Proponemos la institución de la siguiente carrera de grado, en verdad disciplina que de acuerdo a nuestra consideración, pueda ser encuadrada en el corpus académico, a los únicos efectos de contribuir a la sociedad con una preparación más reflexiva y por ende serena, de sus integrantes, que al verse más realizados en su condición de humanos, podrán devolver a su comunidad lo mejor de sí que tendrá estricta relación en cuanto a cómo y en que estén formados. No pretendemos una reforma en el área educativa ni en la esfera del colofón que le asigne la educación instituida como formal. Pretendemos sí, la institución del pensamiento, como objeto aprehensible, asimilable en forma concreta y específica para lo que demanda la sociedad, industrial, actual. Se sabe que como sujetos de la presente modernidad, estamos atados, a los resultantes que nos exigen en términos numéricos, a seres, como nosotros que somos seres hablantes, que incluso, somos hablados por la institución previa que es la ley, que es la palabra, que es la totalidad que representa el conocimiento, o el símbolo del padre o de dios.
“Con frecuencia se habla de los pobres desde las distancia, sin la mínima experiencia de sus situaciones, sin ni siquiera, a veces, desde una aproximación afectiva o solidaria, se lo convierte en motivos de pura ideología o de apropiación paternalista o de corrección política…Con los pobres, contra la pobreza parece un ajustado lema de realización. Como complementario de este otro: desde la pobreza elegida, contra la pobreza impuesta” (Camozzi, R. “Al encuentro de Jesús de Nazaret”. Editorial El perpetuo socorro. Madrid. Párrafo 19.).
La lucha y desesperación por conseguir un empleo público, buscando una forma de vivir sin trabajar, probará finalmente la fortaleza de nuestras instituciones. Abraham Lincoln.
Carles Puigdemont se dirigía a Bélgica para ponerse, como siempre, a disposición de la justicia belga, según el abogado del político catalán.
Por supuesto que los familiares de las víctimas (directas o físicas), están más que exculpadas para encontrar un entendimiento conceptual o claridad racional, para entender que nos ha sucedido hacia casi medio siglo atrás. Sin embargo, y esta es la razón de esta declaración, es hora y momento, de decirle también, nunca más, a los traficantes de ilusiones, que de un tiempo a esta parte se viven constituyendo, a costa de la sangre derrama por las víctimas y por las lágrimas de sus familiares, en una casta honorable de lamentadores románticos de la tragedia política vivida en los setenta, que esconde por detrás de esta máscara, de este perverso caballo de troya, el aprovechamiento politiquero y vil, de enarbolar una bandera, políticamente aceptable, para lograr hueros y meros posicionamientos en la competitividad electoral, que los unja con cargos lectivos o conchabos bien pagos, para que de esta manera puedan llorar con más ahínco y fruición por las víctimas verdaderas y sus familiares, quiénes, siendo aprovechados y exprimidos en su dolor y sin darse cuenta, les hacen el caldo gordo, a estos ilusionistas de pacotilla.
Ni el presidente Mauricio Macri ni sus ministros participarán de actividades por el Día Nacional de la Memoria, la Verdad y la Justicia, que repudia el golpe militar del 24 de marzo de 1976.
La Junta Ejecutiva del Sindicato Único de Trabajadores de Corrientes participó de asambleas realizadas en colegios e instintos terciarios de Capital, Virasoro, Goya; de localidades del sur y de la costa del Uruguay. “Los reclamos serán presentados el martes 27 a las 17 hs junto a un abrazo simbólico que realizaremos con docentes y alumnos frente al Ministerio de Educación” señaló el titular de Suteco, Fernando Ramírez. Las principales quejas son por salarios, designaciones irregulares de cargos, pésimo estado edilicio de las escuelas; cierra de carreras terciarias; retraso en el inicio de clases en los IFD. “Tenemos indicios de que hay una organización dedicada a la manipulación para la asignación irregular de los cargos”, advirtió Fernando Ramírez.
La renuncia del mandatario, acosado por las sospechas de corrupción y sobre el que pendía la amenaza de una nueva votación para destituirlo en el Congreso, colocan a Vizcarra ante la responsabilidad de asumir la más alta magistratura del Estado si el Congreso acepta este jueves la renuncia de PPK.
Horas atrás, se produjo una polémica, bizantina, entre la nueva forma que acepta que se escriba la palabra “Cuórum”, la real academia española y el desconocimiento, por parte de algunos acerca de este sustancial cambio o modificación, de sustituir la otrora Q por la C. La falta de número para que los cuerpos institucionales funcionen, son siempre circunstanciales, más allá de que puedan convertirse en una estrategia política, lo cierto es que la presencia suficiente requerida (el cuórum) habilita el inicio, formal de la sesión, concitando la atención de los allí presentes (naturalmente los legisladores y ciertos colaboradores de algunos de estos), que luego son replicadas, mediante dispositivos electrónicos que difunden en plataformas como medios, la actividad parlamentaria. Sin embargo, y sobre todo a cuenta de la restauración que se realizó sobre el edificio histórico, reluce la ausencia, en las imágenes tomadas, los días que fuesen (salvo en la asamblea legislativa de apertura de sesiones ordinarias) no ya del público, la ciudadanía, el pueblo o la gente, que en la borrachera romántica de un idealista de lo democrático, alguien podría desear que estén, abarrotando las gradas, sino del menos los que son parte funcional de tal poder del estado. El orden simbólico debe ser trabajado, de lo contrario, abandonarlo a la anarquía de lo inercial, hará que un día ocurran los hechos sin que nos demos cuenta siquiera del porqué.
El barquero, al que había que pagar (con un óbolo materializado en moneda) para ser conducido, una vez muerto, al Hades, cobra una repercusión tardía, merced a que es producto del fenómeno democrático griego. La aristocracia, tenía a Hypnos o a Thanatos, no necesitaban demostrar, mediante una moneda en el rostro, que algo más tenían que comprar, una vez terminado sus días en la tierra. Dante populariza a Caronte, que, resultante mitológico de lo democrático, hubo de instalar que más allá de la vida, se necesitaba, al menos un bien (la moneda) para llegar al responso final. Producto de la cultura medieval, el autor de la divina comedia, en pleno contexto de lo que se conocería como ventas de indulgencias o “simonía”, hace gala de su genialidad al dar visibilidad a Caronte, quién bien podría ser el representante fidedigno, de nuestra democracia occidental actual, del empresario de turno, corruptor como corruptible, el Odebrecht en América, el Scarano del Vaticano o cualquier apellido en las diversas aldeas de occidente que quedaron y quedan como emblemas de la relación, tanto irresoluta como inabordable entre política, poder, corrupción y democracia.
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