Garantizan una democracia formal y en papeles, que se traduce en elecciones, catalogadas como libres, participativas e inclusivas, en donde los que pierden el poder a perpetuidad, son encontrados por el sistema que los ungió y sostuvo, al quedar fuera del mismo, como responsables de saqueos institucionales, escondiendo lo producido (de la sistematización de la corrupción), en bienes suntuosos, exóticos, cuentas en paraísos fiscales, propiedades adquiridas sin justificar y billetes de alta denominación, y acopio de los mismos a mansalva. Esta es la democracia africanizada, que claramente excede lo geográfico, y se conceptualiza como el diagnóstico cabal de nuestras democracias actuales.
Eduardo Tassano participó este martes de la presentación del programa mediante el que se darán clases dictadas por docentes universitarios, para empoderar el rol del municipio como promotor de la salud a través de las SAPS, capacitaciones a los agentes comunales y una acción de programas prioritarios en salud pública, para trabajar en red. "Es fundamental la apertura de la UNNE para que se puedan brindar conocimientos y servicios a la comunidad", destacó el intendente.
Cada tanto, la vida nos anoticia, que es tal, al terminar, abrupta como inesperadamente, sobre todo cuando se las toma con cuerpos jóvenes en pleno andar de los mismos. Más allá de cualquier circunstancia, todo lo no esperado, en algún punto se torna evitable. Cuando los ciudadanos de una comunidad fallecen, trágicamente, por el accionar directo o secundario, pero accionar de la delincuencia, o lo que se da en llamar inseguridad, los ojos se posan, necesaria (por más que no sea de una manera objetiva o racional) como naturalmente, en los funcionarios a cargo. La desgracia, política en este caso, se sumó a la desgracia humana de la ida prematura de una reconocida, tanto ella como su padre, militante del peronismo provincial, que contrarrestó rápidamente las ineficaces expresiones, minutos antes del hecho, del ministro del área (uno de los pocos que ungió el actual gobernador, habiendo otorgado prioridad al elenco estable de ministros y funcionarios que mucho de ellos vienen desde la intervención cordobesa, perforando en meses más las dos décadas de conchabos de lujo en el estado provincial) que imprudentemente rifó la suerte de su accionar, como la del gobierno de su jefe, en tal área, a la misma suerte que se llevó otra vida inocente, por problemas estructurales de un gobierno que juega a ser nuevo, pero que para que ello le salga debería hacerlo mejor, radicalmente mejor.
Una de las lógicas más contundentes, como acaso feroces e implacables, que asesta el sistema mismo que se devora a su creador o a quién debiera servir, al ser humano, es la que se desnuda en la necesidad imperiosa de individuación que nos impele, a que nos distingamos siempre por sobre otro u otros. Sí nos ponemos a pensar, o cada uno de nosotros, ha sido o es, campeón en algo, el mejor de acuerdo a una valoración a la que nos hemos predispuesto, para alcanzar esa medalla, esa cucarda, ese reconocimiento, que excede el natural o analítico que precisamos para existir. En lo que podría ser una metástasis de nuestra reafirmación de existencia, en una suerte de sobredosis nociva, nos inventamos competiciones o competencias, para la vanagloria de podios supuestos, en donde, en la perversidad de hacer de cuenta que no nos importa, le enrostramos a los otros que somos los mejores. Todos los ámbitos, deportivos, culturales, sociales y políticos se nutren bajo esta suerte de escalafón que se reproduce hasta el hartazgo en la imperiosa necesidad, de que en algo, nos digan que hemos prevalecido. Pensándolo mejor, el verdadero progreso, o paso adelante, tal vez sea que de a poco, vayamos prescindiendo de esta sensación que en la última de la instancias lo único que propone es que menoscabemos al otro, que lo eclipsemos, para que nuestra tenue luz, en la oscuridad del otro, pueda agigantarse, vana como falazmente nuestro yo, aún más pequeño o empequeñecido.
Sí tomáramos como cierta la conjetura de Leibniz, la que se desprende de que la humanidad habita el mejor de los mundos posibles, debiéramos entonces aventurarnos afirmar que en todos los órdenes administrativos tenemos el mejor de los gobiernos que hemos elegido y que cualquier apreciación que no vaya en tal sentido, es decir conjeturas contra fácticas, caerán en que siempre habrán de ser la peor de las opciones de las que vivimos. ¿No debemos atribuir a Leibniz entonces la idea de que toda innovación es el fruto de una rebeldía condenable? No. Que Dios haya creado el mejor de los mundos sólo nos obliga a admitir que lo que ha sucedido era lo mejor que podía suceder; no, que deba seguir sucediendo. El contento con el pasado es compatible con la voluntad de no repetirlo. Leibniz nos aconseja, pues, actuar conforme a lo que juzguemos más conveniente, convencidos a la vez de que, si las cosas no sucedieron así antes, ello fue porque no había llegado su hora”. (Javier Aguado Rebollo. “¿Por qué, según Leibniz, vivimos en el mejor de los mundos posibles?. Thémata. Revista de filosofía. Núm. 42, 2009).
La otrora expresión guerrillera colombiana, devenida en partido político, despierta en referentes sociales de la región latinoamericana, cierto interés político, dado que ha logrado representación parlamentaria, sin necesidad de ratificarlo mediante voto directo, conformando de esta manera la novedad en sí misma de las democracias actuales en occidente. No sólo es un cambio semántico, la actual Fuerza Alternativa Revolucionario del Común, que reemplazó a la temible como execrable, para la democracia, Fuerza Armada Revolucionaria de Colombia, en los acuerdos de paz que pusieron fin a la violencia, determinaron que este espacio de arrepentidos en el uso de la última ratio, puedan tener representación en el poder legislativo, por dos turnos electorales, sin necesidad de la ratificación mediante voto, a los que no pocos señalan, sobre todo en sitios en donde la pobreza golpea con flagrancia, como una suerte de argucia o engaño, para en nombre de la democracia, empequeñecerla o reducirla. Sostienen que la “pobreza” o la marginalidad, debiera estar representada, explícitamente, en las bancas legislativas, más allá de la circunstancia electoral.
Tal como lo fue en su momento; el concepto definición de “El pueblo” , o “la ciudadanía”, se escucha y mucho, contaminación reciente mediante, por parte de politólogos y supuestos teóricos de lo político (en verdad sofistas, que trafican en el sitio medio, sin que se animen a proponer un camino tercero o diferente, que subsanen las carencias de lo práctico o de lo abstracto, es decir se granjean ingentes recursos en ese no lugar, en la paresia del medio) la prolongación de esta idea, que supuestamente poseen una verdad revelada, tras frotar un talismán en una impostada postura de gurúes, que saben a ciencia cierta lo que le gusta, quiere, pretende o le interese a la gente. El político o funcionario, compra esta idea, básicamente porque le es funcional al “piloto automático” con el que se lleva su sueldo, siempre fornido, suntuoso, para administrar la cosa pública o representar a los representados (obligados por el pacto tácito mediante) sin que tengan que hacer demasiado, más que responder, cuando, muy oportunamente, desde algún lugar le llega alguna idea, con esta frase-verdad, alumbrada por esos “mágicos” (que antes engañaban con las encuestas) que determinan que nada o casi nada, es del interés de la gente. Como para fulminarlos, conceptualmente, sí esto se correspondiese con la verdad, entonces debiéramos disolver lo público y por ende, resignificar la función del político o del funcionario…
Así lo refleja un pedido de informe aprobado en la Cámara de Diputados de la Provincia de Corrientes, dirigido al Ministro de Justicia de la Nación, a los efectos de poner en foco la situación jurídico-política, del líder del partido naranja, cuya representación parlamentaria, recae en figuras como las de los diputados Ramírez y García y la Senadora Nazar.
“En ninguna de las setenta comunas de la provincia de Corrientes, el pago de las tasas municipales, supera el 50 % de cumplimiento. En la Ciudad de Corrientes, está finalizando una nueva moratoria, que se sumó a un cobro apresurado de la gestión anterior, que tampoco da sus resultados, dado que al Ciudadano actual, no se le ofrecen garantías de que su dinero se invierte en obras, servicios o sanamente para la comunidad (es decir la solución no pasa por generar mayores bocas de cobro, sino por brindar mas alternativas de servicios...) Esta es la principal acción en que deberían concentrar su atención las gestiones municipales, pero muchas de ellas se transformaron en madrigueras de las prácticas más aberrantes y ordinarias, como el nepotismo y el mercantilismo de la baja política que regentea sujetos cosificados, a quiénes se les priva la posibilidad de pensar y por ende de ser humanos (recayendo en los jefes comunales todas las responsabilidades habidas y por haber, sin que puedan delegar nada y menos pensar en soluciones creativas) . Presentamos, tal como lo hicimos, con la banca del vecino, el derecho a la voz de las gradas (y tantos otros proyectos más), esta nueva iniciativa ciudadana, que está destinada a hacer eje en esta cuestión neural de la política pública que contribuye, como si fuese poco, a brindar la sensación de aliviar la alta presión impositiva a nivel nacional. Es decir, sí al menos, todos y cada uno de los municipios, con un jefe comunal que entienda de lo valioso de esta herramienta la pone en práctica, dará cuenta que generará un valor institucional, como un disparador más, concomitantemente para elevar la calidad democrática de la ciudad que administra, como la posibilidad cierta de elevar su recaudación”. Por Centro de estudios políticos y sociales “Desiderio Sosa”.
La Grecia antigua parió la noción conceptual de que los hijos que llegaban vía la unión de células mediante coito (no existía otra manera en tal entonces) no pertenecían siquiera a los fecundadores, sino al estado. Bajo esta apreciación, los ciudadanos, se educaban de acuerdo a las necesidades que fijaran las ciudades-estado. En algunos para las guerras, en otros para el pensamiento y para las artes. No sólo que de allí, surge esa “amistad” que hoy la comprendemos como pedofilia, entre adultos y adolescentes que no distinguía cuestiones de género, sino que comprendía la educación sexual integralmente y de acuerdo a la moral que ellos forjaron en tal entonces y que en la actualidad, no sólo que la penamos con la ley, sino que nos parece a todas luces un horror.
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