La imagen, sintética como simbólica de lo democrático, es la urna, la caja, el cesto, su ranura, apertura, pliegue, donde cada cierto tiempo, penetramos con el sufragio, inoculamos el voto, en tal espacio y acabamos, terminamos, por lo general en el goce que se confunde con placer, extasiados por haber cumplido el mandato, lo dimanado por los mandantes o por sus leyes, creyendo que en verdad, estamos eligiendo, libremente y sin condicionamientos.


Los esfuerzos incesantes para desterrar el dolor no consiguen otra cosa que variar su figura: ésta es primordialmente carencia, necesidad, cuidados por la conservación de la vida. Al que tiene la fortuna de haber resuelto este problema, lo que pocas veces sucede, le sale de nuevo el dolor al paso en mil otras formas, distintas, según la edad y las circunstancias, como pasiones sexuales, amores desgraciados, envidia, celos, odios, terrores. Ambición, codicia enfermedades, etcétera. Y cuando no puede revestir otra forma toma el ropaje gris y tristón del fastidio y el aburrimiento, contra el cual tantas cosas se han inventado. Y aunque se consiguiese alejar éste, difícil sería que no volviese en cualquiera de las otras formas para empezar otra vez su ronda; pues entre el dolor y aburrimiento se pasa la vida. Arthur Schopenhauer, Existencia, Hastío y Dolor.


En el mismo momento en el que familiares y amigos de “Tamara Salazar” reaccionaban con iracundia ante el fallo de la justicia correntina, en Madrid, miles de ciudadanos salían a las calles, plegándose a una marcha, contra otro fallo, contra “la manada” un grupo de abusadores que ultrajó en la península a otra víctima que quedo también sin justicia. Una pena que aquellos que piensan que estas reverberaciones de una institucionalidad que debe ser repensada, reconformada, rediseñada, como el poder judicial, crean o pretendan que estos “síntomas” en su plena significancia psicoanalítica, se resuelve mediante proyectos de declaración o de campañitas de marketing de turno, sustentadas por el erario público, al servicio de los familiares y amigos de los del elenco estable del poder, que con la mirada cómplice de los que comen de las migajas de estos, creemos que todo pasara, por la simple inacción de no hacer nada.


Las sociedades humanas, se mantienen unidas por un poderoso impulso imitativo; pero este impulso es también la raíz de las crisis que amenazan con disolverlas, cuando la necesidad de imitar a los otros irrumpe en la voluntad de apropiarse de las cosas del otro y da lugar a una guerra de todos contra todos. Entonces sucede un poco como en los estadios de fútbol, en los que la ira de los aficionados tiende a descargarse unánimemente sobre el árbitro, la concordia solo se restablece encontrando un chivo expiatorio contra el que orientar la violencia (La violencia y lo Sagrado de Girard).


Tal es el nombre del siguiente título (sexto en ser editado) de Francisco Tomás González Cabañas, que se convertirá en libro mediante el sello Camelot, de Asturias España. La obra, de filosofía política, va cosechando diversas fechas de presentaciones.


La ex presidente, en su segundo mandato, hacía referencia, en conferencias públicas de la existencia del “Partido Judicial”, tal vez en aquel entonces, muchos, creyeron que tal definición tenía más que ver con el relato de la ex mandataria que con la realidad. Años después, bajo la presidencia del ex de Boca Juniors, sectores vinculados, al verdadero poder o poder real, que se instituye y que se justifica mediante el judicial, propiciaron la medida, por todos observadas como discrecional (intervención del Partido Justicialista a nivel nacional), que más que afectar al primer mandatario, parecería estar destinado a poner una alternativa y por ello un condicionamiento, a la socia principal del gobierno, la abogada del Chaco que días atrás expresaba públicamente que destituiría al Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación. El caso del juzgado federal de Paso de los Libres en Corrientes, es una muestra para comprender el paradigma al que referimos.


“La palabra se define y nos define, ¿acaso no hemos llegado hasta hacer surgir el universo de ella? Y ¿no hemos asimilado nuestros orígenes al parloteo de un dios charlatán? ¿Qué seríamos sin el lenguaje? (Subirats, H. “Desde el lugar del otro”. Filosofía y sexualidad. Editorial Anagrama. Pág. 70. Barcelona. 1993). El concepto nodal de lo democrático es la palabra. El sujeto histórico del sistema político es ese logos. El significante de la democracia es el verbo, el término, el vocablo, estos suaves y ligeros matices en que varían como significados, no dejan de estar inscriptos en el orden simbólico de la palabra, es decir de la, o de lo, político. La democracia, en la identificación con la política, no en la identidad dado que ésta como nos recuerda Eric Laurent es un vacío, no es más que palabra, que como significante, y tal como nos alecciona Jacques Lacan en la “Lógica del fantasma” no podría significarse a sí mismo y por ende, funge, mediante lo que representa o tras la representación. A propósito de tal seminario citado, escribe Enrique Tenembaum, en el artículo “El inconsciente es la política”: En una sola ocasión Lacan asevera que el inconsciente es la política. Lo hace en la “Lógica del Fantasma”. (Seminario del 14 de diciembre de 1966).


La prueba contundente de lo que afirmamos, es que tanto legisladores como funcionarios, prescinden de los servicios que le podría prestar un profesional o quién oficie de comunicador, para dejar tal tarea en manos de amigos, familiares o entenados, cuando no, ellos mismos, en modo selfie, emitiendo el certificado de defunción a la ya nefasta y fascista “gacetilla de prensa” para dar nacimiento a esta epocalidad de imágenes casi automatizadas de móviles inteligentes que capturan instantes vanos e intrascendentes y al ser replicados se transforman, en el sinsentido de la inteligencia artificial, en una noticia digna de ser avalada, compartida y vuelta a replicar.


El PJ nuevo Barrionuevista, no tiene candidato a presidente de peso razonable, porque plantea la unidad "con todos" incluyendo cristina. No es que no sea viable el tema, la cuestión es quedas pegado al kirchnerismo y en ese contexto la figura de cristina tendrá más peso e impregnara su tufillo insoportable para las capas medias argentinas que toleraran salirse de Macri pero no para volver al stalinismo argentino.


No se trata de las fuerzas armadas revolucionarias de Colombia, devenidas en partido político, menos en el contexto en donde la ETA se declaró disuelta, pidiendo perdón y repitiendo hasta el hartazgo conceptos democráticos. La sigla que tanto terror, dolor, en nombre de causas nobles, causó o contribuyó a consolidar, pasan a significar, una muestra más de la trémula, como contundente derrota de los hechos, de las acciones, del tránsito en que nos encontramos a ser y pretender traducciones de traducciones, en donde finalmente nada es tan distinto como aquella primera gran aporía que nos definió como humanos; aun pensando que somos individuos sociales, ¿Podemos tener la flagrancia de creer que nada es más importante de lo que pensemos o sintamos para implementarlo en esa comunidad que condicionamos o es exactamente al revés y apenas sí somos vocablos de una narración que nos excede?. Sí desde el estado no se insta a pensar, se está instando, por acción u omisión, a que se subleven contra él, mediante cualquier tipo de formas que excluyan la serenidad del pensar y la palabra, de esta manera las violencias sociales, como la inseguridad, pueden terminar en milicias paralelas que devuelvan la violencia del sometimiento, con más violencia e ira, dado que se privan de simplemente ser más humanos o algo humanos para poder diferenciarse de sus violentos victimarios.


La agrupación peronista “La Don Julio Romero” remitió una solicitud al Interventor del PJ Nacional, Luis Barrionuevo, con las consideraciones siguientes: “Disponga Usted, el desalojo inmediato que hubieron de realizar inescrupulosos e ignotos personajes, que mediante el accionar llevado a cabo disolvieron las obligadas prácticas democráticas, enmarcadas dentro de lo que dispone el artículo 38 de la Carta Magna, dejando al PJ Corrientes secuestrado política y jurídicamente, a merced de los oscuros y difusos intereses sectoriales que estos hombres, denunciados pública como judicialmente cuando pertenecieron a la matriz Kirchnerista por la posible comisión de ilícitos varios, representan, alejados de la voluntad del afiliado al que se le impide el derecho a voto, como a participación y por ende al espíritu de la doctrina justicialista…Proponemos como interventor del PJ Corrientes, al histórico dirigente sindical “Eduardo Mario, Coco, Gerding” presente, en cuerpo y alma, arriesgando su vida, en las batallas más decisivas por la libertad, encabezadas por diferentes compañeros en distintas épocas, tal como lo tuvo como testigo privilegiado y por poco también víctima en la pizzería de Avellaneda, cuando hubo de ser ultimado a balazos Rosendo García, o en los cientos de actos acompañando como mano derecha a Lorenzo Miguel cuando el peronismo se jugaba por el destino de la patria y la libertad.


Todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria, o sin ellas (sólo que las primeras parecen tener más valor, sobre todo para los miembros del ejecutivo) elegirán sus candidatos para las próximas elecciones, mediante sistemas, convocatorias que finalmente alejan a la ciudadanía de la posibilidad concreta y directa de elegir o participar. Tal como dice una frase granadina los partidos se transformaron en “paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos”. Declaman en querer que participen en los mismos, pero al final del día, los que tienen mucha participación, judicializan la misma, esgrimiendo inconductas, prefieren echar antes que amnistiar y terminan sus actuaciones en el tribunal correspondiente. Los más noveles se nutren de número antes que de conceptos, y prefieren no hacer algo más allá de lo que señale el manual de márquetin de los tiempos que corren. La conformación del “test 38” para determinar la “democraticidad” de los partidos políticos correntinos.


El problema no es el delincuente menor, por más deplorable, como cobarde sea su amenaza, intimidación o bravuconería. Tampoco son el problema en sí mismo quiénes mandan a tristes y grises don nadie a pretender escarmentar a medios de comunicación, en nombre de un sello partidario o de sus difusos como confusos intereses que pudieran tener, para colmo, flojos de papeles y por ende intervenidos en la justicia. El verdadero problema, consiste, que la comunicación, tal como en Ecuador en Guatemala o en tantas otras aldeas occidentales, se encuentra a la postre, al alcance de sicarios que por agredir a los que comunican pensando, logran un mendrugo más que les hace algo más soportables sus lastimeras existencias. Tanto el gobierno nacional de Macri, el provincial de Valdés, como el municipal de Tassano, tienen la posibilidad de instituir reglas claras para la distribución de pauta publicitaria oficial, de forma tal que la libertad de expresión se pueda desarrollar, como fundamentaron ministros de la Corte suprema de la Nación en el fallo “Clarín” en su sentido lato, y no sea un escudo para usarlo ante el primer truhan que pueda tener como miserable misión el arrojar piedras contra el que dice pensando.


A través del acuerdo de cooperación, la Municipalidad se compromete a otorgar un subsidio a MAPAC destinado a alimentación, medicación y resguardo de los caballos que son tratados en el lugar.


Así como el Macrismo (Pro) se gestó desde la finalidad de hacer llegar elementos subjetivos (empresarios) para de comandar las empresas, pasar a la administración de ciudades, del país y del sistema político (es la tensión que describe muy bien el historiador y periodista Pagni, con los radicales quiénes asumen al Pro como una circunstancia para retornar y estos los consideran a aquellos una instancia a superar) en Corrientes, las condiciones estarían dadas, para que se le ofrezca a la ciudadanía, el remozado perfil de un empresario, de alguien comprobadamente eficaz, eficiente y capaz de crecer en el siempre mencionado “ámbito privado (una suerte de infierno para la correntinidad de la tierra sin mal, o al menos lugar en el que nadie quiere estar o del que muy pocos, como este caso, pueden salir airosos) que con poner a la consideración pública su éxito, el material por supuesto que es el central para el sistema político-cultural, podría generar un efecto entusiasmo como contagio. Ya se ha probado con deportistas, artistas y chamameceros, la próxima elección podría ser la gran oportunidad de poner en valor, a quiénes tienen el número del éxito en sus manos y mediante los mismos generan trabajo y desarrollo.


Reflexión para aquellos que sólo creen en lo establecido, en lo que paradojalmente no existe; es decir el número, la realidad, lo concreto, la línea, lo recto. En nuestra democracia parroquial, monacalmente aterida en una cuestión de fe, que se valida mediante elecciones obligatorias, se viene perdiendo sistemática y progresivamente, todas y cada una de sus razones de ser, profundas como secundarias. No hablamos de valores como la alternancia, de aspectos decorativos, como podrían ser la participación ciudadana o la calidad democrática o elevar el prestigio de los hombres que nos representan sentados en el pináculo. Nos encontramos en un estado de cosas, en donde no sólo que los viejos y grandes problemas o siguen siendo los mismos, sin mejorarse, o se empeoran (el sólo paso del tiempo sin que mejore, prometiendo lo contrario, es un perverso empeoramiento) sino que se socavan, inercialmente, el edificio teórico e institucional, desde el que normativamente hacen aplicar el estado de derecho. No tenemos oposición, no porque esté prohibido por una ley (lo cuál sería burdo, dado que ya se operó de esta manera) sino porque el propio sistema se va devorando sus anticuerpos, su propia conformación, su lógica, su identidad, su espíritu. Por esta misma razón, es que seguimos sosteniendo el gabinete ciudadano, un espacio que no proponga otras cosas, que no sean las previamente digitadas y dimanadas, por la agenda automatizada que gobiernan incluso, las ideas y deseos, de nuestros soberanos.


Con el enorme desarrollo actual de las “redes sociales” los manipuladores han hallado un nuevo campo de acción torcida, el cual se presta muy bien para guardar un factor que interesa sobremanera al manipulador de personas, grupos o sociedades enteras: el anonimato.


Mientras en ambas orillas del río Paraná, lo político-judicial, se dirime entre disputas acerca de quiénes caerán en la gracia (del ungimiento, como el de ser juez, o aconchabado en el estado que es lo mismo) o en la desgracia de transformase en perseguidos por estos, la crónica de los diferentes medios (que; o son de quiénes ocupan u ocuparon algún cargo en los poderes del estado; o tienen carnales relaciones con sus ocupantes) derraman ríos de tinta para inundar con argumentos, de acuerdo al oportuno interés que estén defendiendo, amalgamando un pacto tácito con todos y cada uno de los ciudadanos que sabemos que muy poco de todo esto es cierto, en el mejor de los casos, tal vez, y con toda la buena voluntad (es decir cuánto percibamos de la que se están llevando en nombre de todos), podemos hacer el esfuerzo para que pueda resultarnos verosímil, al menos una de cada tantas páginas que destiñen con la perversidad de que buscan una verdad inexistente o que no la pretenden de ningún modo. Lo democrático-institucional deviene en un fenómeno estético, nominal, casi azaroso, en donde todo lo que pueda ocurrir, políticamente, esta privado de todo tipo de lógica racional.


El término que dio origen a una publicación francesa, es la transcripción afrancesada del vocablo de origen hebreo Tikún Olam, un concepto de uso frecuente en el judaísmo tradicional empleado en la tradición cabalística y mesiánica, que significa (todo al mismo tiempo) reparación, restitución y redención, y que recuperan en gran parte, y entre otras, la concepción judía de la justicia social. Tiqqun es la reverberación de un Partido Imaginario que, partiendo del lugar en el que se encuentra, de su posición, emplea o persigue el proceso de polarización ética, de asunción diferenciada de formas-de-vida. Este proceso no es otro que el Tiqqun. Es el devenir real, el devenir práctico del mundo; el proceso de revelación de toda cosa como práctica, es decir, ocupando su espacio en sus límites, en su significación inmanente. El Tiqqun es que cada acto, cada conducta, cada enunciado están dotados de sentido, en tanto que suceso, se inscribe a sí mismo en su metafísica propia, en su comunidad, en su partido.


Se realizó en la Sala Adolfo Mors un homenaje a quien fuera el primer director de esa institución cultural.


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