Actualmente en México cuando se habla de cultura en el imaginario mexicano pensamos que es lo representado por las artes, por los lazos fraternos, entre otros, pero en los últimos años hemos relacionado cultura con nuestra historia y nuestra identidad.
Eduardo Fracchia desde su Resistencia natal, propuso una filosofía de la resistencia “interrogativa y crítica”, bajo estiletazos conceptuales alumbró sentencias como “el lenguaje es la morada del poder”. Reconocida su formación intelectual como su sensibilidad poética y su perspectiva política, instó también a que salgamos de los “aguantaderos filosóficos” dado que no hay camino seguro o cierto a seguir, sino uno a construir. Antes que estudiar la filosofía propuesta, Fracchia plantea involucrarse y comprometerse”. No podemos dejar de soslayar el compromiso con lo humano que anexa, indiscerniblemente el autor con la filosofía entendida y ejercida desde está posición, dinámica o de sobrevivencia. Martha Bardaro en su texto “Filosofía y poesía en Eduardo Fracchia” realiza la invalorable labor de introducir la obra del autor, dejarla al descubierto (por tanto en tiempo y espacio) más allá del propio sujeto, de su finitud y transformar el infierno satreano de la otredad en la validación correspondida y merecida de un pensador singular, resistenciano, resistente y promotor de una resistencia filosófica, mundana, comprometida, política, conceptual, estética y poética.
(Sueño extraño y más bien propio de la locura inherente a los filósofos que el que suscribe tuvo tal cual lo cuenta durmiendo con su hijo mayor en una pequeña construcción blanca emergida del vasto y plano campo de Alicante, un estrellada noche de un verano de estos, por Óscar Sánchez...)
Se desarrolló hasta el momento el análisis de los “gobiernos algorítmicos” sin que se pusiera atención al sistema político en general, que involucra a la gran mayoría de la dirigencia política (la que oficia de opositora y validante de los oficialismos) y los problemas a resolver o aspectos dilemáticos (que aparecen en agenda pública y publicada por intermedio de las intervenciones de dispositivos mediáticos), como los números o índices de pobreza, marginalidad o de variables económicas (morales o amorales, desde déficits fiscales, pautas de inflación o registros de capitales en paraísos impositivos), que sólo son trazadas y analizadas desde la variante numérica (como también lo ha sido la cuestión pandémica), ocluyendo la reflexión o la mirada en la huella primigenia de lo conceptual. Una otra nomenclatura que nos ofrecen las “democracias algorítmicas” de las que somos parte.
“Tómenme por lo que soy inequívocamente: letras colocadas unas al lado de otras, con esa disposición y esa forma que facilitan la lectura, aseguran el reconocimiento, y se abren incluso al escolar más balbuciente; no pretendo redondearme y luego estirarme para convertirme primero en la cazoleta y a continuación en la boquilla de una pipa: no soy nada más que las palabras que están leyendo.” (Foucault, M. “Esto no es una pipa”. Ensayo sobre Magritte. Anagrama. 1997. Barcelona. p., 38).
Etimológicamente es crear algo de nuevo. En el ámbito educativo, es el tiempo en donde se puede volver a interactuar sin las estipulaciones normativas dimanadas por la institucionalidad, bajo la égida del mando-obediencia y la dinámica de la autoridad disciplinar. Educados para formar parte de un mundo automatizado y tecnocrático, cada vez son más las voces que se agolpan para advertir que la educación tal como la entendemos no forma ciudadanos para una democracia que ofrezca la posibilidad de decidir. Desde la perspectiva del ocio, del entretenimiento, volviendo a valorar lo prioritario por sobre el negocio (que es precisamente negar la creatividad y el pensamiento) una serie de streaming, con altos índices de popularidad “El juego del calamar” escenifica con precisión quirúrgica las condiciones (sociales, políticas y económicas) infernales en las que hemos transformado nuestro existir de un tiempo a esta parte.
Desde la agencia “Comunas del litoral” se dio inició al programa “Un aporte a nuestra democracia” que consiste en solicitarle a legisladores de Chaco y Corrientes, como a funcionarios de gobierno e intendentes de ambas provincias a realizar un vídeo para instar a la ciudadanía a la participación electoral en el próximo turno de noviembre. “Preocupados por los bajos índices de asistencia al pasado comicio, que no pueden explicarse solamente por el fenómeno pandémico, creemos indispensable actuar con responsabilidad democrática y solicitarle a nuestros actores políticos, que más allá del lógico interés partidario, prioricen el interés democrático, recordando a la ciudadanía de la importancia del voto como lazo social indispensable para la institucionalidad” afirmo el fundador del agenciamiento Francisco Tomás González Cabañas quién en la ciudad de Resistencia logró los vídeos respectivos, en un primer turno de las diputadas Claudia Panzardi, Tere Cubells y los diputados Juan José Bergia, Nicolás Slimel y Rodolfo Schartz (los mismos se pueden observar en la cuenta de Facebook “comunas del litoral”).
Seguir creyendo aún que una elección se puede ganar bajo los viejos y perimidos dispositivos de las maquinarias electorales aquilatadas en las prácticas más nefastas de dádivas, condicionamientos y prebendas, es un craso error, para quiénes así la puedan continuar asumiendo y ejerciendo. Sobre todo, o especialmente en lugares o sitios, en donde las masas ingentes de ciudadanos, las hordas supervivientes, se reconocen por la creencia o el deseo, pertenecientes a una clase media, que puede fugar de los encasillamientos feudales de los que eran presa hasta no hace mucho tiempo atrás. El caso testigo y reciente, es el conurbano bonaerense, la tercera sección electoral, que dislocó su comportamiento electoral, abandonando su relación simbólica con el espacio o significante del “peronismo” regenteado por los barones y sus herederos de casta, al mando de la sucesora de la abanderada de los humildes.
Toribio tenía un mal presentimiento. Él no sabía nada de medicina, pero sus 34 años de vida le habían enseñado que esas cosas eran peligrosas. Sólo una vez había consultado al médico; habitualmente, las pocas veces que se sentía enfermo, iba con una curandera. En los esteros del Iberá, en el medio de la provincia de Corrientes, no abundaban los profesionales precisamente.
Tras la vigesimoprimera edición de la Maratón Filosófica, organizada por la Escuela Correntina de pensamiento y el Centro de estudios Desiderio Sosa de la mano de Francisco Tomás González Cabañas, cabe reconocer la riqueza de aportaciones que los diferentes invitados han realizado desde sus ámbitos de investigación a partir de la pregunta/disparador nuclear planteada por González Cabañas.
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