La principal disputa estratégica de Pullaro es el manejo de la mal llamada "Hidrovía". El troncal principal fluvial que incluye el Paraná y el Paraguay, proviene de la espesura selvática dónde se cuecen las habas que cuando cruzan el atlántico valen fortunas siderales. Tal navegabilidad se incardina en acuerdos internacionales varios. El gobierno del Presidente Milei, en marzo, bajo decreto ley, estableció que la empresa que gane la concesión debe estar circunscripta a un protocolo de seguridad homologado por el departamento de defensa de EE UU. El decreto ley, debió haber pasado por cancillería, pero solamente circuló por la Administración General de Puertos. Pullaro, en su inmensa capacidad política, alumbró la entidad ficticia de la región litoral. Una disposición inexistente en la Constitución Nacional, pero de suma utilidad para los fines de tener bajo su ala, a los gobernadores por dónde las aguas del Paraná y el Paraguay, verán transitar sus barcazas atiborrados por conteniers que serán "scaneados" por la empresa tutelada por el Ministerio de Defensa de los EE UU. 

En el mismo momento en que Milei destrozaba la memoria de Alfonsín, humillaba su ejemplaridad democrática, y al decir de los jóvenes que lo siguen por redes "lo meaba en su tumba", el jefe de gabinete Guillermo Francos, anunciaba que antes de fin de año se licitaría la mal llamada "autovía". 

No es casual, que la "normalización" de Rosario, nunca haya caído en una disputa política. La que parecía ser la "mexicanización" del puerto santafesino, para calma de los vecinos, cómo logro de Pullaro, nunca entró ni en la grieta política, ni en desembarcos altisonantes de la ministra Bullrich. 

El control territorial de Pullaro ante el narco, obliga, pese a las diferencias con el gobierno nacional, a que le reconozcan su capacidad de "control". En buen romance, tal vez se haya ganado, ser quién controle la mal llamada hidrovía.

Martín Losteau, resignó sus diferencias personales con Gustavo Valdés. Astutamente, el correntino no sólo bajó a su hermano y ofertó a Tassano, sino que le ofreció a Pullaro, enviar como señal del entendimiento con el gobierno nacional, a Perucho Cassani, quién es el jefe político del diputado nacional Tournier y quién usará también la marca de la Libertad Avanza, para sumar a la diáspora actual del Diputado Almirón, el Senador Camau y su voto decisivo para la designación de jueces, del pretendiente Leconte y de los "talibanes" Romero Teke y demás.

Ricardo Colombi reaccionó rápido. Adelanto su presentación electoral, para  salir del "cazabobos" de Valdés. Este pretendía, bajo la argucia de la disputa partidaria librar una guerra entre él mismo y Colombi. Para luego en el tiempo de las candidaturas, sacar a relucir el "nuevo radicalismo" haciendo acompañar por Pavón, Bazzi, Fornalori y la nueva generación de radicales, a su hermano Juan Pablo. De manual, hacer pasar un elefante en el bazar, con 20 elefantes más. Llevar a una disputa a Ricardo, contra él que no renueva, para ponerlo al hermano sin decir que lo quiere poner porque es su hermano. 

Colombi, luego del acuerdo, que llamó traición, puso blanco sobre negro. Irá más allá de sellos y tal como lo dijo en su discurso, se acomodarán los melones. Es él, contra el candidato de Valdés. 

El gobernador, al que ahora se le complica la fecha que ya tenía elegida para votar su sucesión (abril) acordó por consagrar a Tassano.

Claro que la política es la dinámica de los hechos. Es decir, no son pocos los que creen que antes de que termine el año, algún fiscal provincial que deba su llegada al sistema imperante que todos sabemos, investigue a algún funcionario, o funcionaria de Eduardo Tassano. Es un secreto a voces que el "sistema recaudatorio" o de habilitación de obras públicas, no esta homologado por el ministerio de defensa de EE UU, ni tampoco auditado por la SIGEN o algún organismo insospechado de discrecionalidad. 

Ante esta posibilidad, se estableció un plan B. Tal plan B, tiene nombre y apellido, el senador de la nación Eduardo "Peteco" Vischi. Incluso, sí decidiera Lousteau (intrusado e intervenido ¿por quién? en su oficina de la UCR Nacional), sería el plan A. Pero como vimos, el actor principal de la UCR Nacional, es Pullaro. No casualmente, llevó a los gobernadores radicales ante Milei y obviamente no hablaron de Alfonsín, pero sí, de la mal llamada "Hidrovía".

Finalmente, Gustavo Valdés, tiene un plan C. Plan que tal vez, desconozcan Pullaro y Lousteau. El gobernador de Corrientes, alumbra la esperanza, que tanto el plan A (Tassano) como el plan B (Vischi) caigan en la disputa política con Colombi (¿con escándalos y carpetazos judiciales?) y que en tal momento muy fresco y suelto, son su sonrisa pícara le diga a Pullaro que el único candidato que garantice el circuito de la mal llamada "hidrovía" es su propio hermano Juan Pablo sentado en el sillón de Ferré.