Partimos de la base que la oposición política (al menos la representada en la legislatura) en Corrientes, no gobierna desde 1973. No expresamos esto a ningún otro efecto que tenga por dar por sentado un dato objetivo, es decir no estamos esgrimiendo una chicana en términos políticos o un sarcasmo editorial. Podemos inferir de esta realidad estadística, que sí algo no sabe la oposición es ser gobierno, acceder a él, democracia mediante, por intermedio de la conquista de votos o la seducción del electorado. En verdad bien podríamos hacer una salvedad expresa. En el año 1992 se ganó una elección a gobernador, se obtuvieron mayor cantidad de votos por parte de esta oposición, que se acendra centralmente en el peronismo, pero como el sistema electoral era indirecto, por subterfugios leguleyos, la voluntad popular, su deseo, no se tradujo en que llegara al gobierno el mismo, por tanto se interrumpió la democracia en tal entonces tal como la entendemos. Siquiera esto, pueden recordar los ahora representantes del significante extenso en que se puede definir al peronismo correntino, al menos el que anida en el legislativo.
¿Debe ser alimentado el estómago, famélico del carenciado, con la expectativa que mórbidamente le sobra al fenómeno democrático? ¿Debe volver a reunirse el criterio, ahora disperso, del espacio y el tiempo, para que ambos converjan en una humanidad que no repare en tan abismales, crecientes como inalterables y sempiternas, desigualdades entre pares, en lágrimas que se le enajenan a ciertos cuerpos que se mutilan por la inanición que terminan en las costas sobrantes de los que abotagados por tantos estímulos, pierden su humanidad y su razón de ser, empachados en el enfermizo atracón de lo que le sobra al ser, o lo que podría generar toda una definición metafísica en sí misma, como el ser sobrante?. ¿Debe la democracia, ser mejorada, mediante el voto, por intermedio de lo electoral, tal como se nos brinda, presenta y ofrece, desde una contemplación en donde el derecho a la opción es más prioritaria que el derecho a no morir de hambre, o que esos otros, que no hemos sido por casualidad, lo hagan a vistas de nuestras elecciones secundarias?.
Sin dudas en la nueva Era Tecnológica por la que estamos atravesando en el mundo global, con una mayor o menor grado de injerencia dentro de los Estados-Nación, a ritmo vertiginoso se llevan adelante nuevas formas de comerciar en el mundo financiero a través de las criptomonedas, criptodivisas o criptoactivos, ahora también se suma otra interesante forma de intercambio comercial: las CriptoTarjetas.
“Sobre los tarifazos, sobre la situación inflacionaria, sobre lo que supone el ajuste acordado con el FMI. Hay que darle un tiempo para que esa crisis de legitimidad se ponga en curso y hable por sí sola. Y ahí sí tiene que aparecer el discurso… El misterio es el "clic". El misterio es el momento de la ruptura de la legitimidad. El momento en el que hay un desplazamiento en los sujetos y no se sienten más representados. Y en ese momento es cuando tiene que aparecer la práctica articulatoria de lo político. En efecto, el relato del sufrimiento no es suficiente”. (Alemán, J. Entrevista “Las cosas del poder”. Tiempo Argentino. Julio 2018)
Así lo expresó el diputado de la nación (mandato cumplido) Walter González Cabañas, quien presidiera en tiempos del divorcio vincular, la comisión de legislación general, granjeándose, mediante la tenaz oposición a lo que finalmente sería ley, la consideración y la referencia de los más altos capitostes del catolicismo, siendo recibido en audiencia particular por el entonces Papa Juan Pablo II. “En el orden político internacional, el día de la votación por el aborto, que auspició y que propala el Presidente Macri, nuestro país terminará de enlistarse en la vereda de quienes defendemos la vida ante que el precio o el costo de las mismas o en donde el mercado y el capital le ponen el precio, mediante la supuesta libertad a las vidas, prescindiendo de muchas de ellas mediante la práctica médica del propiciar la muerte o generando mayor pobreza y desesperanza. No alcanza con que nuestro gobernador, alineado al gobierno nacional, se manifieste, mediáticamente, duranbarbisticamente, por las dos vidas o por los valores católicos que son la base de nuestra sociedad. Valdés debiera comprender que necesita ponerse al frente, ante el propio Presidente, para que junto a los legisladores nacionales, nuestro país no cierre filas con el eje del capital, como otrora se denominaba al eje del mal, en donde el precio prevalece sobre cualquier otro valor”. González Cabañas adelantó que trabaja en una audiencia con el Papa Francisco, en la que se integrarían otros dirigentes y referentes de la región.
Para los incautos o para los parroquiales que no puedan apartar la mirada del árbol, del foquismo de lo inmediato, hace pocas horas en la República del Perú, tras movilizaciones populares de magnitud, el congreso aprobó (por unanimidad) la renuncia de seis integrantes del Consejo Nacional de la Magistratura. En Brasil las idas y vueltas, también judiciales de la causa “Lula” determinarán la suerte de tal ejecutivo que se elegirá o por el que se optará en meses. En Argentina, la crisis económica que no desemboca, aún en una crisis política, azuza, desde sectores de la oposición la figura del presidente del Superior Tribunal de Justicia, Ricardo Lorenzetti, como una suerte de salvaguarda institucional. Por no hablar de lo que ocurre en provincias como Corrientes, en donde la CIDH instó a la justicia argentina, mediante resolución formal que revea la situación judicial de un ex gobernante que denuncia persecución política, vía poder judicial. En ningún caso, en ninguna aldea democrática, el poder judicial, recibe en sondeos de opinión o encuestas, un apoyo que llegue, que orille a más de un dígito de aprobación, por parte de la ciudadanía, que por unanimidad ya tomó una posición con respecto a este poder del estado, por más que el sistema de medios no lo quiera difundir, reconocer o destacar.
La teoría política clásica, sacraliza dentro de las experiencias democráticas representativas, la figura del partido político, dado que a partir de los mismos, mediante los mismos, a instancias de los mismos, los gobernantes, ven impedida, su natural ambición de no incardinarse en los limitantes que implica una institucionalidad democrática, de pretender exonerarse de sí mismos y abrazar con ello, prácticas totalitarias y despóticas, a los únicos efectos de saciar instintos, petulantes de poder, que los situarían en los márgenes de la civilidad tal como lo entendemos, o la pretendemos. Los partidos políticos, además de ser las fronteras naturales en donde se desanda el desasosiego de la posibilidad democrática, son los hogares donde siempre retorna el mariscador, el sitio de referencia, en donde, al final del día, el salvaje, domestica sus furias indómitas y las transige en el devenir de la posibilidad como realidad. El partido político, se constituye en la catedral espiritual, en donde se referencian, tanto los crédulos como los incrédulos de toda comunidad que se precie de tal, la granja donde el rebaño, construye su pastor más que por azar, por necesidad.
Antes de Ricardo Colombi, los jefes comunales no eran más que meros representantes simbólicos de la política local. El mercedeño, paso por su intendencia mediante, al arribar al sillón de Ferré, no sólo que empoderó sino que los ungió a una suerte de monte del olimpo a sus otrora pares y catalizo mediante ellos una marca registrada de su impronta o gesta política. Decir intendentes o municipalismo, es sinónimo de Ricardo Colombi. Algunos de sus socios minoritarios, a pedir del mandamás político, se agruparon en esta suerte de foros, y de allí surgieron valiosos hombres y mujeres, de partidos integrantes de Eco, que supieron usar esta máscara de lo democrático, una de las preferidas de la marca registrada del colombismo. Marca que por otra parte, continúa mediante el gobierno de Gustavo Valdés, quién a pedir de boca, logro que sus regentes peronistas en la campaña electoral (los de la llamada liga del norte, que aglutinó a los jefes comunales de Ramada Paso, Itatí, Loreto, Berón, Olivari) se sumaran o sumaran al resto de los intendentes del PJ. Lentos y perezosos, estos, salieron rápido a los medios (pagos por el gobierno provincial) a dejar en claro que no harían una oposición, sino constructiva, o lo que es lo mismo, edulcorada o afrancesada al gobierno de Valdés.
¿Quiénes representan a los que viven por debajo de la línea de la pobreza? ¿Acaso el mismo estado, en su representación e institucionalidad, que los somete a la indignidad de no generarles la posibilidad de que puedan salir de tal piélago de la marginalidad sin límites? ¿No constituirán acaso, la marea de pobres, desperdigados por los diversos rincones del mundo, una nación que en la petulancia de su naturalidad, no pueda organizarse social, política ni teóricamente?¿No debería imperar, un categoría política que imponga, o en el mejor de los casos, disponga de la existencia efectiva y real de esta nación, apátrida pero con la firme necesidad de que emerja en forma prístina y contundente, bajo una declaración o manifiesto, la voz de los que necesitan, con premura y urgencia, volver a ser considerados humanos por quiénes nos decimos sus pares?
Nuestra vinculación con la finitud, es probablemente, el elemento sustantivo, por antonomasia, que nos hace tal como somos. Probablemente sin tal vinculación no hubiésemos desarrollado el razonamiento y de nada nos hubiese interesado aquel no lugar que llamamos libertad. Quién se proponga realizar una historiografía desde la perspectiva del vínculo con la muerte, seguramente constituirá un punto bisagra, al menos en la filosofía, en la psicología y la antropología, lo cual no es poco, pero de ninguna manera es nuestra actual intención. Partimos de la base hipotética que habitamos una actualidad en donde se ha resuelto dar una batalla al morir, un combate pírrico, donde el ganar no es, como engañosamente se puede presumir, lo imposible de la eternidad, sino el acumular años, aquilatar y acopiar, tiempo segmentado, independientemente de cómo se ha transcurrido el mismo, llevándonos a una obesidad mórbida existencial.
Ninguna de las conflictividades que desde hace décadas enlutan África, y por las que ese occidente tutelador cada tanto muestra su sorpresa en algún medio de comunicación (es decir lo publicita y explicita), como para estar a resguardo de no ser acusado de ser tan culturalmente egocéntrico y dominante, podrían ser explicadas desde otro lugar que no sea el que, humildemente, pretendemos trazar. Reseña de: González Cabañas, Francisco Tomás. La democracia africanizada. (2018) Editorial Camelot. México. 232 pp.
Sí nos remitimos al significado de las palabras, peregrinar es viajar al extranjero; el peregrino es un exiliado un expatriado, que motivado, básicamente para expiar culpas o pecados de su sentir religioso, se va de sí (espiritual como realmente), a un lugar específico y determinado, que por circunstancias concretas, de tal religiosidad, se considera como el centro o la meca de tal peregrinar, que no es más que este viaje para pagar culpas que se realiza en un momento dado en el sitio indicado o señalado por tal liturgia. ¿Será entonces, de acuerdo al significado de las palabras, que festejemos tanta ciudadanía, tanto pueblo, tanta feligresía, que sale de su patria, de su hogar, para ir en busca de un perdón, dada la cantidad de pecados, errores o faltas que cometen en donde viven, y que se grafican, que se palpan, que se demuestran a diario, la criminalidad de estas falencias, ante el número escandaloso de pobres, de marginales, de seres humanos postergados en sus necesidades más inmediatas, por una casta que demanda el esfuerzo de estos, para extasiarse más luego, en excesos materiales, que pagan, como culpa, mediante el reconocimiento del pecado, a través de la eucaristía, del peregrinar y gracias a la complicidad de la mayoría, que por holgazana o perversa, prefiere pasar por incauta y hasta engrandece el proceso, transformándolo en procesión, branding mediante?.
En la presentación de su obra “Interdicciones políticas, filosóficas y psicoanalíticas”, Francisco Tomás González Cabañas, presentado por Carlos Coria García, gráfico con poética precisión por donde pasa la compulsa cultural del momento en occidente: “Mediante el número, venimos totemizando, sacralizando los ámbitos conceptuales donde agoniza lo que va quedando de nuestra humanidad, creemos en la democracia porque nos dicen que uno tuvo más votos que otros, creemos en los libros por la cantidad de páginas que tienen, por la cantidad de títulos mediante notas numéricas, que obtuvieron los que los escribieron, o por la cantidad de público que asisten a las presentaciones de los mismos, en la retahíla de estas multiplicaciones pornográficas de me gusta, de aceptaciones, del compartir, en donde todo se lee bajo el resultante aritmético, prostituimos nuestra posibilidad de pensar, de expresar lo que sentimos, censurando nuestras perspectivas, poniéndonos bajo el número-amo, que nos enajena, que nos convierte en meros receptáculos de las emanaciones de lo que le sobra al mercado, somos las prostitutas acodadas en las barras de las whiskerías, esperando vender nuestra dignidad, por los mendrugos en los que terminamos de cosificar la experiencia de lo que seriadamente, nos convencen que es la vida, una cifra, antes que una emoción, que un concepto, que una frase, que una imagen, que una palabra”.
En la reconocida obra social de ejecutivos, en su solemne y moderno edificio, disertó el afamado filósofo pincharrata, hermano del periodista policial, Mauro Z. Ataviado con pañuelo verde, la gacetilla, organizada, con precisión europea, adelantaba que se referiría a la interrupción del embarazo, práctica médica, que en caso de que se apruebe la ley, no solamente será legal, sino que podrá ser contemplada en programas de pre pagas o de quiénes trabajan brindando coberturas de salud, que en la actualidad, y con relación al aborto, se pierden un negocio, de cifras siderales para sus fines comerciales, a los que solapadamente, y fundaciones ad hoc, mediante, hacen desfilar, personajes como el disertante en cuestión, quién incautamente o no (para el caso da igual) se prestan, honorarios mediante (tal vez) bajo la apariencia de la defensa de la emancipación femenina y las libertades (hasta en las vestimentas descontracturadas y juveniles de los expositores que profesan esta estética como una cuestión de fe) puras a los efectos de generar más recursos para una entidad privada, que seguramente terminará beneficiándose con una práctica médica, que prontamente, pueda que salga de la oscuridad de la ilegalidad, con el empuje de estos sofistas de la buena verba al servicio del capital.
Siempre es difícil hablar de la actividad desde la que se trabaja, pero en verdad, es política de nuestro medio transparentar desde el lugar del que hablamos. Siempre hemos bregado, con proyectos y planteos en la legislatura local, por una ley de distribución de pauta oficial, por tanto consideramos que el tener la misma, sea provincial o de determinado municipio, no condiciona, ni debería hacerlo en caso de que las partes planteen con claridad y transparencia como y de qué manera trabajan.
En el marco de la primera feria municipal del libro, en la Ciudad de Esquina, Corrientes, la obra “Interdicciones filosóficas, políticas y psicoanalíticas” del autor Francisco Tomás González Cabañas, prologada por la reconocida Psicóloga y Magister en Ciencias Políticas, Nora Merlin, tendrá su estreno en una suerte de performance o stand up, en donde la política actual, el poder de siempre, y las coyunturas de todos los momentos, son diseccionadas por las perspectivas teóricas del procaz como sesudo González Cabañas, convirtiendo las categorías en instrumentos como posibilidades para tener una comunidad más ecuánime o más justamente organizada.
También en Italia, la figura del “Senador vitalicio” acendra el prestigio de lo democrático, desde el origen de la figura en la Roma antigua, que reservaba lugares de noble destaque, para quiénes habían dedicado su tiempo a la administración de la cosa pública, y la reverencia, representativa que acciona a la comunidad toda con el buen ejemplo y proceder de figuras encumbradas a un rol institucional. Actualmente en el país Europeo, los senadores vitalicios también pueden ser personalidades del ámbito de la cultura designados por el Presidente y en Paraguay, el presidente saliente, Cartes, en su condición de tal (pese a haber sido ungido como senador no vitalicio) le corresponde la senaduría vitalicia que no implica voto, pero si voz. En Corrientes y para evitar tener que reformar la constitución para tal cometido, el Centro de estudios “Desiderio Sosa”, propone el siguiente proyecto de observatorio de política provincial que unge, desde lo simbólico a los ex gobernadores, como una suerte de senadores vitalicios, para que reciban en vida los reconocimientos y validaciones por el proceder llevado a cabo en sus tiempos de administradores a los efectos que la ciudadanía comprenda del honor que significa la investidura misma.
La presente propuesta funge como primer movimiento, primera instancia, para la aplicación del “voto compensatorio” (definición teórica por parte de quién suscribe de establecer una valoración diferente en la emisión de su voto, más elevada del común o del resto, de quién se encuentra en situación de pobreza o marginalidad). Tal como en muchas democracias occidentales, se instrumentó, para dotar de equidad representativa, de una suerte de cupo, o de porcentaje mínimo o expresamente especificado (puede alcanzar hasta la mitad del total) para el género mujer, a los efectos de mitigar la cultura, y su enfermedad, machista o patriarcal, instando y llegando con éxito, a equiparar la participación femenina, con el predominio, hasta antes de la disposición (o discriminación positiva), masculino, debemos actuar de forma semejante, para combatir la “aporofobia” (odio al pobre) o el incremento de la pobreza o el no combate de la misma como principal flagelo a vencer desde las democracias representativas en las que habitamos.
Una vez pudo haber sido una suerte de coscorrón simbólico, o esas palmadas fuertes sobre la mesa, cuando tenía el bastón de mando en la poltrona de la rosadita. En la silla de uno, sino el único, amigo periodista o comunicador que posee, se despachó el hombre fuerte, con un poco más que candidatearlo al otrora “Pichón de picurú”, dentro del espacio político del presidente de la Nación, y no conforme a esta transgresión, dejó abierta la puerta para que esa representación, también sea la de su marca registrada, el espacio “Eco” para un desembarco futuro, de Camau en el próximo turno para el ejecutivo capitalino (dentro de tres años) con el traje cambiado. Fue la segunda, y mucho más feroz, de las estocadas de Ricardo, al corazón del intendente de la capital en menos de un mes. La primera, había hecho mención, a su entender de la falta de recorrida, de proximidad, de cercandad con el vecino, del actual jefe comunal, al que de la noche a la mañana, le instaló un competidor, inmediato, barriendo el tiempo que resta para tal elección y lo que es peor, metiéndolo adentro de la granja de eco más cambiemos.
Sí lo analizamos del sentido común, más que una objeción de conciencia, pareciera ser una reacción, facciosa y primitiva, de un grupo orquestado, por razones espirituales, religiosos o las que fueren, para no acatar una ley, legitima y legitimada, por la instrumentación democrática. Es decir, en todo caso, nada debiera ser tan, individual, como meditado, que guarecerse bajo una demanda de objeción de conciencia. Algo muy distinto a la campaña, prestidigitada y por ende pergeñada con premeditación, que se publicita por diferentes medios y redes, de galenos o asistentes de los mismos, con cartelitos que rezan que no cumplirán la ley, que tiene media sanción del congreso, que posibilitara el aborto, gratuito para quiénes se encuadren dentro de la normativa, en caso de que se termine convirtiendo en tal.