No son pocas las veces que escuchamos en boca de quiénes no tienen un vínculo directo con la política, que aquellos que hacen, ejercen o semblantean la política, no pueden salir de esa circularidad o de ese círculo vicioso, del estar permanentemente en campaña electoral por más que las mismas disten a largos meses, y medien en ellas excepciones como emergencias económicas o sanitarias y con ello que toda la agenda pública caiga, condicionadamente. en esa ceremonia del voto que quizá esté más sacralizada por lo que ha costado conseguirla que por las ventajas competitivas que le ha brindado a los que menos tienen que siguen siendo la misma cantidad o más que siempre.


Es algo más complejo aún de “el remedio es peor que la enfermedad”. Nos estamos enfrentando a enfermedades múltiples, producto de la irrupción del virus, de la falta de preparación de la clase dirigente, y de la parálisis que genera en la multiplicidad de los seres comunes a los que nos acostumbraron a obedecer, a quiénes hoy, no demuestran ninguna respuesta, seria, concreta y específica. Ya lo sabemos hasta el hartazgo. Se cumple el maleficio socrático. Sólo sabemos que nadie sabe nada acerca de la pandemia.


La política tal como la entendíamos, orilla el borde del colapso desde hace un tiempo. Producto de la cada vez menos sostenible y creíble pantomima de los actos políticos y de campaña, derrapó en el presente, donde las aglomeraciones se hacen añico por las restricciones de la emergencia sanitaria que, distanciamiento social mediante, terminarán de transformar el ya socavado vinculo entre representante y representado, entre votante y votado.


Cuando el amor es unilateral ¿sigue siendo amor? ¿el amor se perfecciona de a dos? Te dejo este relato, después vos dirás.


A diferencia de Nación, Corrientes no conformó un comité de especialistas y de representantes institucionales y de fuerzas vivas, que monitoreen el desarrollo de la pandemia en una de las provincias más pobres de uno de los países más postergados del continente. Al parecer no contamos con epidemiólogos o infectólogos, en el caso de que contemos con ellos, no han sido aún convocados. Sí lo fueron representantes de diversos partidos políticos, pero para realizar una suerte de vídeo motivacional, cómo el que se les pide en países del primer mundo a los futbolistas, actores y personalidades famosas. Sería más que importante, que esta buena idea a nivel general y la excelente respuesta y predisposición de los participantes, no ventee al éter como una suerte de fuga de intencionalidad, como el gas metano expulsado por los vacunos en la lontananza. Las autoridades políticas participantes, son de envergadura (en sus roles) y deben comportarse como tales, no solamente prestarse, por más que sea por una buena causa, a una filmación que transmita buena onda o vibra para ser replicada por redes sociales.


La Seguridad Ciudadana en nuestras ciudades es de vital importancia en estos tiempos de suma gravedad que están transcurriendo en el día a día de la vida de nuestras comunidades, y por ende de la comunidad internacional toda, al referirnos de esta pandemia global que a la fecha más de 1.500.000 de personas contagiadas a nivel global y casi 100.000 personas fallecidas, números realmente inimaginables antes del comienzo de este nuevo año en curso.


Usted que tiene recursos económicos y disponibilidad financiera para apoyar políticos o aspirantes a tales, debe considerar que lo principal y primordial que debe esgrimir alguien para contar con su asistencia, es el valor de la inteligencia. Hablamos de la capacidad de prever, de anticipar, de confeccionar estrategias y de adaptar de la mejor manera y más fácilmente un estado de cosas ante los cambios imperantes. La política, debe descontaminarse de los antiguos valores, pre-pandemia, de nivel de conocimiento, de imagen positiva, de recorrida permanente en lugares vulnerables, del hacer recurrente y de las aglomeraciones inútiles para las deleznables acciones del avistaje de pobres, del besamanos a carenciados y mocosos descalzos. Todo este accionar, sumado a las realizaciones violatorias de toda ética y rayanas con la ilegalidad (dádivas, prebendas a cambio de votos o de condicionar voluntades) de las que usted, más temprano que tarde terminaba siendo cómplice, deben ser desterradas de una vez y para siempre, dado que por esta bruteza generalizada de la mayoría que administran la cosa pública, usted no puede disfrutar (y difícilmente lo puede hacer en un corto plazo) de sus ingentes recursos, que deberían estar disponibles para hombres y mujeres que tengan como valor principal la inteligencia como para pretender postularse a representar a la ciudadanía o administrar los intereses generales.


Así como no elegimos ni el cuerpo, ni el lugar, ni el tiempo en el que somos arrojados a la existencia, o nacemos, tampoco elegimos, cuando creemos hacerlo o cuando nos dicen que lo hacemos. Ni mucho menos podemos elegir que podrá suceder o no, fronteras fuera de nuestra propia individualidad, por más que esta sea la trampa seductora de lo imposible de lo colectivo. La cuestión con la elección, como si fuese un tema sencillo en sí mismo, no es tanto eso mismo que creemos elegir, o que nos dicen que elegimos, sino todo lo otro que dejamos de hacer o que no hicimos al estar dedicando tiempo y esfuerzo a la supuesta elección. El ejemplo es contundente. En vez de estar leyendo estas líneas, usted podría estar haciendo una inimaginable lista de cosas que deja de hacer al creer que toma una decisión determinada en un momento dado. En el mismo tiempo que creemos que no sucede nada, en los viejos términos, previo al confinamiento, el mundo nos demuestra, mediante el resto de sus especies, todo eso otro que va sucediendo (animales en movimiento, paisajes en claro) mediante nuestro no-movimiento.


En representación de la Federación Argentina de Colegios de Abogados nos dirigimos a Ud. y por su digno intermedio al Sr. Jefe de Gabinete, Sr. Santiago Cafiero, y Sr. Presidente de la República, Dr. Alberto Fernández, a fin de solicitarle quiera tener a bien considerar el dictado de las medidas necesarias tendientes al restablecimiento del servicio de administración de justicia en todo el ámbito del territorio nacional, hoy reducido a una mínima ex- presión, en virtud de las restricciones establecidas por el aislamiento preven- tivo y obligatorio dispuesto por el DNU no 297/2020 en el marco de la emer- gencia sanitara declarada por la ley 27541.


“A menos que los filósofos reinen en los estados, o los que ahora son llamados reyes y gobernantes filosofen de modo genuino y adecuado, y que coincidan en una misma persona el poder político y la filosofía, y que se prohíba rigurosamente que marchen separadamente por cada uno de estos dos caminos las múltiples naturalezas que actualmente hacen así, no habrá, fin de los males para los estados ni tampoco para el género humano”. (Platón. La república. Libro V. 473d. Editorial Gredos.)


Tal vez del recientemente designado, haya sido la brillante y novedosa idea del gobernador, para organizar los pagos del plus (eufemismo para llamar partes del salario en “negro”) en cinco tramos (es decir por terminación de dni en cinco días) para evitar el agolpamiento de ciudadanos en cajeros. Tal vez de esta acción totalmente innecesaria y poco solidaria de seguir engordando la plantilla de asalariados jerárquicos, no pueda decir nada la llamada oposición, dado que, alegóricamente, como perros flacos, están peleando entre sí, por los huesos de las designaciones de Nación, por tanto, con “la cola sucia”, como siempre, no tengan nada que decir ante la ciudadanía (esta ya sabe que ofrecer menos aún).


El siguiente texto, es autoría de un adolescente de 13 años que pone en palabras, la perspectiva que lo surca, pandemia mediante, y que nos permitiría poder ver, más allá de nuestras tradicionales, cuando no totalitarias, posiciones “adultocéntricas”.


Con Peña no alcanza. 28 de Marzo. Gustavo Cordoba, publica encuesta nacional: un 80% apoya la gestión del Presidente en la pandemia, número que trituraba la grieta y los comportamientos electorales geográficos 2019.


¿Aburridos? Una historia de amor diferente. Dale, un momento para la lectura es lo mejor.


En el caso de que exista el después, lo será en tanto y en cuanto, los ámbitos se modifiquen a razón de la pausa, interpuesta forzosamente para evitar las concentraciones, las aglomeraciones y las aproximaciones con el otro. Nos debemos educar en otra concepción del lugar que ocupamos entre el yo y el nosotros. Sí hablamos de educación, precisamente, será una de las actividades que deberá ser en lo inmediato, repensadas y readecuadas en virtud del espacio en la que desarrollábamos la misma.


Los bancos ( galicia, santander rio, frances, macro, etc) entre el 2016 - 2019 ganaron: $ 424.534 millones de pesos el equivalente a 420 mil viviendas y 2 millones de puestos de trabajo.Esos mismos bancos durante el 2019, ganaron mediante las leliq (letras de liquidez del bco central) ganaron: 2120 millones por día, por día.


No debe haber forma tan cruel y por ende perversa, de odiar, por parte de quién se dice proteger, cuidar (en el sentido colectivo, que proviene de los gobernantes como guardianes, desde la República de Platón) o quién tácita o implícitamente da a entender que lo hace, que humillar, denigrar, y agraviar al otro, tratándolo como un inferior, desde tal cima en la que ficticiamente escala el despreciador. Es cómo sí diésemos solamente, desde la obligación de gobierno, el pago (siempre escaso, al límite de la marginalidad) a término, privándolo de dignidad, de respeto, de solidariad, haciéndole sentir que sólo nos queda, el supuesto imperativo humano que nos hace superior, de alimentarlo, para mantenerlo biológicamente en vida, brindándole, todos los días que así lo mantengamos, mes a mes, el veneno de nuestro odio, convertido en desprecio. Brillando el gobernante, en su mediocridad, por tenerlo, debajo de la alpargata, tirándole peor que a un perro sarnoso, el hueso duro de roer, al viejo pelagato, que no tiene ni futuro, ni expectativa, ni mucho menos fuerza o energía para hacerse respetar y engrandecer al despreciador con el ínfimo aliento.


Supongámoslo por un breve instante. Nada de lo que te han dicho, incluso de lo que yo te este comunicando en este momento, tiene asidero alguno o mojón certero emplazado en lo conocido como realidad palpable. No podemos salir de nuestras cárceles, las corporales, las del hogar y las mentales, porque afuera, ya no hay nada, en verdad nunca hubo, pero la ficción en la que nos hicieron creer y que afanosamente creímos, se está evaporando, difuminando y consumiendo, lenta y definitivamente, tal como muere un alveolo pulmonar ante una afección grave.


Propuesta para que el gobierno en esta contingencia sanitaria, distribuya en forma gratuita al menos un libro (preferentemente de un autor del país o el lugar en donde se distribuya, de forma de poder generar incluso una mayor relación posteriormente) a todas y cada una de las unidades familiares en donde se haga presente mediante la distribución de alimentos u otros enseres. Así cómo el estado se las ingenia, para estar presente educando a distancia (sin que todavía se tenga un cronograma del retorno al aula como concepto que tal vez también el virus ponga en crisis) la presencia cultural, debiera ser un elemento tan decisivo como capital en tiempos en donde la cuarentena o confinamiento, agudiza comportamientos de aislamiento y donde no pocos, a contrario de la propuesta oficial del “nos salvamos o cuidamos todos”, puedan decodificar erróneamente que la pandemia se resolverá mediante el apotegma del “sálvese quien pueda”.


Tras la muy acertada decisión del Gobernador Gustavo Adolfo Valdés, de poner un tope en el poder ejecutivo de hasta pesos cincuenta mil de cobro de salario (nobleza obliga el Intendente de Curuzú Cuatiá, José Irigoyen, días atrás hubo de ser el primero en determinar que parte de su sueldo y de sus funcionarios iría a un fondo para mitigar la emergencia sanitaria) se espera desde la ciudadanía toda, el gesto al menos simbólico de las autoridades del Poder judicial (como todos el menos democrático de los poderes, dado que no se eligen por voto popular y conservan prerrogativas no republicanas) para que pongan también un tope a sus ya siderales ingresos que no son alcanzados por el impuesto a las ganancias y que tienen ante este escenario, una larga “vacancia” o no se constituyen en un servicio esencial como el médico, el de seguridad, el logístico, hasta tanto continúe la amenaza de la pandemia.


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