Sí uno expresa cupo generacional (como el cupo femenino pero para menores de 40 años), voto compensatorio (redefinición del contrato social para que el voto del pobre o marginal valga de acuerdo a lo que le debe el estado), demarquía (convivencia con lo electoral representativo, por intermedio de la cámara de dipunadores, idea conjunta con Carlos Coria) índice democrático (dotar a la democracia de elementos cualitativos para quitarle su cosificiación o aportarle la condición suficiente, complementaria para que lo democrático no quede en lo meramente electoral) o el gabinete en las sombras ciudadano (al estilo Inglés, pero no que surja de la oposición partidocrática sino desde la ciudadanía) está hablando de uno de los fundadores de la escuela correntina de pensamiento, Francisco Tomás González Cabañas, quién a días de que su provincia vivencie otra elección a gobernador, alista su próxima obra “La africanización democrática” que será editada por el sello Asturiano (España) “Camelot”.
Definida como condición necesaria pero no suficiente, lo electoral, la votación, la elección, ha sido sacralizada y totemizada por quiénes, por confusión o conveniencia, transformaron esta epocalidad, esta circunstancia, esta foto dentro de una larga película, en un Agosto fabuloso, en un negocio tan grandioso para ellos, como funesto para muchos otros. Usando las experiencias totalitarias de otrora (las dictaduras sostenidas en regímenes violentos), y sin reparar en que desde la supuesta recuperación democrática o tal primavera institucional, haber reducido lo democrático a la jornada electoral, no hizo más que cosifiquemos la elección o el acto de elegir, le pongamos un número, abstracto, totalitario y cerrado a la libertad política y quedemos encerrados en este laberinto del cual solo saldremos por arriba (es decir nunca volviendo los pasos atrás, pretendiendo acudir a métodos o formas que expresen violencia o irascibilidad, mecanismo funestamente utilizado en los tiempos dictatoriales), con la urna, con el número, con la cantidad, pero agregándole, calidad, sustancia, prestancia, relevancia, una construcción o pavimentación de un sendero que sea más que una ruta, que apostrofe un proyecto de industrialización que no priorice lo humano, la conceptualización del pensar, del mundo como derrotero del lenguaje por el que somos atravesados, mucho más que por las cosas que tengamos o dejemos de tener. La democracia no puede estar atrapada en un cuarto oscuro, la democracia debe ser ejercida a pleno en cualquier espacio público, mucho más allá y acá de un resultado. A la democracia la debemos seguir construyendo, con nutrientes que la hagan fortalecerse en su dimensión cualitativa antes que en la multiplicidad de su número, antes que la hiperproducción alocada y en serie que puede derivar en una metástasis social de la que no todos saldrán indemnes en caso de que no actuemos a tiempo.
“Los auténticos filósofos son aquellos estudiosos que colaboran al bienestar de los hombres y a la armonía de las sociedades. Es el buen ciudadano, aunque no haya leído a los clásicos ni especulado jamás sobre la inmortalidad del alma o las pruebas de la existencia de Dios” (Voltaire)
Desde el Laboratorio de Análisis de Fibra de Algodón del Centro INTI-Chaco, el Instituto acompaña a NyC Textiles SRL para el desarrollo productivo de gasa hidrofilizada y genera vínculos con empresas de diseño de indumentaria para diversificar la cadena de valor regional.
Mientras lo electoral trasunta sus derroteros, muchas veces, indignos y cosificadores de tomar al ciudadano como un número para que deposite su boleta (¿boleteado?) en la urna (¿vulva electoral?) el centro de estudios políticos y sociales "Desiderio Sosa" presento el índice democrático correntino que promueve, avala exalta las prácticas democráticas como la transparencia, la participación y la inclusión. Acceda al cuestionario completo destinada a los ejecutivos. Adelantaron desde el centro también la constitución, despúes de las elecciones del "Gabinete Ciudadano en las Sombras".
Dentro de una semana se perpetrará el acto democrático por antonomasia. En el frenesí de lo electoral, tanto la opinión pública como la opinión publicada continuará hablando acerca de porqué gano tal (existe una tesis de que quizá se complique la cuenta electoral y que se pueda asistir a un proceso parecido al de Tucumán en la elección anterior o de la Provincia de Bs As semanas atrás, aunque no abonaremos a esta posición, idea o sensación) y perdió su oponente, generando cuentas algorítmicas y matemáticas que cosificaran al dirigente, como a la agente toda, apodado como se lo apode y en el barrio o municipio que tracciono para tal o cual frente. Sin embargo, más allá para las loas para el ganador, el perdidoso, en la cultura democrática que venimos forjando para lo único que habrá servido es para hacer llegar un determinado número de diputados y senadores al parlamento provincial, quiénes serán los que se constituyan en los opositores institucionales o en su defecto se cruzarán de vereda con el oficialismo triunfante (en ambos bandos están los que la elección pasada entraron como representantes y ahora, meses después, están en el otro). La propuesta para el perdedor, o para el futuro opositor, pura y eminentemente democrática es la constitución del Gabinete en las sombras, tal como ocurre en la política Inglesa.
En este momento en el que se avecinan las elecciones, entrevistamos al doctor Paco Achitte, candidato a diputado provincial de la alianza Corrientes Podemos Más.
Uno de los sacramentos más importante de nuestra democracia puebleril, es sin duda alguna, el ejército de personas sin poder, que por orden, sugerencia o condicionamiento o invitación de ese poder, reparten las boletas electorales (algunos se quedan en el valor estético de estas y la relación al papel higiénico, creyendo que cambiando el color y gramaje del papel o transformándolas en electrónicas, cambiaran la democracia y con ello la política) a cuantos se le crucen por el camino en una carrera contra-reloj para supuestamente convencer al votante que lo tiene que hacer mediante esa boleta, porque recibió un pedazo de papel que tiñe las manos de negro y que en el mejor de los usos termina como anotador del almacenero. Es otro de los crasos y cruentos, errores de evaluación que hacen los pertenecientes a la clase política. Creyendo que no se es democrático, porque se critica a la democracia para mejorarla, para vaciarla de sus sinsentidos, de los que está plagada, los popes de la política, en una obtusa y confusa, defensa de lo que creen que terminara con sus prerrogativas (cuando es al revés, sí logramos modificar, enalteciendo lo democrático, no sólo los políticos mantendrán sus bienes materiales, sino que además podrán tener prestigio, honra, celebridad y prestancia fundamentada) ningunean las perspectivas críticas de lo democrático. No asisten e incluso más, mandan a denostar a todos los que de una u otra manera, piensan lo democrático, desde otro lugar que no sea el automatizado, el mecanizado, e industrializado, llamado lo electoral o la campaña política.
El centro de estudios políticos y sociales, “Desiderio Sosa” presentará el lunes próximo (2 de octubre) a las 19 horas en su sede central de la Ciudad de Corrientes (Plácido Martínez 1284) el IDECO (Índice democrático Correntino) que se conforma mediante dos cuestionarios cerrados (una para cada poder del estado que elige sus representantes mediante voto, quedando el judicial fuera del relevamiento, por no ser considerado “puramente” democrático) que arroja un resultado, mediante el cual se establece el ranking o tabla de posiciones de todos y cada uno de los integrantes de los poderes legislativo (provincial y municipales) y ejecutivo (provincial y municipales). Esta idea inspirada en el índice que a nivel internacional, realiza un medio Inglés pondrá en blanco sobre negro, prácticas que son harto demandadas por una ciudadanía que ya no sabe cómo expresar la necesidad de que la democracia tenga más que ver con lo que le sucede en el día a día del común de los ciudadanos. Participación, transparencia, claridad normativa, ejes prioritarios determinados por las problemáticas más acuciantes como las más importantes, son parte de las 18 preguntas (9 para cada poder relevado) que serán (de hecho en la página del centro ya figuran las correspondientes al legislativo) con las que se conforma el índice, y que a diferencia del medio de referencia (el Inglés que no brinda la información de los parámetros con los que conforma su índice) se harán totalmente públicas, dejando una entrevista personal para evitar ambigüedades o respuestas que no puedan ser evidentemente constatadas en forma pronta o inmediata.
Arriesgaremos la hipótesis que tenemos el profundo deseo de volver, en vez de Ítaca (que es el regreso, del cual etimológicamente proviene el término nostalgia) a la tierra sin mal. Probablemente y siguiendo la referencia con lo Griego, tal lugar no existió en el plano de lo real, posiblemente opere desde lo imaginario, tal como operó la Atlantis para los inventores de la democracia luego de que así lo narrara Platón. Podría señalarse que a decir del portugués estamos afectados de “Saudade”, es decir esa extrañeza, ese deseo de retornar o de que retorne algo, desde una valoración más sentimental o romántica. Esta podría ser la razón, por la cual en vez de hacer uso de recursos como la inteligencia o la astucia, como lo hiciera Ulises para volver, recurriéramos a la música, a la cítara, al haber creado el chamamé (en el sentido no de su origen, sino de la particularidad con la que se desanda) el rasguido doble o más acá en el tiempo a la cumbia correntina (otra vez, la resignifcación de tal ritmo, dotándolo de elementos melanco-depresoides). Independientemente de las discusiones musicales que se puedan desprender desde las anteriores afirmaciones realizadas desde un profundo desconocimiento en la materia, sólo diremos que el Universo del Chamamé tiene su epicentro en estas tierras. Un chamamecero es más que un poeta, por más que un poeta tenga menos prestigio que un prestamista en la evidencia palpable de que la condición nostálgica del correntino, lo es en tanto cultura, más no así en lo relacionado a lo económico, en donde como cualquier otra aldea occidental no escapa al principio de acumulación y ostentación de bienes materiales.
Seguinos
3794399959