El logro es de investigadores del Conicet y la UNR. El hepatocarcinoma es el segundo cáncer más letal. El equipo es liderado por el biólogo Christian Favre.
La fragmentación de la oposición beneficia únicamente a Macri y contribuye a su reelección”, dice el documento aprobado por unanimidad por el Frente Renovador en su congreso nacional en Buenos Aires.
Demostrando lo infalible del axioma que reza que acumulación de poder no se traduce siempre en la toma de la mejor de las decisiones, el gobierno sempiterno de ECO, mediante la propia y entusiasta voz del gobernador, quién declaró a sus anchas que tras las elecciones viajará a China, tomó una decisión política que trascenderá el tiempo en el que continúe en el poder.
Es la innovación de modelo de negocio o propuesta de valor
apalancando nuevas herramientas digitales. El concepto principal es que dentro de esta actividad de innovación digital, lo digital es táctico (una herramienta) y el enfoque estratégico está en el área de negocios (modelo de negocio y/o propuesta de valor). Lo importante es que no sea una cuestión de innovar solo por innovar sino por razones de negocio o por razones de responder a necesidades de unos usuarios que luego, repercute directamente en una transformación de algún negocio.
Podría decirse que las campañas electorales (hasta los mismos protagonistas lo reconocen, bajo el eufemismo de campaña tranquila en esta oportunidad, que devela el desinterés y el desconocimiento de una porción de la sociedad, por no decir la mayoritaria, a las que se le obliga votar) empiezan a transitar el sendero de la oligofrenia. Así también lo reconocieron, quiénes bajo términos futbolísticos se sienten que enfrentan a otros equipos sin arquero. Independientemente que la figura funcione para partidarios, adeptos y hasta se condiga con la realidad (es decir que ganen por goleada) no es bueno que los hacedores de lo institucional, los políticos con poder, sólo tengan en mente ganar, que no reparen en que necesitamos de todos, para mejorar la comunidad, y ese todos bien podría ser, de hecho se eligen legisladores, que redacten una ley provincial, para que por norma legal, en todas y cada una de las elecciones, los candidatos tengan la obligación de debatir en público, la rutina de los actos, autistas, de los militantes rentados, agitando las banderitas y sacándose fotos con pobres a quiénes les vuelven a prometer, o los envuelven con las promesas, debería ser un capítulo del pasado sí es que de verdad se pretende mejorar nuestra calidad democrática.
La tercera vía fundada por Perón, pudo haber sido real y efectiva hasta los tiempos en que su vida expiró. La propuesta, que tardíamente, valoran en la actualidad desde las fronteras de Occidente, de estar en la intersección entre el liberalismo y el comunismo, pudo haberse consustanciado de sentido geopolítico y político filosófico, hasta unos años más luego de caído el muro de Berlín. Seguir insistiendo en este imposible, de reconvertir, deconstruir o regenerar un peronismo de tercera vía, como tercero excluyente, es ni más ni menos que dejarlo arrumbado en el olvido de la historia, o en la libre disponibilidad de los oportunistas de feria, que, por derecha o por izquierda, y sin esgrimir, razones conceptuales, se sienten con la autoridad política y teórica, de expresar que el peronismo tendría más sentido por ejemplo, como una subsidiaria del socialismo o en su epifenómeno populista o progresista como lo fue de un tiempo a esta parte en América latina.
“De los fundamentos del estado, se sigue, con toda evidencia, que su fin último no es dominar a los hombres ni sujetarlos por el miedo y someterlos a otro, sino, por el contrario, librarlos a todos del miedo para que vivan, en cuanto sea posible, con seguridad; esto es, para que conserven al máximo este derecho suyo natural de existir y de obrar sin daño suyo ni ajeno. El fin del estado, repito, no es convertir a los hombres en seres racionales en bestias o autómatas, sino lograr más bien que su alma y su cuerpo desempeñen sus funciones con seguridad, y que ellos se sirvan de su razón libre y que no se combatan con odios, iras o engaños, ni se ataquen con perversas intenciones. El verdadero fin del estado es, pues, la libertad” (Spinoza, B. “Tratado Teológico-Político. Alianza Editorial. 1997. Madrid. Pág. 411).
Los hombres y mujeres que integran las listas de su frente político, como los que forman parte de todas y cada una de las listas que se proclaman opositoras, están siendo golpeados en su dignidad, respeto y decoro. Lo más grave señor gobernador, estamos siendo faltados en el respeto, cada uno del millón de correntinos, por la cruenta idea, de la que lo han persuadido, el grupo de tareas camuflado en asesores de comunicación o consultores políticos, a los que usted segura y religiosamente les paga con todas las de la ley.
Que nos muestren la pobreza y la marginalidad que no pueden contrarrestar, habla más de nuestra propia sumisión o servidumbre voluntaria que del grado de perniciosa perversidad en que cae cierta clase dirigente. Debiera avergonzar el turismo por las zonas carenciadas, incluso más, en nombre de la libertad, como de las buenas costumbre, tendría que estar prohibido que circulen por redes sociales y se repliquen en medios, la pobreza cruenta, a la humanidad depauperada.
En un sondeo reciente, llevado a cabo en el NEA Argentino, más del 95% de los consultados, desconocía la existencia de sujetos como Gramsci y Foucault. No es casual. Ambos autores definieron, la hegemonía cultural como la pos-hegemonía, como los dispositivos, las formas, las maneras, mas edulcoradas, amables, afables o suavizadas, mediante las cuales, todo se sostiene como está, independientemente de cómo estemos. Nunca importaron los resultados, sino como resulte aquello que al parecer se pone en cuestión. En verdad nada está en cuestión. Sí existiese en la actualidad algún líder opositor, que se proponga un cambio fundante o sustancial, lo primero que debiera hacer, es no participar en el juego electoral, de amañadas reglas que lo único que propone es que los ganadores de siempre, se legitimen mediante el ceder de supuestos roles opositores a otros grupúsculos que son más parte del problema que dé una solución supuesta o hipotética. No estamos haciendo teoría o abstracción. Sucede en Venezuela, más allá de qué modelo nos tenga más cerca. El Presidente que de acuerdo a la aceptación de varios países, se encuentra a cargo, llegó mediante un proceso, en donde como parte de una oposición, se negaron a participar, una y otra vez, a las convocatorias que proponía lo que ellos llaman el “régimen” o el gobierno que dicen usurpador, dado que lo acusan de sostenerse mediante elecciones fraudulentas de las que no participaron, denunciándolas en los papeles como en los hechos como tales.
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