Ante la necesidad de definirse o de reconocerse en su identidad, la democracia eligió transformarse en lo simbólico de la jornada de votación. Votar y poder decir cualquier cosa alcanzaba para ser considerado válidamente democrático. El problema se volvió a constituir cuando en desmedro de esa fuente conceptual, la democracia se totemizó en el símbolo y se codificó en lo numérico. Democracia pasó a ser la cantidad de votos que un partido, un líder o persona, pudiera cosechar como representación de adhesión. La democracia es actualmente todas las palabras que se puedan decir en un lugar público, sin que sobrevenga una fuerza de facto para prohibir tal dinámica. Por más bueno o positivo que parezca, sin embargo, la democracia se encapsuló, se encorsetó en lo numérico.
En los tiempos “foucaultianos” la mayoría de los países occidentales, salían de las experiencias bélicas, por intermedio de procesos políticos, con ingentes dosis totalitarias y la idea de libertad, asociado a una suerte de “revival” de lo democrático clásico, se imponía como una suerte de imposible a alcanzar o consumar. De hecho, en la definición de manual, la básica, la tradicional, la de a grandes rasgos, podríamos citar las siguientes líneas como las más representativas del pensamiento nodal de Michael Foucault que entre tantos conceptos referenciales entronizo la de Sociedad disciplinaria que como veremos a continuación se encuentra implícita en su obra, de acuerdo a remarcaciones como las de Deleuze:
“La suerte es la divinidad propiamente democrática; vale decir la divinidad de los iguales o más precisamente de los pobres-si entendemos democracia en sentido griego, esto es como dominio de los pobres sobre los ricos. Divinidad que preside el régimen que resulta del arrebato del poder a los ricos por los pobres-pues la institución democrática es por lo general de procedencia revolucionaria: surge de las armas y, cuando no, del miedo-, una vez que ese arrebato ha logrado prosperar encomienda su organización al imperio de la suerte. (Tatián: Pág. 108.)
Consideramos que uno de los principios basales de las democracias representativas, es el que determina “Una persona, un voto”, debe ser reformulado, debido a que mediante el mismo hemos edificado un sistema socio-político, que estableció, precisamente lo contrario, tanto en términos teóricos como prácticos, de lo que se ufana como definición y que por ende se propuso como finalidad. La frase fetiche que pretendemos erradicar, podríamos circunscribirla en una falacia de “finalidad”, es decir plantea un estado de situación potencial, ideal, de posibilidad hacia; de ninguna manera, puede ser considerado un principio respetable, legítimo o hasta formalmente correcto. El planteo que trazamos parte de la realidad de que todos, no sólo somos, sino que significamos, o poseemos un valor distinto para ese estado que nos promete aquello imposible, incumplible y utópico. La variable determinante es la presencia que el estado ha tenido o no, en el desarrollo de las vidas de los ciudadanos aptos para votar. Utilizaremos el límite de la consideración de pobreza, de acuerdo a las estipulaciones de organismos internacionales, que será el báculo para sostener porque el concepto de compensación se torna central, sí es que pretendemos una democracia que se precie de ser representativa de la voluntad del pueblo. Dentro del contexto o insertos en lo que se da en llamar “filosofía latinoamericana”, que sostiene como uno de sus principios la opción del pobre, creemos que el voto de estos tiene un valor diferente, de cinco, a diferencia de los que no están en tal situación.
Propuesta de reforma democrática; el voto anticipado.
El marxismo latinoamericano —como respuesta al teocentrismo medieval inoculado por la universidad como claustro del conocimiento—actúa como concepto enquistado en la filosofía política: vendría a ser como el opio de los intelectuales contemporáneos: nos limitamos bajo estas categorías eurocéntricas de Dios y de Marx para comprender la realidad política y filosófica, desde esa inoculación educativa que se realiza a partir de lo filosófico, únicamente entendido como ejercicio disciplinar, asentada no en el logossino en la vara del pupitre, en la férula de la nota autoritaria, en el mundo formalmente aceptado de lo académico
La adolescencia tiende trampas en la emotividad de quiénes, precisamente, adolecen de la adultez como para atemperarlas. El “peter pan” del peronismo correntino, a sabiendas de su condición de niño mimado de una facción del movimiento del General, en el fragor del poder que detenta, por ser portador de “compañía”, obediencia debida, obsecuencia o “lealtad”, no conforme con haberla tenido más larga (en las elecciones PASO del año pasado que lo catapultaron a su reelección en la banca) intenta esconder sus atributos, sus formas y su concepción machista y por ende vetusta y anacrónica, escribiendo sus comunicados públicos en lenguaje inclusivo, o agregándole la X como para no ofender, ni hacer prevalecer ningún género.
Sería una nueva jugada maestra del hombre fuerte de la provincia, quién podría conceder permiso a sus socios menores peronistas (los ahora partidos provinciales del diputado provincial y ex ministro, de la ex senadora provincial y el ex legislador y otrora funcionario nacional, y los de otros “dirigentes” que juntan votos en las colectoras de ECO a cuenta y orden de llamarse o decirse peronistas) como seguir condicionando a los intendentes del PJ, por las buenas (con la chequera de los adelantos del gobernador) o por las malas (con las súbitas acciones judiciales del poder político, perdón, judicial e in dependiente correntino) para que el actual vicegobernador, devele que no fue casual la reunión y el encuentro con el interventor, y hombre de los mandados de Jorge Milton Capitanich, quién de esta manera le ofrecería el verdadero segundo puente al Presidente Fernández. “Ganar” Corrientes, sin jugarla.
¿Cuántas horas les faltan en el día a las mujeres? Ellas destinan, en promedio, casi 6 horas por día al trabajo no remunerado entre tareas domésticas, cuidado de personas dependientes y apoyo escolar, mientras que los varones destinan sólo 2 horas diarias a esas actividades (según la Encuesta sobre Trabajo no Remunerado y Uso del Tiempo, INDEC). Esta sobrecarga de trabajo de cuidados que recae especialmente sobre mujeres jóvenes y pobres está vinculada a la falta de espacios y servicios de oferta pública o comunitaria que alivien la situación.
Mientras se siguen acumulando los datos de la economía real sobre el gran descalabro causado por el macrismo, se incrementan las presiones internas y externas en relación a la resolución de la gran deuda pública acumulada por la gestión anterior.
Seguinos
3794399959