“Hay dos grandes principios de nuestros razonamientos: uno es el principio de contradicción, que hace ver que de dos proposiciones contradictorias, una es verdadera y la otra falsa; el otro principio es el de la razón determinante, que consiste en que jamás ocurre nada sin que haya una causa o, al menos, una razón determinante, es decir, algo que pueda servir para dar razón a priori de por qué existe eso de esta manera más bien que de otra” (Leibniz).
La verdad es la ilusión necesaria que nos sostiene como sujetos y que el sujeto sostiene para creer en una construcción colectiva imposible. La política o lo que define el poder, no sólo es el submundo del bien material, del dinero, del auto, también lo es, en la crueldad más profunda de lo humanístico, como creemos en lo que creemos y los porque.
Tal como viene sucediendo hace 20 años, el gobernador marca la cancha a las aspiraciones peronistas para que estos sean gobierno, como lo hacen desde hace otros 30 años, que suman 50 sin peronismo en el sillón de Ferré, otros encumbrados dirigentes políticos de diversos partidos que no son peronistas. Es que mal que les pese a los que se consideraron o se consideran Popes peronistas, todos han podido con ellos y lo que es peor, con las legítimas aspiraciones del pueblo que se identifica con las propuestas peronistas, o con el sentir del peronismo, que para sintetizarlo en un frase podría significar el disminuir los índices de marginalidad y pobreza o la inclusión social.
Analizando los conflictos políticos que dividen a la sociedad argentina en los últimos tiempos, en donde se acentúa la discrepancia entre los ciudadanos, cabe la duda si es a causa de un fanatismo exacerbado que, concluye a una frágil fundamentación sobre el debate acerca del ámbito político; o una falta de cultura política por parte de ellos y porque no, por parte del mismo sistema político, entendiendo a éste desde la conceptualización abordada por el autor David Easton , como un conjunto de interacciones políticas que se orientan hacia la asignación autoritarias de valores a una sociedad. (Por Ana Caren Graemiger).-
Así como se nos dijo que no había 2013, sin 2011 y los militantes de base, estampamos el triunfo de quiénes en la carroza Kirchnerista, nuestros líderes políticos saludaban a la multitud como si fuesen bastoneras de comparsa, nosotros ahora, en un claro acto de rebeldía peronista, entendemos, creemos y sentimos que para tener una chance de poner un gobernador peronista, Eduardo Tassano tiene que ser el próximo intendente de la Ciudad.
El Centro de Estudios Desiderio Sosa propone un Observatorio electoral con el lema “Elegí cuidar la Democracia”
Siga el baile, siga el baile, de la tierra en que nací; La comparsa de los negros, al compás del tamboril. Siga el baile, siga el baile, con ardiente frenesí; Un rumor de corazones, encendió el ritmo febril. Alberto Castillo
“De los fundamentos del estado, se sigue, con toda evidencia, que su fin último no es dominar a los hombres ni sujetarlos por el miedo y someterlos a otro, sino, por el contrario, librarlos a todos del miedo para que vivan, en cuanto sea posible, con seguridad; esto es, para que conserven al máximo este derecho suyo natural de existir y de obrar sin daño suyo ni ajeno. El fin del estado, repito, no es convertir a los hombres en seres racionales en bestias o autómatas, sino lograr más bien que su alma y su cuerpo desempeñen sus funciones con seguridad, y que ellos se sirvan de su razón libre y que no se combatan con odios, iras o engaños, ni se ataquen con perversas intenciones. El verdadero fin del estado es, pues, la libertad” (Spinoza, B. “Tratado Teológico-Político. Alianza Editorial. 1997. Madrid. Pág. 411).
Tal como el principio que sostiene Rodolfo Martínez Llano “A veces ganando se pierde y perdiendo se gana” la ratificación que en política dos más dos no son cuatro, es contundente, sobre todo en la arena peronista que no corona un gobernador desde hace medio siglo. Esta falta de entendimiento, de comprensión, que sólo ha tenido Don Julio Romero en virtud del último gobierno Peronista, vuelve a poner en caja los deseos del peronismo de arribar al sillón de Ferré. Nuevamente se puso delante el carro de los caballos. De aquí la explicación de porqué el radicalismo, el ricardismo se regodeó en este adelanto municipal. Pudo ganar meses para seguir concentrando poder, pese a la dificultad lógica de la sucesión, que podría haber sido traumática, y que sin embargo solo lo es, con escaramuzas, gracias a que existe a mitad de año (como si no alcanzase la razón, los augurios, que provienen desde la antigüedad, señalan lluvias que complican no sólo el transitar sino el humor de la ciudadanía con su oficialismo en juego, el más directo, el municipal y recuerdan los vinculados al peronismo, con otra derrota en junio, la de Nestor K en 2009 en provincia de Buenos Aires) esta elección, en la que el intendente, sólo junto a su facción y un grupo de encuestadoras pretende convencer que siga en el poder será beneficioso para el conjunto de los capitalinos.
En alguna de nuestras elecciones, libradas en nuestros vastos latifundios, un pueblo, en su accionar directo y pleno, o representado por unos pocos, librará la batalla (de aquí que se conserve los términos militares para la acción electoral, a pedir de Carl von Clausewitz. «La guerra es la continuación de la política por otros medios») de sentido, la disputa democrática, la pelea por la cual los pueblos que vemos el sol desde esta perspectiva hemos sido y somos un pueblo determinado y característico.
Seguinos
3794399959