Una renuncia indispensable para el PJ Chaqueño y el Correntino.
El Justicialismo Chaqueño en el gobierno desde hace tiempo, dispone de la presidencia de la legislatura (unicameral) como de la mayoría de los municipios, contando con el más densamente poblado, Resistencia la capital. Tanto el actual gobernador, como el anterior, pudieron resolver circunstancialmente, vía las Paso del año anterior, una interna de liderazgo político, que tensa naturalmente, las relaciones y vinculaciones de poder. El actual embajador en Paraguay y presidente del PJ Chaqueño, lanzó su espacio “Todos juntos” bajo la modalidad telemática e inmediatamente después en una reunión, también virtual, en nombre de la línea del actual gobernador, le solicitaron que diera un paso al costado en su presidencia, para que asumiera en su lugar su rival interno.
Testigo de esta situación, fue precisamente el diputado por el Parlasur chaqueño y designado interventor en el PJ Corrientes, quién sin haber poder resuelto, siquiera ordenado las reglas de juego para la interna correntina (tuvo 7 meses pre pandemia para convocar una interna o armar una lista de consenso y nada generó) se desayuna con que, en su propio distrito, la tensión de liderazgos, puede hacer florecer el vigor de una nueva compulsa interna.
El PJ correntino, es diametralmente opuesto al chaqueño. No sólo que no gobierna la provincia desde el `73, sino que además de poseer un puñado de legisladores en ambas cámaras legislativas, apenas si llega a la veintena de municipios que gobierna, la mayoría de ellos, escasamente poblados. El último candidato a gobernador por el PJ Corrientes, pese a tamaña experiencia y de haber gobernado la ciudad como intendente, aún busca su identidad política. De acuerdo, a cómo sople el viento, corre para sacarse una foto con Colombi, Pichetto o Valdés, o con Alberto, o en el Patria o con los de la Cámpora.
La incapacidad de organizarse políticamente desde el PJ Corrientes es manifiesta, y de una gravedad y profundidad tal, que requieren un interventor que mínimamente no se encuentre también con internas en el distrito del que provenga.
Sí bien el PJ Chaqueño es vigoroso, sólido y anida en el poder provincial, no debe pecar de soberbio y perder un hombre de la talla del presidente del Instituto Juan Perón, afectado a lo imposible de ordenar un distrito como el correntino, que necesita, asimismo un dirigente que tenga toda la atención y dedicación puesta en el distrito intervenido.
La continuidad del interventor, sería una falta de respeto, de inteligencia y de humildad para todos y cada uno de los integrantes del PJ chaqueño, como para los del PJ correntino. Su continuidad sería, concluyentemente, una falta de respeto para sí mismo.
La política no puede ser comprendida desde los modales florentinos, de no plantear estos aspectos basales, porque afectaría, equívocamente, el ego o la vanidad de la persona específica y determinada. Sí bien lo personal es político, también lo excede. Es decir, no se trata de las intenciones del hombre designado en tiempo lugar, ni de su capacidad, animosidad ni nada que tenga que ver con el respeto que se supo haber granjeado en tantos años de trabajo político. Se trata de evidenciar y socializar el contexto desde donde se producen las cosas, y luego de la dinámica de los hechos que las modifican.
Nada se arreglará, sustancialmente, con un cambio de nombres en el PJ Correntino, tampoco se deben echar culpas a quién nos las tiene, pero no por esto, se debe renunciar a una lectura, como la presente, en donde sería más conveniente, en el caso de que hombres y mujeres del justicialismo correntino, pretendan el poder provincial, que la intervención se conduzca por alguien proveniente de un distrito sin complejidades internas y que de antemano posea una decisión política determinada. El contexto pandémico, acorta los tiempos e inclina la decisión hacia una lista de unidad, de consenso, o el vigor de “un dedazo” por más poco democrático que resulte en términos absolutos.
En clave de lectura relativa, es decir de la foto que precisa un PJ que se ordene, tal vez necesite y precise, un hombre o una mujer, no sólo designado por el PJ Nacional, sino más que nada por el instituto patria, o que al menos, tenga la venia de esta institución y de de quién la preside.
Por Francisco Tomás González Cabañas.
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