A diferencia de la política institucional, de la política partidaria y de la política académica, la nueva categoría que proponemos refiere a todas las acciones que no están contempladas en la dinámica del hacer político cotidiano en donde se desarrolla la misma, que instituyen y constituyen nuestras democracias actuales.


Tal como narra magistralmente el danés Andersen (junto a Kierkegaard las celebridades del país desde donde la empresa Lego señorea al menos en occidente, a nivel de juguetes creativos) en uno de sus tantos, celebrados cuentos, en este caso en el “nuevo traje del emperador”, la trama se consolida mediante el temor que profieren los incapaces, que afectados por la inseguridad de sus límites que no reconocen, negando tales limitaciones, se enredan en las ilusiones y mentiras de otros, que a sabiendas de la impostura de estos, fabrican un mundo ficticio, en donde los estultos se creen sabios y termina todo como en el cuento, saliendo un rey desnudo a un acto público, creyendo que va con las mejores ropas, aplaudido por una cohorte de lisonjeros y lamebotas que a final del día, siquiera perciben que lo más virtuoso que poseen es tal capacidad de genuflexión y de concesiones laudatorias, para con sus reyes o amos absolutos. Esto no sería novedad, es decir no estamos, hasta ahora, agregando nada que no haya expresado, con mayor calidad, dinámica y poder de encantamiento, siglos atrás, Andersen.


El jefe comunal, escribano Walter Andrés Chavez en pleno curso de su segundo mandato respondió el cuestionario mediante el cuál se conforma el índice y el ránking democrático correntino. Acceda al vídeo con todas y cada una de sus respuestas.


El ensayista Correntino, junto a Martín Caparrós (Ciudad Autónoma de Buenos Aires) y Reynaldo Sietecase (Santa Fe), entre otros, recibió la distinción “Escritores de la Nación”, el pasado día del escritor en la Ciudad de Buenos Aires, testimonio de ello, le adjudicaron un diplomo de honor como la misiva que se acompaña, en donde se destaca y pondera no sólo la obra sino también la trayectoria de González Cabañas, quién pese contar con menos de cuarenta años, pose en su haber más de siete libros publicados, la mayoría de ellos por editoriales europeas, que versan sobre filosofía política y puntualmente, democracia.


A días de la trascendental votación que se dará en el senado de la Nación Argentina, por el aborto para algunos y la interrupción involuntaria para otres (sí con la letra e inclusiva), la disputa no sólo es lingüística-nominal y semántica, sino que se brinda en la batalla del concepto. Como no podía ser de otra manera, desde este lugar, creemos que en ninguna de las veredas desde donde se dicen parar las verdades que parirán una ley o su rechazo, se brinda una puja que alumbre, una vía, un sendero, menos complejo, traumático para la problemática antediluviana en la condición humana que representa la elisión, como en este caso, de debatir sus aspectos, o nudos o nodos centrales. Se filtró, gravosa y perjudicialmente, al punto de hacerse cuerpo, que, valga la redundancia, lo neurálgico, lo basal, la matriz de la temática, o la madre del borrego, versa sobre la cuestión del cuerpo. La corporeidad o lo corpóreo, no es más que el sucedáneo, que lo pos, de lo que le precede que es ni más ni menos que lo sustancial, lo decisivo y decisorio, que lo escondemos, dentro del cuerpo.


El sistema democrático, tiene como columna vertebral a las agrupaciones de ciudadanos que en uso de las libertades existentes se vinculan entre sí, bajo un objetivo común y declaradamente no lucrativo, para ofertar, procesos de selección mediante, candidatos a la ciudadanía toda, para que se hagan del manejo , de la administración de los ejecutivos, o la representación en los poderes legislativos, tras la elección de la comunidad toda, que de esta manera, celebra un contrato tácito que se firma entre gobernantes y gobernados o representantes y representados.


Las diez preguntas fueron respondidas, sin ambages por el jefe comunal de Esquina, quién agradeció la visita de los hacedores de la poderosa herramienta tendiente a prestigiar las prácticas democráticas y saludó que la misma provenga de mentes y manos correntinas. Acceda al video explicativo acerca de qué es y cómo se confecciona el índice democrático.


El siguiente es el cuestionario, ya habíamos hecho público el correspondiente al Poder legislativo, de diez ítems que dan una valoración numérica, puntual, específica y determinada que pondrá en una suerte de tabla a los municipios correntinos, como así mismo a la provincia con el resto de las que componen la República Argentina, con prácticas democráticas más destacadas, valoradas en nutrirse de los conceptos de las democracias que apuestan por una mayor participación ciudadana, por intermedio del acceso más sencillo a la información pública, como a la conformación de las políticas de estado, la transparencia en las cuentas, como en el accionar diario y en el cogobierno de hecho con la ciudadanía la que le otorgó el poder, circunstancial y momentáneo, que ejercen los intendentes de todas y cada una de las intendencias o espacios de gobierno delegados. Los resultados finales se harán público en meses, en una ceremonia en donde participaran referentes internacionales del quehacer del trabajo por una mayor calidad democrática, como los directores de la Agencia Ciudadana de Colombia y catedráticos del viejo continente, especializados en filosofía política que ya garantizaron la presencia, para el relevamiento que se hará en referencia al que hace el diario “The economist” con los países que componen la Organización de Naciones Unidas.


Partimos de la base que la oposición política (al menos la representada en la legislatura) en Corrientes, no gobierna desde 1973. No expresamos esto a ningún otro efecto que tenga por dar por sentado un dato objetivo, es decir no estamos esgrimiendo una chicana en términos políticos o un sarcasmo editorial. Podemos inferir de esta realidad estadística, que sí algo no sabe la oposición es ser gobierno, acceder a él, democracia mediante, por intermedio de la conquista de votos o la seducción del electorado. En verdad bien podríamos hacer una salvedad expresa. En el año 1992 se ganó una elección a gobernador, se obtuvieron mayor cantidad de votos por parte de esta oposición, que se acendra centralmente en el peronismo, pero como el sistema electoral era indirecto, por subterfugios leguleyos, la voluntad popular, su deseo, no se tradujo en que llegara al gobierno el mismo, por tanto se interrumpió la democracia en tal entonces tal como la entendemos. Siquiera esto, pueden recordar los ahora representantes del significante extenso en que se puede definir al peronismo correntino, al menos el que anida en el legislativo.


¿Debe ser alimentado el estómago, famélico del carenciado, con la expectativa que mórbidamente le sobra al fenómeno democrático? ¿Debe volver a reunirse el criterio, ahora disperso, del espacio y el tiempo, para que ambos converjan en una humanidad que no repare en tan abismales, crecientes como inalterables y sempiternas, desigualdades entre pares, en lágrimas que se le enajenan a ciertos cuerpos que se mutilan por la inanición que terminan en las costas sobrantes de los que abotagados por tantos estímulos, pierden su humanidad y su razón de ser, empachados en el enfermizo atracón de lo que le sobra al ser, o lo que podría generar toda una definición metafísica en sí misma, como el ser sobrante?. ¿Debe la democracia, ser mejorada, mediante el voto, por intermedio de lo electoral, tal como se nos brinda, presenta y ofrece, desde una contemplación en donde el derecho a la opción es más prioritaria que el derecho a no morir de hambre, o que esos otros, que no hemos sido por casualidad, lo hagan a vistas de nuestras elecciones secundarias?.


Sin dudas en la nueva Era Tecnológica por la que estamos atravesando en el mundo global, con una mayor o menor grado de injerencia dentro de los Estados-Nación, a ritmo vertiginoso se llevan adelante nuevas formas de comerciar en el mundo financiero a través de las criptomonedas, criptodivisas o criptoactivos, ahora también se suma otra interesante forma de intercambio comercial: las CriptoTarjetas.


“Sobre los tarifazos, sobre la situación inflacionaria, sobre lo que supone el ajuste acordado con el FMI. Hay que darle un tiempo para que esa crisis de legitimidad se ponga en curso y hable por sí sola. Y ahí sí tiene que aparecer el discurso… El misterio es el "clic". El misterio es el momento de la ruptura de la legitimidad. El momento en el que hay un desplazamiento en los sujetos y no se sienten más representados. Y en ese momento es cuando tiene que aparecer la práctica articulatoria de lo político. En efecto, el relato del sufrimiento no es suficiente”. (Alemán, J. Entrevista “Las cosas del poder”. Tiempo Argentino. Julio 2018)


Así lo expresó el diputado de la nación (mandato cumplido) Walter González Cabañas, quien presidiera en tiempos del divorcio vincular, la comisión de legislación general, granjeándose, mediante la tenaz oposición a lo que finalmente sería ley, la consideración y la referencia de los más altos capitostes del catolicismo, siendo recibido en audiencia particular por el entonces Papa Juan Pablo II. “En el orden político internacional, el día de la votación por el aborto, que auspició y que propala el Presidente Macri, nuestro país terminará de enlistarse en la vereda de quienes defendemos la vida ante que el precio o el costo de las mismas o en donde el mercado y el capital le ponen el precio, mediante la supuesta libertad a las vidas, prescindiendo de muchas de ellas mediante la práctica médica del propiciar la muerte o generando mayor pobreza y desesperanza. No alcanza con que nuestro gobernador, alineado al gobierno nacional, se manifieste, mediáticamente, duranbarbisticamente, por las dos vidas o por los valores católicos que son la base de nuestra sociedad. Valdés debiera comprender que necesita ponerse al frente, ante el propio Presidente, para que junto a los legisladores nacionales, nuestro país no cierre filas con el eje del capital, como otrora se denominaba al eje del mal, en donde el precio prevalece sobre cualquier otro valor”. González Cabañas adelantó que trabaja en una audiencia con el Papa Francisco, en la que se integrarían otros dirigentes y referentes de la región.


Para los incautos o para los parroquiales que no puedan apartar la mirada del árbol, del foquismo de lo inmediato, hace pocas horas en la República del Perú, tras movilizaciones populares de magnitud, el congreso aprobó (por unanimidad) la renuncia de seis integrantes del Consejo Nacional de la Magistratura. En Brasil las idas y vueltas, también judiciales de la causa “Lula” determinarán la suerte de tal ejecutivo que se elegirá o por el que se optará en meses. En Argentina, la crisis económica que no desemboca, aún en una crisis política, azuza, desde sectores de la oposición la figura del presidente del Superior Tribunal de Justicia, Ricardo Lorenzetti, como una suerte de salvaguarda institucional. Por no hablar de lo que ocurre en provincias como Corrientes, en donde la CIDH instó a la justicia argentina, mediante resolución formal que revea la situación judicial de un ex gobernante que denuncia persecución política, vía poder judicial. En ningún caso, en ninguna aldea democrática, el poder judicial, recibe en sondeos de opinión o encuestas, un apoyo que llegue, que orille a más de un dígito de aprobación, por parte de la ciudadanía, que por unanimidad ya tomó una posición con respecto a este poder del estado, por más que el sistema de medios no lo quiera difundir, reconocer o destacar.


La teoría política clásica, sacraliza dentro de las experiencias democráticas representativas, la figura del partido político, dado que a partir de los mismos, mediante los mismos, a instancias de los mismos, los gobernantes, ven impedida, su natural ambición de no incardinarse en los limitantes que implica una institucionalidad democrática, de pretender exonerarse de sí mismos y abrazar con ello, prácticas totalitarias y despóticas, a los únicos efectos de saciar instintos, petulantes de poder, que los situarían en los márgenes de la civilidad tal como lo entendemos, o la pretendemos. Los partidos políticos, además de ser las fronteras naturales en donde se desanda el desasosiego de la posibilidad democrática, son los hogares donde siempre retorna el mariscador, el sitio de referencia, en donde, al final del día, el salvaje, domestica sus furias indómitas y las transige en el devenir de la posibilidad como realidad. El partido político, se constituye en la catedral espiritual, en donde se referencian, tanto los crédulos como los incrédulos de toda comunidad que se precie de tal, la granja donde el rebaño, construye su pastor más que por azar, por necesidad.


Antes de Ricardo Colombi, los jefes comunales no eran más que meros representantes simbólicos de la política local. El mercedeño, paso por su intendencia mediante, al arribar al sillón de Ferré, no sólo que empoderó sino que los ungió a una suerte de monte del olimpo a sus otrora pares y catalizo mediante ellos una marca registrada de su impronta o gesta política. Decir intendentes o municipalismo, es sinónimo de Ricardo Colombi. Algunos de sus socios minoritarios, a pedir del mandamás político, se agruparon en esta suerte de foros, y de allí surgieron valiosos hombres y mujeres, de partidos integrantes de Eco, que supieron usar esta máscara de lo democrático, una de las preferidas de la marca registrada del colombismo. Marca que por otra parte, continúa mediante el gobierno de Gustavo Valdés, quién a pedir de boca, logro que sus regentes peronistas en la campaña electoral (los de la llamada liga del norte, que aglutinó a los jefes comunales de Ramada Paso, Itatí, Loreto, Berón, Olivari) se sumaran o sumaran al resto de los intendentes del PJ. Lentos y perezosos, estos, salieron rápido a los medios (pagos por el gobierno provincial) a dejar en claro que no harían una oposición, sino constructiva, o lo que es lo mismo, edulcorada o afrancesada al gobierno de Valdés.


¿Quiénes representan a los que viven por debajo de la línea de la pobreza? ¿Acaso el mismo estado, en su representación e institucionalidad, que los somete a la indignidad de no generarles la posibilidad de que puedan salir de tal piélago de la marginalidad sin límites? ¿No constituirán acaso, la marea de pobres, desperdigados por los diversos rincones del mundo, una nación que en la petulancia de su naturalidad, no pueda organizarse social, política ni teóricamente?¿No debería imperar, un categoría política que imponga, o en el mejor de los casos, disponga de la existencia efectiva y real de esta nación, apátrida pero con la firme necesidad de que emerja en forma prístina y contundente, bajo una declaración o manifiesto, la voz de los que necesitan, con premura y urgencia, volver a ser considerados humanos por quiénes nos decimos sus pares?


Nuestra vinculación con la finitud, es probablemente, el elemento sustantivo, por antonomasia, que nos hace tal como somos. Probablemente sin tal vinculación no hubiésemos desarrollado el razonamiento y de nada nos hubiese interesado aquel no lugar que llamamos libertad. Quién se proponga realizar una historiografía desde la perspectiva del vínculo con la muerte, seguramente constituirá un punto bisagra, al menos en la filosofía, en la psicología y la antropología, lo cual no es poco, pero de ninguna manera es nuestra actual intención. Partimos de la base hipotética que habitamos una actualidad en donde se ha resuelto dar una batalla al morir, un combate pírrico, donde el ganar no es, como engañosamente se puede presumir, lo imposible de la eternidad, sino el acumular años, aquilatar y acopiar, tiempo segmentado, independientemente de cómo se ha transcurrido el mismo, llevándonos a una obesidad mórbida existencial.


Ninguna de las conflictividades que desde hace décadas enlutan África, y por las que ese occidente tutelador cada tanto muestra su sorpresa en algún medio de comunicación (es decir lo publicita y explicita), como para estar a resguardo de no ser acusado de ser tan culturalmente egocéntrico y dominante, podrían ser explicadas desde otro lugar que no sea el que, humildemente, pretendemos trazar. Reseña de: González Cabañas, Francisco Tomás. La democracia africanizada. (2018) Editorial Camelot. México. 232 pp.


Sí nos remitimos al significado de las palabras, peregrinar es viajar al extranjero; el peregrino es un exiliado un expatriado, que motivado, básicamente para expiar culpas o pecados de su sentir religioso, se va de sí (espiritual como realmente), a un lugar específico y determinado, que por circunstancias concretas, de tal religiosidad, se considera como el centro o la meca de tal peregrinar, que no es más que este viaje para pagar culpas que se realiza en un momento dado en el sitio indicado o señalado por tal liturgia. ¿Será entonces, de acuerdo al significado de las palabras, que festejemos tanta ciudadanía, tanto pueblo, tanta feligresía, que sale de su patria, de su hogar, para ir en busca de un perdón, dada la cantidad de pecados, errores o faltas que cometen en donde viven, y que se grafican, que se palpan, que se demuestran a diario, la criminalidad de estas falencias, ante el número escandaloso de pobres, de marginales, de seres humanos postergados en sus necesidades más inmediatas, por una casta que demanda el esfuerzo de estos, para extasiarse más luego, en excesos materiales, que pagan, como culpa, mediante el reconocimiento del pecado, a través de la eucaristía, del peregrinar y gracias a la complicidad de la mayoría, que por holgazana o perversa, prefiere pasar por incauta y hasta engrandece el proceso, transformándolo en procesión, branding mediante?.


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