Por Mario Ramón Duarte

Para adentrarnos en el tema es menester preguntarnos, qué es la criptomoneda, qué función cumple en este nuevo orden mundial, cuáles son sus beneficios y cuáles sus debilidades, cuáles son las más conocidas y qué resultados se han obtenido de ellas hasta nuestro días; estos y seguramente muchísimos interrogantes más, se plantearan cada uno de ustedes, al escuchar hasta el hartazgo esta nueva terminología.

Pues bien, la criptomoneda es una moneda de intercambio como patrón de comercialización financiera, al igual que el papel moneda físico, con la diferencia que ésta es de característica virtual. La criptomoneda pueden ser intercambiada y operada como cualquier otra divisa tradicional, pero aquí también mencionamos otra de sus características que la diferencian de la moneda física: está fuera del control de los gobiernos y también de las entidades financieras.

A las criptomonedas se las puede considerar como alternativas válidas a las divisas tradicionales, aunque en realidad fueron concebidas como una solución de pago completamente convencional. Además es cierto que su validez como método de pago es fundamental para su valor, éstas habitualmente se parecen más a materias primas como el oro que al mercado de forex (mercado de activos financieros más grandes del mundo).

Ahora, volviendo a la etimología de la misma, la primera criptomoneda que empezó a operar fue LA denominada Bitcoin, en el año 2009, y se atribuye su creación al japonés Sathochi Nakamoto, el cual usa el conjunto de funciones criptográficas sha-2 (exactamente el sha-256) como su esquema pow (prueba de trabajo). Desde la creación del Bitcoin, han aparecido muchas otras con diferentes características y protocolos como: Litecoin, Ethereum, Ripple, Dogecoin, Coinchek y entre ellas podemos mencionar como ejemplo en la región el Petro venezolano y otras más.

Las criptomonedas son divisas globales, mucho menos susceptibles a la economía o políticas de un país en concreto. Todos pueden acceder a ellas y pueden transferir de modo instantáneo a cualquier persona, en cualquier parte del mundo. Las criptomonedasestán descentralizadas, también experimentan significativos movimientos de precio de manera repentina, y todos sus movimientos se registran en un libro compartido.

Así como describimos sus bondades y sus diferentes características, también es un imperativo tratar sus debilidades, sus riesgos, debido a que nos encontramos ante una posible forma de comercialización y transacción factible de uso definitivo en el futuro. Lo que refiere a su volatilidad puede conllevar oportunidades como así también riesgos pues las grandes fluctuaciones pueden llevar a pérdidas millonarias en una sola noche, si bien éstas tienen el valor que se les quiere dar, aun hay dudas sobre ellas en un futuro a largo plazo.

Además, hay que tener siempre presente, al menos hasta la actualidad, que no hay manera perfecta de protegerse ante un error humano o técnico, como así tampoco existe un sistema implantado en las criptomonedas para compensar sus pérdidas, sin dejar de tener en cuenta que también éstas, están exentas de regulación actualmente, pero si se acierta con los nuevos mecanismos, muchas de sus ventajas sobre las divisas tradicionales pueden verse revertidas.

Hoy por hoy esto todavía es una quimera, no hace mucho tiempo se llevó adelante la estafa más grande que haya existido a nivel mundial con criptmonedas en Japón con el Coinchek (conocida como una billetera Bitcoin) por más de u$s 534 millones para ser exacto. Tengamos en cuenta que Japón es uno de los países del G20 de mayor comercio de criptomonedas y no quiere reprimirlo, aun luego de ocurrido el hecho mencionado ut-supra que conmocionó a nivel mundial, perjudicando a aquellas personas que invierten en criptodivisas.

Entre las más importantes monedas digitales, además del Bitcoin que es la que marca el rumbo por ser la génesis de esta nueva divisa virtual descentralizada, también podemos mencionar al Ether, la primera moneda virtual basada en cadena de bloques (blockchain), que empezó a funcionar desde el año 2015; el Ripple, creada en el 2012, que es aquella donde las transacciones se verifican por consenso entre los miembros de la red; el Litecoin, considerada la primera criptomoneda basada en Scrypt y, entre otras, el Dogecoin, la primera moneda virtual que se basa en un meme de internet: el Doge.

En lo que respecta a la realidad de nuestra región, podemos afirmar que en Latinoamérica existen países que ya dieron un paso en criptomonedas, uno de ellos es Venezuela que hace unos meses atrás presentó al mundo su moneda virtual denominada Petro, única moneda virtual respaldada con activos tangibles: petróleo, oro y diamantes; también podemos mencionar al Scolcoin, conocida como la primer criptomoneda ecológica de Colombia que empezó a dar sus primeros pasos en el año en curso (2018); además de las antes descriptas, es importante mencionar al Mercoin, que incursiono el año pasado, moneda pensada como una unidad de intercambio para Latinoamérica.

En lo que se refiere al marco regulatorio, hay varios países en nuestra región que ya están trabajando incesantemente en ello, Uruguay es el país que quiere convertirse en el líder cripto de Latinoamérica, por ello anunciaron la creación de un comité especial para dar un correcto marco legal y de esta forma promover la innovación y el desarrollo de la industria financiera del país incluyendo ejercer medidas contra el lavado de dinero, el financiamiento del terrorismo y el narcotráfico.

Por su parte en Brasil los bancos utilizarán plataforma basada en blockchain, para facilitar el intercambio de información entre los reguladores financieros del país, este sistema se llama “Pier” y permitirá el intercambio de manera segura entre el BCB, bolsa de valores brasileños y otros organismos de ese país, quedando cada dato grabado en forma criptográfica, esto en Brasil representa un salto significativo hacia la digitalización y automatización de la comunicación entre reguladores.

En Argentina sobresale en torno al mercado de criptodivisas el Forex, como mercado de activos financieros más grandes del mundo, con sede en Buenos Aires para la comercialización de criptodivisas como el Bitcoin, entre otras, pero aun no se dio ese gran paso que es informar con más ecuanimidad, culturalidad e inserción al común de la sociedad de las bondades y riesgos de las nuevas formas de comercializar a través de las criptomonedas, ni hablar de los marcos regulatorios, que son una constante en varios temas que conciernen a esta nueva era tecnológica que no solo ya está entre nosotros, sino que vino para quedarse.

Por último, reitero y recalco que los países que no apuesten a las nuevas tecnologías o al menos no se interesen por ellas para tener un pleno conocimiento, que exigen estos tiempos y el nuevo orden actual, o incluso lo traten con cierta fragilidad, sin darle su debida importancia que demandan estas novedades tecnológicas, pagarán un muy alto precio por no estar a la altura de las circunstancias que rigen mundialmente en el rumbo tecnológico. Por eso, desde nuestro humilde lugar, estamos dando periódicamente la batalla desigual, pero con pasos firmes y con la convicción de que su estudio y conocimiento vale la pena, por nuestros hermanos y por las futuras generaciones, y porque creemos que un mundo mejor es posible, si logramos encausar las cosas que están mal, cada uno desde nuestro lugar.