Resguardando valores y conceptos, como los de la libertad política, la independencia de poderes, que hacen a la institucionalidad y la democracia, creemos indispensable el hacer visible la referencia a líderes políticos que más allá de sus experiencias y participaciones en gobiernos anteriores, poseen una concepción del porvenir, sujetada en cumplimiento de reglas indispensables, en nociones culturales como el mérito y la idoneidad, hoy, temiblemente, cuestionadas desde la máxima autoridad política. 

Necesitamos reconstituir, restaurar, regenerar, principios rectores de una sociedad que tienda a la armonía, al progreso social ascendente, respetando la división del trabajo, la propiedad privada y los circuitos legítimos y legales establecidos en nuestros compendios normativos. 

Aspiramos a al reencuentro con una Argentina que cumpla lo que prometa, que trabaje seriamente y sin modificaciones repentinas de agendas que benefician sólo a grupos, facciones o radicalizadas en el mezquino interés de una sola persona que detenta el poder real desde las sombras de un rol, en las formas, secundario. 

Creemos en el diálogo, en el consenso y en el intercambio de ideas, sin que esto no sea óbice para confundir que ninguna injusticia se resolverá, ni podrá ser reclamada desde el imperio de la anomia, de la ilegalidad o de la imposición por parte del temerario principio de la ley del más fuerte. 

Entendemos y comprendemos que los partidos políticos son instituciones fundamentales de nuestro sistema democrático y qué dentro de los mismos, se construyen liderazgos, de tintes diversos que se ajustan a necesidades tácticas para obtener resultados más propicios e indispensables.  

Alentamos y propiciamos, bajo los protocolos sanitarios imperantes, la manifestación de todos y cada uno de los argentinos, que sienten que momento a momento, sus derechos son vulnerados bajo la flagrancia de un tormento cotidiano en donde se utiliza la desgracia pandémica, para azuzar el advenimiento de la muerte física o real, exigiendo previamente la desaparición o la muerte política o civil.

Sin que se pretenda otra cosa, que no sea la manifestación clara, efectiva y fehaciente de un liderazgo necesario e imprescindible, como tantos otros existentes y a existir, deseamos comunicar nuestro acompañamiento al accionar político y ciudadano de la doctora Patricia Bullrich como una referencia lúcida y determinante en este presente aciago. 

Te esperamos, hasta la próxima, en este desafío sin parangón de construir futuro con las herramientas a mano, nutridas de libertad, institucionalidad, república, independencia de poderes, idoneidad, inclusión y democracia. 

Los patricios.