¿Qué pasa entre Ricardo y Tassano?.
Es cierto, es verdad, se debe reconocer, que antes de las elecciones del año pasado, no eran pocas las voces que alertaban de la falta de sintonía entre el entonces gobernador y el diputado provincial. Algunos aducían la historia, dado que el cardiólogo que se estaba candidateando, otra vez para intendente, hubo de arrancar, con el primo innombrable para Ricardo, otros daban pasos más y señalaban diferencias conceptuales de como veían y entendían la política.
Lo cierto es que triunfo mediante, a pocos meses de instalada la gestión municipal y cuando todos, algunos incluso operando para ello, presumían de un divorcio entre el ex gobernador y el actual, el promotor de este y actual senador, apuntó sus cañones políticos, ya sin disimulos hacia el alcalde la ciudad de Corrientes y correligionario suyo.
No sólo que en el atardecer de su experiencia política, Ricardo posee o al menos, tiene la posibilidad de hacerse con mayor serenidad y por ende sabiduría, sino que ha sido y es una gran virtud suya el manejo de los tiempos políticos.
Por tanto es imposible hacerse el distraído, creyendo que sus declaraciones, a más de tres años para una elección en el ejecutivo capitalino, como en el provincial, tenga algún sentido arriesgar nombres, partidos, candidaturas y demás. Mucho menos, que dijo lo que expresó porque lo escucho por ahí o porque no tenía nada mejor que hacer un domingo de esos que solo lo llenan los nietos.
Si quedase alguna duda, menos aún, bajo la tesitura política que deslizo, que el otrora rival político de su espacio, mediante un “paso surú”, pretenda ser nuevamente jefe de gobierno, esta vez por Eco más cambiemos, obstaculizando una necesidad lógica de todo jefe comunal, de ir por un período largo de ocho años o de dos mandatos, como el que podría aspirar, naturalmente, el actual jefe comunal Eduardo Tassano.
A todo el círculo político, le quedó en claro, este desplante, esta befa tenaz del mandamás contra el principal intendente, a nivel cantidad de habitantes, que habita el mismo espacio político, pero que, contundentemente no cuenta con la aprobación del jefe político y porque no líder espiritual de la política correntina.
El cardiólogo tiene un desafío, mucho más grande que la gestión municipal, que la herencia recibida, que los contratiempos, que los infortunios que le pueda presentar el clima y los mensajes a favor de la sustentabilidad y los valores éticos como ciudadanos.
Ha sido elegido como rival o al menos como “fronting” del hombre más importante a nivel político de los últimos años. Esto habla a las claras que debe tener, mucho más que buen corazón o que otras virtudes que se le conocen y se saben.
Algo, que no controlan los que quieren todo controlar, está latiendo en la Ciudad y el problema no sería que continúe por otro mandato, sino que ese latir se extienda a la provincia.
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