Dentro de una semana se perpetrará el acto democrático por antonomasia. En el frenesí de lo electoral, tanto la opinión pública como la opinión publicada continuará hablando acerca de porqué gano tal (existe una tesis de que quizá se complique la cuenta electoral y que se pueda asistir a un proceso parecido al de Tucumán en la elección anterior o de la Provincia de Bs As semanas atrás, aunque no abonaremos a esta posición, idea o sensación) y perdió su oponente, generando cuentas algorítmicas y matemáticas que cosificaran al dirigente, como a la agente toda, apodado como se lo apode y en el barrio o municipio que tracciono para tal o cual frente. Sin embargo, más allá para las loas para el ganador, el perdidoso, en la cultura democrática que venimos forjando para lo único que habrá servido es para hacer llegar un determinado número de diputados y senadores al parlamento provincial, quiénes serán los que se constituyan en los opositores institucionales o en su defecto se cruzarán de vereda con el oficialismo triunfante (en ambos bandos están los que la elección pasada entraron como representantes y ahora, meses después, están en el otro). La propuesta para el perdedor, o para el futuro opositor, pura y eminentemente democrática es la constitución del Gabinete en las sombras, tal como ocurre en la política Inglesa.
En este momento en el que se avecinan las elecciones, entrevistamos al doctor Paco Achitte, candidato a diputado provincial de la alianza Corrientes Podemos Más.
Uno de los sacramentos más importante de nuestra democracia puebleril, es sin duda alguna, el ejército de personas sin poder, que por orden, sugerencia o condicionamiento o invitación de ese poder, reparten las boletas electorales (algunos se quedan en el valor estético de estas y la relación al papel higiénico, creyendo que cambiando el color y gramaje del papel o transformándolas en electrónicas, cambiaran la democracia y con ello la política) a cuantos se le crucen por el camino en una carrera contra-reloj para supuestamente convencer al votante que lo tiene que hacer mediante esa boleta, porque recibió un pedazo de papel que tiñe las manos de negro y que en el mejor de los usos termina como anotador del almacenero. Es otro de los crasos y cruentos, errores de evaluación que hacen los pertenecientes a la clase política. Creyendo que no se es democrático, porque se critica a la democracia para mejorarla, para vaciarla de sus sinsentidos, de los que está plagada, los popes de la política, en una obtusa y confusa, defensa de lo que creen que terminara con sus prerrogativas (cuando es al revés, sí logramos modificar, enalteciendo lo democrático, no sólo los políticos mantendrán sus bienes materiales, sino que además podrán tener prestigio, honra, celebridad y prestancia fundamentada) ningunean las perspectivas críticas de lo democrático. No asisten e incluso más, mandan a denostar a todos los que de una u otra manera, piensan lo democrático, desde otro lugar que no sea el automatizado, el mecanizado, e industrializado, llamado lo electoral o la campaña política.
El centro de estudios políticos y sociales, “Desiderio Sosa” presentará el lunes próximo (2 de octubre) a las 19 horas en su sede central de la Ciudad de Corrientes (Plácido Martínez 1284) el IDECO (Índice democrático Correntino) que se conforma mediante dos cuestionarios cerrados (una para cada poder del estado que elige sus representantes mediante voto, quedando el judicial fuera del relevamiento, por no ser considerado “puramente” democrático) que arroja un resultado, mediante el cual se establece el ranking o tabla de posiciones de todos y cada uno de los integrantes de los poderes legislativo (provincial y municipales) y ejecutivo (provincial y municipales). Esta idea inspirada en el índice que a nivel internacional, realiza un medio Inglés pondrá en blanco sobre negro, prácticas que son harto demandadas por una ciudadanía que ya no sabe cómo expresar la necesidad de que la democracia tenga más que ver con lo que le sucede en el día a día del común de los ciudadanos. Participación, transparencia, claridad normativa, ejes prioritarios determinados por las problemáticas más acuciantes como las más importantes, son parte de las 18 preguntas (9 para cada poder relevado) que serán (de hecho en la página del centro ya figuran las correspondientes al legislativo) con las que se conforma el índice, y que a diferencia del medio de referencia (el Inglés que no brinda la información de los parámetros con los que conforma su índice) se harán totalmente públicas, dejando una entrevista personal para evitar ambigüedades o respuestas que no puedan ser evidentemente constatadas en forma pronta o inmediata.
Arriesgaremos la hipótesis que tenemos el profundo deseo de volver, en vez de Ítaca (que es el regreso, del cual etimológicamente proviene el término nostalgia) a la tierra sin mal. Probablemente y siguiendo la referencia con lo Griego, tal lugar no existió en el plano de lo real, posiblemente opere desde lo imaginario, tal como operó la Atlantis para los inventores de la democracia luego de que así lo narrara Platón. Podría señalarse que a decir del portugués estamos afectados de “Saudade”, es decir esa extrañeza, ese deseo de retornar o de que retorne algo, desde una valoración más sentimental o romántica. Esta podría ser la razón, por la cual en vez de hacer uso de recursos como la inteligencia o la astucia, como lo hiciera Ulises para volver, recurriéramos a la música, a la cítara, al haber creado el chamamé (en el sentido no de su origen, sino de la particularidad con la que se desanda) el rasguido doble o más acá en el tiempo a la cumbia correntina (otra vez, la resignifcación de tal ritmo, dotándolo de elementos melanco-depresoides). Independientemente de las discusiones musicales que se puedan desprender desde las anteriores afirmaciones realizadas desde un profundo desconocimiento en la materia, sólo diremos que el Universo del Chamamé tiene su epicentro en estas tierras. Un chamamecero es más que un poeta, por más que un poeta tenga menos prestigio que un prestamista en la evidencia palpable de que la condición nostálgica del correntino, lo es en tanto cultura, más no así en lo relacionado a lo económico, en donde como cualquier otra aldea occidental no escapa al principio de acumulación y ostentación de bienes materiales.
Palabras distinguidas para la comunidad lectora de Comunas del Litoral.
El peronismo ha sido, y lo sigue siendo, más un fenómeno del poder político que una expresión de lo democrático. Claro que lo democrático, en Argentina, en verdad no ha sido otra cosa más que una franquicia que trasladó el radicalismo, exitosa y particularmente bajo el liderazgo de Ricardo Alfonsín, desde la imperialidad occidental, desde el eurocentrismo-académico-cultural-normativo, a nuestras tierras aún en cuitas y veremos desde todos los sentidos.
El neologismo, o el término que viene siendo usado casi informalmente, por parte de ciudadanos occidentales del mundo que preocupados por el desandar del sistema político instituido, buscan resignificar o conceptualizar, el menosprecio o la escasa afección a la democracia de los que se dicen democráticos o los que formal y políticamente la representan (en término Lacanianos podríamos aducir: "El arte y la palabra suelen estar para velar la falta.") con la finalidad, precisa y obvia, de generar presencia, en el agujero de lo no democrático (sobre todo la criminalidad de que la democracia supuestamente garantice libertad y derechos humanos, a expensas de mantener a millones en la pobreza, la marginalidad y la exclusión) necesita de una definición precisa y taxativa.
Así como Martín Heidegger se preguntó ¿Y para que poetas en tiempos de penurias? A partir de un poema de Hölderlin, recaba, garabatea, piensa, rodea, posibles definiciones. Nosotros inspirados en palabras que bosquejó como las siguientes; “El hombre debe arriesgarse, es capaz de hacerlo, debe hacerlo constantemente y a gran escala. El hombre es un desprotegido de la naturaleza, de la totalidad del mundo y por ello no está limitado”, nos preguntamos acerca de nuestros políticos en tiempos de democracia. Nos hubimos de preguntar, hace unos meses atrás acerca de ¿Y para que políticos en tiempos de democracia?. Ahora lo hacemos, en un tema, recurrente como reticente, que perfora el formalismo de la constitucionalidad (ver la España actual y su conflictividad entre teoría y práctica) de la norma de los partidos políticos como pilares de la democracia (nadie duda que así lo deseemos, ¿pero lo son o que hacemos para que ello sea? O en verdad ¿cuánto venimos haciendo para que la letra de la ley, muera en lo vacuo de su aspiración?).
Dos correntinos formaran parte de la mesa principal del Congreso Internacional de Humanidades: Horizontes y Desafíos en la investigación interdisciplinaria, a llevarse a cabo en la Facultad de Filosofía y Letras de la Universidad Autónoma de Nueva León, México en noviembre del corriente año, luego de la aceptación por parte del distinguido Comité Organizador del trabajo: La Cámara de los Dipunadores ¿Y si el pueblo comienza a gobernarse?
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