Viernes 26 de Abril de 2024

Hoy es Viernes 26 de Abril de 2024 y son las 01:57 - Charla-Debate "La importancia capital de la ley Bases. Veámosla" / Sin rutas no hay producción ni turismo. / ?Juegos Correntinos?: 68 localidades participarán de la edición 2024 / Traducen al francés texto de filosofía del derecho del correntino Francisco Tomás González Cabañas. / Terrile: "Hoy más que nunca ratificamos la realización de los Juegos Correntinos como política de Estado" / El concepto de la idoneidad y su significado en el ámbito del poder judicial. / Prueba / "Ensayo: El lobo de Gubbio o la bestia mística". / "Ensayo: El lobo de Gubbio o la bestia mística". / San Martín se hizo fuerte de local y le ganó el segundo clásico al Regatas / Orinados por Milei, preocupados por la boleta. / Inicia sus actividades el Observatorio del Poder Judicial en Corrientes. / Contundente respaldo al Paro y Movilización del 24 de enero. / Importante Reunión Peronista en la Ciudad de Buenos Aires / Dinámica imparable en Yacyretá / Inquietud ante el poder judicial por la imposibilidad que descansen en paz los restos de un legislador nacional correntino. / ¿Qué tenemos para celebrar en un nuevo día mundial de la filosofía? / Colegio de abogados. / "La transparencia en la justicia" / Los que se consideran líderes juegan a lo Poncio Pilato. /

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Arrecian las denuncias de corrupción y malversación de fondos públicos.

Como si fuesen adolescentes que se disputan el favoritismo de la empresa de turismo para realizar el viaje de fin de curso, los políticos locales, en actos públicos como en sus redes sociales, se tiran con acusaciones cruzadas de cheques voladores, casas con sobreprecios y demás vejaciones hacia la rúbrica moral que debería tener el contrato de los políticos para con sus ciudadanos. Tal como lo afirmaba el actual Presidente cuando no lo era, la ausencia democrática, es hoy denunciada como emergencia democrática, por parte de la actual ex presidente, y dimensionada por el pretendiente a Presidente, que quedó afuera del ballotage pasado, expresando que en los años que llevamos de democracia los índices sociales empeoraron. No lo hacen ellos, debemos hacerlo nosotros, construir democracia, o salvaguardarla en cuanto lo poco en que la han reducido.
“¿Por qué no, mejor, aprovechas tu breve vida y la ofreces llena de placidez a ti y los demás? ¿Por qué no mejor, te vuelves amable para todos mientras vivas, añorable cuando mueras? ¿Por qué deseas echar abajo al que trata contigo desde demasiada altura? ¿Por qué intentas aplastar con tu poder al que te ladra, hombre humilde y despreciable, pero acre y molesto para los superiores? Contente un poco: he aquí viene la muerte para haceros iguales. Hacemos lo mismo, hostigamos a alguien ligado a nosotros, siendo así que amenaza el fin, y por cierto cercano, al vencido y vencedor. Es preferible que, en calma y paz, pasemos lo que nos queda por poco que sea. Que nuestro cadáver no sea a nadie odioso en su tumba…¿Acaso desear algo más que la muerte de aquél con el que te encolerizas? Aun manteniéndote en calma, morirá. Pierdes tus esfuerzos si pretendes lograr lo que va a suceder…Mientras estamos entre los hombres, respetemos a la humanidad, no constituyamos un temor o un peligro para nadie, despreciemos los daños, las injurias, los insultos, las puntadas, y soportemos con generosidad los inconvenientes: mientras miramos hacia atrás, según se dice, y nos damos la vuelta, la muerte está ante nosotros”. (Séneca. “Diálogos”. Ediciones Altaya. 1997. Barcelona. Pág. 175)

Tato debiera estar libre.

La cuestión no es jurídica, sino política. El incremento del malhumor social, o la posible ruptura del clima de paz social que tanto se pregona y se vende, que se reconoce desde Nación (auguran un próximo trimestre de mayor recesión y contracción económica), que se palpa en las calles (sea mediante paro forzado, o mediante el ejercicio represivo para no permitir la instalación de una carpa de protesta frente a la casa de gobierno) aún parece no llegar al entendimiento de la cocina del poder. Mantener bajo tecnicismos leguleyos en prisión, y privado de sus derechos políticos, a un ex gobernador, votado por la ciudadanía y más allá de que tenga razón en sus reclamos (es decir la libertad de Tato, debe ser tratada más allá de Tato y su entorno) o que tribunales nacionales o internacionales le den la razón jurídica, existe una razón social, que impele a que mediante un salvoconducto (llámese conmutación de pena, pacto correntino por la paz social y contra la pobreza, símil al de la Moncloa español) el otrora líder sea reconocido por sus pares, como nuevamente admisible para la cosa pública o política. Caso contrario, ¿Qué se le podría pedir a un Zalazar, a quién el mismo estado que le privó de educación, de oportunidades laborales, tanto para él, como para su descendencia, cuando no encuentran, o lo sueltan, al asesino y violador de su hija, que se ajuste a derecho? ¿Qué no le pegue a su propia mujer? ¿Qué no pretenda hacer justicia por mano propia, rompiendo vidrios o escrachando el proceder de ciertas magistradas? ¿Cuántos Zalazares, están agazapados, esperando, con el cuchillo bajo el poncho, asestarle la estocada a ese estado que es sólo para unos pocos y que podrían sentir que es su oportunidad en este clima de recesión que solo cierra con el orden represivo al no haber encajado, como se pretendía la alineación astral de nación-provincia-municipio?-

Más que de un Living, Valdés necesita de un diván.

“Todo mando está constituido por dos elementos; un impulso y una espina. El impulso, “la energía motora” del mando, encierra la coacción del destinatario a ejecutar la orden, mientras la espina está destinada a permanecer en quien la cumple. La espina del mando introyectada acaba por agudizarse, transformando la natural resistencia inicial del subalterno en oposición y en abierta rebelión. Pero todo esto sucede solamente cuando el mando se ejerce sobre un solo individuo. En la masa, en cambio, el mando se expande horizontalmente e, incluso sí algunos empiezan a rebelarse, el movimiento se disipa de una manera fulmínea sin crear ninguna espina. No obstante la espina del mando no actúa solo sobre los dominados, sino también sobre quienes emiten las ordenes, transformándose en una “angustia de mando” que crece desmesuradamente cuanto más se asciende hacia los vértices del poder. No le quedan pues, al poderoso, sino dos caminos: librarse de la espina renunciando al poder o, como Schreber encerrarse en el delirio paranoico de suprimir a los otros para ser el único, el superviviente por antonomasia. O bien como solución más moderada y frecuente, pero no por ello normal, cultivar el deseo de servirse de los otros para convertirse en único con su ayuda… La lógica del poder parece estar constituida por dos polos; el impulso a la multiplicación y la obsesión paranoica de la supervivencia a cualquier precio.” (Contra el Poder, Giacomo Marramao).