ACTUALIDAD
13 de julio de 2018
Los medios de comunicación, la pauta y vos.
Siempre es difícil hablar de la actividad desde la que se trabaja, pero en verdad, es política de nuestro medio transparentar desde el lugar del que hablamos. Siempre hemos bregado, con proyectos y planteos en la legislatura local, por una ley de distribución de pauta oficial, por tanto consideramos que el tener la misma, sea provincial o de determinado municipio, no condiciona, ni debería hacerlo en caso de que las partes planteen con claridad y transparencia como y de qué manera trabajan.
Nosotros seguimos intentando mediante una propuesta de que cada medio declare la pauta oficial que recibe, a los efectos de mejorar la calidad comunicacional que brindamos en nuestra provincia, para que los lectores en nuestro caso, sepan que un banner verde o de corrientes te quiero, no implica necesariamente una obsecuencia hacia quiénes manejan transitoriamente la cosa pública, en todo caso puede existir una empatía del medio, ideológica o conceptual, y no estaría mal que ocurra, lo que sí, debería ser puesta en blanco sobre negro para los lectores.
Los dueños de los medios, son las estrellas principales, los redactores o periodistas, sólo pueden aspirar a estar en blanco y tener derecho a la firma. Sí el jefe cerro con el gobierno, decimos lo favorable y matamos al opositor, sí la charla con el ejecutivo se da en malos términos, se aplica la lógica contraria. En las provincias, lo mediático, como la mayoría de las actividades, se encuentra “feudalizado”. Son cuatro o cinco los popes, patronos de súbditos que al ser despedidos, por crecer un poco, se dan cuenta que era todo mentira lo del crecimiento social ascendente. Por lo general, estos abren también agencias electrónicas, que con muchos obstáculos, en el mejor de los casos, sobreviven como canoas, ante el paso transoceánicos de los cruceros, comandados por los piratas propietarios, que antes tuvieron pasado en la función pública o relaciones carnales con alguna administración.
Deberemos concluir, lamentablemente, que la diversidad de medios periodísticos, en todos los formatos, con que cuenta nuestra provincia, obedece más a una necesidad política, de diferentes hombres de poder, para contar con órganos de expresión, que a la diversidad informativa y expresiva que se merecería una comunidad ávida de pluralidad y calidad.
No se puede argumentar lo evidente, los dueños, o directivos de los medios vernáculos, a cargo de expresiones políticas, no hablan por intermedio de sus construcciones periodísticas de los medios colegas o competidores, o del periodismo en general, por una sencilla razón.
Porque se enfrentan, en las arenas políticas, por intermedio de aparatos de comunicación. Lástima que por esa inveterada costumbre, que arrastran desde 1860, no hagan ni política ni periodismo, sino simplemente, se dedican a sostener, una cultura feudal, que es más responsable, de lo que muchos piensan, de los males que nos aquejan. Claro, no hay medios que lo señalen, ni políticos que trabajen para atacar lo verdaderamente nocivo. Sucede que ni siquiera son socios, ni cómplices, sino que por lo general son los mismos. El resultado, es que la comunidad, se queda sin política y sin periodismo que escape a lo ya nefastamente conocido y padecido.
Esta realidad, bien podría corresponder a lo que se denominan “grandes medios” o los medios gráficos o las emisoras radiales con más alcance y con mayor penetración en la audiencia.
Las denominadas radios de frecuencia modulada, que deberán ser replanteadas con la nueva ley de medios, obedecen su razón a emprendimientos de, en su mayoría técnicos radiales, que encontraron una veta, al pasar determinado tipo musical (sea chamame o cumbia básicamente) una relación con un determinado público, como así mismo, otros espacios radiales, también construidos con esfuerzo, que venden por hora su programación, para comunicadores “independientes” que en su mayoría, desean comentar las noticias del día, desde su propia voz o cariz, para de tal manera, plantear así la diferencia con los grandes medios o con sus pares, por lo general, hombres y mujeres, que obtuvieron ciertas características (desde religiosos, activistas, líderes sociales, etc.) pero que por las dificultades económicas no pueden montar un equipo periodístico que brinde al escucha una opción de mayor calidad. Estos comunicadores, viven al día, porque el criterio, siempre discrecional de la pauta oficial, no esta vinculado a las características de contenido, sino a insondables aspectos del destino que más tienen que ver con el amiguismo, por tanto el círculo viciosos se cierra, tampoco le ofrecen al comunicador la posibilidad de progresar mediante la mejora de su servicio, sino simplemente por estar. De esta manera, el círculo aumenta en integrantes, es decir, una especie de lotería, donde muchas se la juegan, no tanto por sobrevivir, sino más que nada por tener la posibilidad de que algún día llegue ese amigo del alma al poder que les cambie la realidad. La pauta privada sólo está reservada a un puñado de empresas grandes, que por lógica invierten en medios grandes, los pequeños comercios, sólo apuestan al canje, es decir el comunicador, al menos viste o come, medianamente subvencionado.
Con el avance de la tecnología, la irrupción de las páginas webs, el mercado se abrió, a lo que se denominan “agencias virtuales de noticias”. Aquí, lo que ocurre con las radios de frecuencia modulada, aumentó en grado exponencial. No sólo, porque el “poner al espacio cibernético” una página web es mucho menos costoso, tanto en su lanzamientos como en su mantenimientos, sino porque también es mucho más fácil cargarla de información. El viejo truco que utilizan los copiones del secundario o de la universidad, se esparce como virus, quien más quien menos, copiar, cortar y pegar, y ya esta la noticia. O en su defecto, las gacetillas que salen de no más de 10 lugares oficiales, y que nosotros como medios, las reproducimos tal cuál las envían. No debería existir algo más modificable que una gacetilla de prensa que arriba a una redacción, sin embargo, lo mismo que ocurre en las otras áreas del periodismo, malos pagos, falta de estimulo, para cuando se realiza contenidos o no, es todo lo mismo, sí hace falta, algo que no se puede hacer en radio (o que se hace desde la oralidad) se pone una mina en bolas para que entren más visitantes. Otro aspecto que forma parte de nuestra realidad mediática por internet, son aquellos, que se hicieron o al menos así nos quieren hacer creer, de un nombre, entonces, vomitan en algunos casos, en otros intentan informar, desde su particular óptica, claro que con la firme intencionalidad de tributar a un capanga político. Estos personajes, que creen poder mirar firmemente al cielo, por un supuesto nombre en base a sus capacidades, en realidad, son operadores de ciertos capangas políticos, quizá, algo indispensable, dado que también les comprenden las generales de la ley, es decir, pautas escasas (más para un mercado recientemente nuevo como el virtual) desde el ámbito privado y siempre el entongue político. Deberían al menos reconocerse como tales, mal que les pese, y no venderse como independientes.
Para que esta nota no quede como una mera expresión de deseo, o como un escupitajo al cielo, o tirar barro a colegas, no sólo recordamos que hemos formado parte de un foro para la distribución ecuánime de la pauta oficial, sino que nos comprometemos, una vez que la provincia defina su esquema de distribución de publicidad, a dar a conocer sin tapujos, las pautas con las cuáles nuestro medio, sin que nunca se haya preciado de independiente, trabaja y trabajará, esperemos que sean muchos los colegas que imiten la iniciativa, sean gráficos, radiales, televisivos o de internet.
El Siguiente es un proyecto que conjuntamente con otros medios, que conformamos el foro de medios democráticos, presentamos como alternativa al finalizar 2009.
El sistema de adjudicación de publicidad actual, librado a criterios de los gobernantes de turno ha conducido, al menos desde hace más de dos década a un sistema perverso, que actúa como presión del Estado sobre el tipo de información pero que también posibilita el chantaje de los medios al Estado. Buena parte de la censura y manipulación reinantes en el sistema de medios se debe a un vacío legal en la adjudicación de la publicidad oficial
En consecuencia resulta imprescindible, no sólo racionalizar los desembolsos evitando despilfarros sino también establecer un marco regulatorio que asegure transparencia y equidad, democratice el sistema y al mismo tiempo otorgue una base digna para el ejercicio profesional
De acuerdo con la Comisión Interamericana de Derechos Humanos: "...el estado puede no otorgar publicidad a los medios de comunicación pero no puede discriminar entregando a unos y no a otros". Es decir los criterios de distribución de la publicidad oficial deben evitar la arbitrariedad y la discriminación y servir para que el Estado garantice la libertad de expresión y la pluralidad de ideas e información
Integrantes de un Foro Abierto para una Comunicación Democrática, periodistas, titulares de medios y representantes de entidades civiles han sometido a debate una nueva legislación en materia de publicidad oficial
Los puntos que juzgamos imprescindibles debe contener una legislación regulatoria y que no están contemplados en los proyectos ya presentados en las Cámaras son:
1) Creación de una instancia de contralor mixta con representantes del Estado, de los ciudadanos y profesionales de la comunicación, que asegure un sistema de convocatoria a audiencias públicas.
2) Que los recursos del Estado en concepto de publicidad oficial se distribuyan no solamente dentro del sistema de medios sino también entre colectivos culturales y de comunicadores que animen producciones municipales y/o barriales
3) Que igualmente se contrate difusión publicitaria - siempre sobre temas de interés general- no únicamente con empresas periodísticas sino con periodistas que dirigen sus propias producciones en cualquiera de los soportes de la comunicación
4) Que el Estado se reserve el derecho de no contratar publicidad con aquellos medios o producciones que hayan incurrido en actos de censura informativa, luego de su constatación fehaciente por los integrantes de la comisión de contralor.
5) Que las fondos deben distribuirse de una manera equitativa, garantizando puedan acceder a ellos todos los inscriptos y evitando diferencias desproporcionadas entre medios y producciones del mismo formato. Para ello se tomarán en cuenta, en base a un sistema puntable, no sólo aspectos cuantitativos, tirada, audiencia, sino también cualitativos, credibilidad, preponderencia e influencia social. Además se exigirán no menos de un 60% de producción de temática local y topes en los montos de las contrataciones
6) Que deben especificarse explícitamente los porcentuales por sector: grafico, radial, televisivo e internet como así para la Capital y el interior. En tanto que otro porcentaje se destinará a producciones de asociaciones civiles y colectivos culturales
Estos puntos, explicitados y desarrollos en anexos, pedimos sean tenidos en cuenta cuando se debatan los proyectos de regulación en instancias Legislativas
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