A los que de noche se cargaron a la espalda la mochila y la historia, a los que tomaron con las manos el relámpago y el trueno, a los que se calzaron las botas sin futuro, a los que se cubrieron el rostro y el nombre, a los que, sin esperar nada a cambio, en la larga noche dejaron todo, para que otros lleguen en 4x4 empilchados y perfumados, rodeados de adláteres a tomarse la foto, en una mañana por venir aún, puedan ver el día perfecto y único, Para ellos, los sin nombre, ni biografías ni museos. Para ellos nuestra memoria y rebeldía. Para aquellos, que llegaron de ojete como una categoría del azar, sin perspectivas, ideas, de futuro, de nada, que se aprovechan de todos aquellos que al menos hacen algo que perdure en el tiempo y para otros, la lucha es para que se retiren por donde llegaron, por la ventana.


Conservar el valor social de “enchamigarnos”, de haberlo extendido del ámbito social al político, de correrlo a un status totémico, en donde siquiera puede, debe, amerita o lo que es peor, es castigado, penalizado el criticarlo, el cuestionarlo, el ponerlo en análisis, para ver cuánto nos da y cuanto nos quita, es una de las peores tragedias cotidianas que reafirman la marca, a sangre y fuego, de nuestra correntinidad que nos hace valientes para morir, como cobardes para vivir. Como definición, conceptual, podríamos apuntar que enchamigarnos, es un verbo mediante el cual, acendramos, profundizamos, amalgamamos, nuestro marco de relaciones, constituyendo una suerte de cerco, de gueto, faccioso, endogámico, de cuatro avenidas, de partido chico, de elite, de club selecto, de camarote vip, de sillas en primera fila, de acceso a conchabos en poderes del estado varios, que como contrapartida, la que es obviamente negada, silenciada, obviada, admonizada, y por lo que los pocos, que aún señalamos estos costos, somos perseguidos, apartados, señalados, excluidos, estigmatizados, tiene como problemática esencial, y en progreso, que cada vez más, esos otros que no forman parte, o que lo hacen desde lugares indignamente terciarios, van constituyendo una multitud, que ya no tiene a donde huir (a toda una cantidad poblacional de la provincia hemos expulsado, haciendo honor a un pasado que impulso las desapariciones de negros como aborígenes) y qué empieza a pensar seriamente en que pasaría sí reclama por lógica que la tierra de la que nos creemos dueño, también les corresponde, les pertenece y por ende, exige a fuerza de razón los lugares, los espacios que a los otros, desvergonzada como descaradamente, les viene sobrando e inconvenientemente les genera excesos y problemas de abundancia que les privan de vivir placenteramente con lo que poseen.


Palabras del Secretario General de ACEP (Asociación Correntina de Empleados Públicos) Roberto Thompson.


Valdés tuvo la primera reunión de gabinete formal desde que asumió la primera magistratura provincial en diciembre pasado, dícese que en el Salón Azul de la Casa de Gobierno, el gobernador fiel al estilo PRO bajo línea sobre la modalidad de trabajo que pretende de su “equipo” con reuniones de trabajo quincenal, en la que cada ministerio vaya informando la situación, problemática y los avances de los proyectos.


Aún se confunde, o muy pocos se encargan de tratar de aclarar, que la violación no tiene un género perpetrador, más allá de las estadísticas (que como decía Eco es la práctica que diría que 4 personas comen un pollo cada una, hasta en el caso de que una sola coma los cuatro y las restantes tres, miren), la violencia sexual no pasa por el instrumento con la que se lleve a cabo. Una vagina, puede ser tan eficaz, como un pene u otros instrumentos que se usen para señorear, someter, desde una posición ventajosa de poder, por sobre un menor que no tenga poder de decisión, así se trate de su propio cuerpo. El estado, mediante sesgadas facciones de interés, que hoy reclama a los actuales adultos que no cometan actos abusivos, como un piropo descortés o una gestualidad que atente ante lo que otro considere una acción cosificante, es el mismo que permitió, generó e impulsó, apañando, con su indiferencia, que los que fuimos niños algunas décadas atrás hayamos sido creados bajo la impronta de realizarnos lo antes posible, impulsando a que fuéramos, entre tantas barbaridades, víctimas de prostitutas que en aquel entonces, legalizadas y prestigiadas en su oficio, se nos rieran al querer creer que queríamos tener una primera vez con ellas, cuando en verdad estábamos siendo ultrajados. El mismo estado que cerró esas whiskerías que antes reinaban, al oscurecer la ciudad, bajo el guiño, cómplice y sarcástico del adulto, se constituía en la escuela, en donde en vez de la actual impartición de educación sexual, se violaba, sistemáticamente al menor. Un estado, que pese a cambiar, insistimos, por intereses facciosos, su perspectiva en cuanto a la sexualidad pública, concomitantemente, debe escuchar a los que fuimos sus víctimas, por acción u omisión, además de exigirnos, como nos hace, la adaptación a nuevas reglas culturales, que a la velocidad de la luz se plasman en la normativa.


Quién supo alguna vez, entre tantas cosas, expresar "no nos manejamos por twitter, facebook, y la puta madre que lo parió” (Colombi, R. Declaraciones vertidas por radio dos, 5 octubre de 2012) bien podría agregar que tampoco hace política ni por WhatsApp o telegram y que tales diferencias son solamente, de estilo, de impronta, de perfil. Sin embargo, sí a estas sutilezas le agregamos que, en su retorno, tiene previsto, el señoreo, es decir el manejo de la cámara alta provincial, en donde el peronismo divido en dos facciones claras, le permite negociar (como ya lo hizo a fin de año) a bajo costo, para tener mayoría y de tal manera y por sobre todo, condicionar, en el buen sentido, institucionalmente, a la justicia, el regreso de Ricardo, no es entonces, un retorno de las bien merecidas vacaciones esteñas o de donde fuere, casi inercial o ramplón, es antes que nada la rúbrica de la omnipresencia del alter ego del actual, su contracara, el otro posible y real, que puede constituirse tanto en soporte como en aniquilamiento por la siempre odiosa y oprobiosa comparación.


Luego de dieciséis años de desierto y fracaso en materia de arte y cultura en la Ciudad de Esquina, cual ave Fénix resurge desde las cenizas y va camino a convertirse en Polo Cultural y de referencia en el norte argentino. Por primera vez, Esquina será testigo y disfrutará de la llegada de artista Mario Quinteros, oriundo de la ciudad pero olvidado por los propios, reconocido a nivel nacional y planetario.


John Dalton fue quien identifico la afectación que padecen algunas personas para distinguir cualquier color, llamada daltonismo en honor a su descubridor. El grado de afectación es muy variable y oscila entre la falta de capacidad para discernir cualquier color, -acromatopsia-, y un ligero grado de dificultad para discriminar matices de rojo, verde y ocasionalmente azul que sí son capaces de discriminar las personas con visión normal del color o tricrómatas.


He aquí la declaración que Jacques Alain Miller hiciera en Bogotá, en el seminario que sostuvo en 1998. Los analistas “somos profesionales liberales”. Dejemos la consideración genealógica, que nos lleva a los hombres libres de la Antigüedad, o la distinción medieval del trívium y el cuadrívium. Más bien entremos al sentido de aquel dicho, cuando se separa del “consejero del príncipe”, del experto, del spin doctor.


El sofista Protágoras tomó como alumno a Evatlo con la condición de que éste no le pagaría hasta que hubiera ganado su primer juicio. Pero el discípulo no consiguió ganar ninguno, por lo cual Protágoras lo demandó. El argumento que utilizó es el siguiente. "Debes pagarme, porque si vamos a los jueces, pueden ocurrir dos cosas: o tú ganas el pleito, y entonces deberás pagarme según lo convenido, al ganar tu primer pleito; o bien gano yo, y en tal caso deberás pagarme por haberlo dictaminado así los jueces".


La economía funciona por expectativas pero también por presente cotidiano, por "bolsillo" en términos de la calle, y ese presente se deteriora cada día más por el embate de tarifazos y aumentos continuos que hacen a una inflación con mucha vida propia. Por Esteban Concia.


Los analistas de la AMP se esfuerzan en un cometido: pasar a la Acción Política, entendida como Acción Lacaniana. Para ello se parte de un examen de actualidad, de amplitud variable:lo europeo, lo nacional, hasta lo global. Por Antonio Aguirre Fuentes.


Cuando desde estas columnas lo consigamos como “Uno de los siete sabios de Corrientes”, Yampey con su enorme sabiduría musito una sonrisa, tal como nos tenía acostumbrados cada vez que podía recordarnos de la importancia de la cosmovisión guaraní, en su condición de antropólogo cultural, en su calidad de heredero del acervo más preciado de la tierra sin mal, pero por sobre todo, en su calidad y candidez de persona, sabía muy dentro suyo que las cuitas comunicacionales necesitan a veces de títulos que llamen la atención, de hipérboles contundentes, sin embargo el haberlo considerado de tal modo, y en su caso, no era una exageración, en todo caso un humilde reconocimiento. Conocedor del alma humana, y por ende de sus riquezas como de sus miserias, Yampey fue el único de la mesa histórica desde donde nos contemplaba, que rompió el cerco, que tuvo la grandeza y el tino de preguntar que sucedía en-rededor, teniendo en claro que el resto de sus contertulios nunca haría cosa semejante, sin por ello, juzgarlos a estos; “Son así” nos decía con un dejo de tristeza, a sabiendas de lo que podrían estar perdiéndose sus parroquianos de siempre. Al tomar conocimiento de la nota que a modo de homenaje transcribiremos, no fueron pocos los que pretendían ese “título supuesto” de sabio correntino, que nos había surgido el consignar para la vida y obra de Yampey. En medio de la polémica suscitada, muy por debajo nos miró fijo y nos dijo “Levanto polvareda”. Ojala que todos y cada uno de los que hayamos conocido a Yampey, tomemos como referencia su calidad humana, así nos obligaremos a no extrañar su presencia física, pues su legado es enorme, sideral, siendo parte, sin duda alguna, de las páginas más destacadas de nuestra historia.


Para J. Lacan el síntoma es una manera que encuentra el sujeto de gozar. Gozar que no es placer, sino una satisfacción paradójica que implica a las pulsiones parciales y conlleva a la vez sufrimiento. Días atrás el gobernador de Corrientes, de acuerdo a medios nacionales, se desmarcó de la pauta inflacionaria propuesta por el gobierno nacional, al que pertenece, planteando que bajo su administración los sueldos le ganarán a la suba de precios. El problema no fue la expresión en sí misma, que no sólo es razonable como tal vez necesaria, sino el tiempo en que lo expresó, en un contexto nacional en donde el tema inflacionario vuelve a situarse como el nudo gordiano de la argentinidad actual. El gobernador, con un gabinete (en sus primera líneas) viejo, agotado, que no puede ofrecer nada de lo que ya ofreció a la mayoría que debe seguir seduciendo o encantando (la correntinidad que se identifica con el Eco liderado por Ricardo, y que atraviesa este desafío por primera vez, el seguir sosteniéndose con el liderazgo simbólico de otra persona que no es el mercedeño) se interna en el mar embravecido de las tensiones del poder, con este salva-vida de plomo, que lo insta a seguir en campaña, pero con la fórmula vieja, habiendo cambiado sólo ciertos envases o etiquetas. Recibe a los mismos deportistas que su antecesor, recorre los recovecos de la correntinidad, sin helicóptero, pero con la frugalidad que le dan sus años y la simpatía y carisma que le fue otorgado por la providencia.


¡Cuán poco se requiere para ser feliz! El sonido de una gaita. Sin música, la vida sería un error. El alemán se imagina incluso a Dios cantando canciones. Friedrich Nietzsche. El ocaso de los ídolos o cómo se filosofa a martillazos.


Conceptos fundamentales: El ser liberal. Palabras de Carlos Moratorio. Club de la Libertad. Corrientes.


“De la misma manera que la moda crea adornos, crea también la justicia” (Pascal, B. “Papeles Clasificados”).


De tal manera la definió en acto público el Gobernador Dr. Gustavo Valdés, al jefe Comunal del novel municipio de “El Sombrero” (Departamento de Empedrado) Raúl González. El intendente no toma ni un instante de pausa para detallar, como planifica su comunidad, que de un histórico responso de sombra (donde cuenta la leyenda alguien olvidó un sombrero) debajo de una arboleda, se proyecta como una localidad en la que se trabaja hasta para que tenga una extensión universitaria, producto de las múltiples y oficiosas gestiones de González quién se hizo de la intendencia arañando el 70% de los votos totales.


“El poder es tolerable sólo con la condición de enmascarar una parte importante de sí mismo. Su éxito está en proporción directa con lo que logra esconder de sus mecanismos. ¿Sería aceptado el poder, si fuera enteramente cínico?” (Foucault, M. Historia de la sexualidad. 1. La voluntad de saber. Siglo XXI. Madrid, 2005. pág. 90)


Enmudecieron los pasantes ante tan cruel reprimenda del canino que ostentaba el cargo de Capitán de la guardia destinada a la puerta principal y única al sanitario, que contaba sólo con un retrete color verde agua, en pésimas condiciones, pero que aún servía de recipiente para líquidos humanos.


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