POLíTICA
14 de diciembre de 2017
Se necesitan de Auditorías Ciudadanas.
Debe estar cansado usted y con lógica razón y pureza en el corazón. Varios de los intendentes recién asumidos, y sobre todo, aquellos que suceden a los del otro signo partidario (tenemos 40 partidos, pero en verdad dos expresiones el oficialismo y la oposición, en donde los sellos en los que suelen acabar los partidos se amuchan o aglutinan para hacer masa crítica) declaran emergencias, estados financieros contables (flotantes, nebulosos, pretéritos y toda la semántica que la ciencia económica le ofrece) en donde reciben municipios destruidos, incendiados, acabados y a punto de disolver el principio sagrado de la continuidad jurídica del estado. No importa el color partidario, nunca ha importado, sino el rol, el nuevo oficialista, sí sucede a un opositor hará las denuncias de “vaciamiento” en las que transformará la comedia de diciembre, cargando de angustias en un mes simbólicamente complejo, a empleados y proveedores del estado municipal. En el gran verso de lo privado (nada lo es, todo es público, quiénes más expoliaron lo público instituyeron las quintas privadas para que nadie les reclame, legalmente, lo que les corresponde al resto, o en su defecto que también tengan todas sus respectivas quintas y se disuelva lo público) lo único que debería tener la lapicera de los nuevos intendentes, es la tinta para designar funcionarios que le implementen ideas como las propuestas, que prevalecen en distintas partes del mundo, entonces las transiciones, los traspasos y las sucesiones, en vez de ser complejidades públicas y conveniencias privadas (así en vez de poner a gente capaz, los de siempre, ponen a los amigos, a los compinches, a los cebadores, etc.) pasarían a ser situaciones comunes que consoliden la democracia mediante, prácticas democráticas como la auditoría ciudadana.
Usted debe estar cansado, y lamentablemente, cercano a comprender las imágenes que devuelve el televisor o las redes sociales. Un nuevo fracaso, a nivel nacional, de la política. La violencia en las calles, en las instituciones, la confusión en las palabras y en los números.
En nuestra realidad vernácula, el aún minúsculo grupo del FOB, lleva a cabo acciones, que en el caso de que tengan un acompañamiento mayor terminarían con la democracia puebleril. De todas maneras se sabe que la democracia no es un fenómeno popular. Sí del pueblo se tratara, la democracia tendría que haber sido superada hace rato, dado los lamentables no resultados para mitigar o lo que es peor haber aumentado la pobreza.
La clase política, la local, la parroquial, en vez de forzar la situación, de quedarse cruzado de brazos por la responsabilidad nacional o que siempre le excede (recordemos todas las intervenciones federales se produjeron por la falta de recursos que se alegaban que no recibíamos como teníamos que recibir, que en tal caso, somos casi arquetípicamente inviables o infelices para mantenernos por nuestros propios medios), en vez de estar jugando al reparto de los cargos, dada la cantidad de horas que el dirigente barrial supervisó la votación en tal escuela, le cebó tantos mates en los días complejos o le hizo otra clase de favores, debería empezar a poner, a premiar, a dar, a respetar, a las ideas que se implementan en el mundo y que se les ofrece, a diario y gratuitamente.
De lo contrario, la novela, de cuarta, de intendentes llorones, que hablan de sus antecesores cómo su fuesen criminales y después del acting, toman el mismo champagne en el mejor restorán del pueblo, terminara cada día siendo menos creíble y sostenible, por más pauta que se le deposite a los medios que de una semana a la otra, pasan de lamerle las botas al que después fustigarán.
Las auditorías ciudadanas, son mecanismos que se llevan a cabo por ciudadanos independientes, alguno de ellos con conocimientos profesionales en áreas específicas y luego de los análisis pertinentes, se vuelca toda la información a una plataforma de acceso público, para que la ciudadanía sepa el cuadro real de su Ciudad o pueblo al asumir o las pocas semanas de asumir el Intendente o jefe comunal.
La auditoría ciudadana, al constituirse puede quedar durante toda la gestión del intendente, para que la ciudadanía tenga un control (incluso mediante aplicación) diario y cotidiano de sus cuentas públicas.
En Corrientes, la auditoría ciudadana (como el gabinete ciudadano, el índice democrático, el test 38 de los partidos políticos y la agencia ciudadana) es formulada, realizada y gestada por el Centro de Estudios Políticos y Sociales “Desiderio Sosa”.
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