesús hecho a los Mercaderes del templo.


Francisco Tomás González Cabañas, próximo a publicar su sexto título, el ensayo “La democracia desiderativa o en la reescritura de otras reglas de juego”, detalla pormenores de su obra que será comercializada tanto en América como en Europa, arriesgando que “son los últimos estertores, en todo occidente, de la democracia tal como la conocemos, el cambio de paradigma, curiosamente, no conllevará una violencia inusitada como se espera o se cree de los cambios profundos o de las revoluciones, sino una asimilación, lenta, progresiva, pero total, que la humanidad, necesita, a riesgo de exterminio, organizarse bajo otros parámetros que no sean los actuales”. “La democracia ya nos ha dado todo lo que nos podía dar” finiquita el intelectual Argentino.


Coincidamos o no con la apreciación, estemos o no de acuerdo con ella. Le tengamos aversión, pavor, respeto o devoción. Veamos por la hendija de nuestras cerraduras, movilizaciones que la confirmen o un vacío que nos ponga en duda. La revolución está en marcha, en un proceso que se ha iniciado hace tiempo en nuestras democracias occidentales. Repasar de qué trata la misma, muy diferente a las anteriores en sus conceptos como metodología, y ver a lo que apunta, es el sendero obligado, para tratar de prever hacia donde iremos con ella.


Girala Yampey, uno de los intelectuales más lúcidos de esta parte del globo, explica, diserta, alecciona, comenta, acerca del eje conceptual Guaraní de la “Tierra sin males” tan parecida, como distinta a las diversas cosmovisiones que describen el mundo. La autenticidad del sentir y el pensar traslucida en los términos expresados por Yampey, se constituyen en un cantar filosófico, en una poesía del pasado como piedra basal o eje de un oráculo destinado a hacernos más llevadero el futuro.


Dicen que del selecto café de Gorlero, en Punta de Este, al vernáculo del Guaraní, vía el teórico engominado se dispersó, como reguero de pólvora, lo que dan en llamar el armado a la Misionera (por la sucesión poco traumática en el frente gobernante y por la figura de “consiglieri” de otro ex mandatario, como amo y señor del legislativo) que entronizaría al cachorro predilecto de Ricardo, junto a otro selecto, en este caso de la renovación. Democracia a la correntina y jaque mate a la posibilidad de otra cosa.


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