Sí bien la síntesis es sumamente necesaria e indispensable para la comunicación, a veces resulta en verdad, más un mal necesario que una solución a los efectos de la economía del lenguaje y la dinámica del mismo. Traducir las 20 leyes que Corrientes posee, mediante la labor legislativa de Pruyas, sería harto cansador y agotador en tiempos de 140 caracteres por redes sociales.

Sin embargo, no sólo la nobleza, sino la verdad de los sucesos, por más que no tengan buena prensa, merecen ser narrados. Es que no se gobierna, ni se legisla, por la inmediatez, la fugacidad, por un posteo en una red social o un me gusta.

El caso del Senador Rubén Pruyas es ejemplificador. Tanto la sanción de la ley de “Educación emocional”, que sitúa a Corrientes, en pionera en este campo, que puede transformar de cabo a rabo el concepto educativo, otorgando la especial importancia del educando como sujeto en cuanto tal, y no solamente como objeto de obligaciones, como la ley de reconstrucción mamaria ante patología severa (vetada por el ejecutivo) y la correspondiente cobertura por parte del estado, y el trabajo en cuanto a la marca del producto correntino (que hace poco el ministerio de producción concurso para determinar que fuese la imagen de un Yacaré) caracterizan la labor legislativa del Senador, como pocas veces se recuerde en los históricos pasillos de la legislatura.

Como si fuese poco, habría que agregar las leyes que trabajan para combatir la trata de personas (con un programa creado a tal fin) la línea de ayuda y denuncia (con un equipo o unidad especial, creada a tal efecto en el ámbito del Ministerio de Seguridad)  137  para mitigar y disminuir la violencia familiar, las leyes culturales que promueven y avalan la lengua guaraní (idioma oficial en la Provincia) como el acendramiento de la paz como concepto, destacando el día específico, como todas las leyes en relación a la defensa del consumidor, tanto en la ampliación de derechos de estos como tales, para evitar abusos, como por ejemplo el determinar días y horas para realizar el cambio de un producto, se constituyen, se erigen en los aspectos destacables del Senador que sobradamente se ha ganado, respetuosamente, una distinción entre sus pares.

Si bien a veces lo partidario divide, no se puede dejar de soslayar que se ingresa a la representatividad por un espacio político, tal como lo determina el artículo 38 de la CN. Rubén Pruyas, ha logrado un hito para el Peronismo correntino, que fue la restitución (en  un acto aberrante del gobierno de facto de 1955) del busto de Eva Duarte de Perón en el edificio de la legislatura Correntina. 

La función de un legislador consiste básicamente en representar a la ciudadanía, cuyo voto ungió al legislador, mediante la única herramienta institucional que el sistema democrático le otorga: La presentación de iniciativas parlamentarias, por intermedio de proyectos de ley, resolución y declaración, y la posterior posibilidad de voto dentro de los temas que el recinto oportunamente trate.

Nuestro sistema funciona de tal manera, cómo la cámara lo hace mediante un reglamento. En el mismo se establece que, las diferentes iniciativas parlamentarias, se presenten bajo las formas de Proyectos de Ley, Resolución o Declaración. El legislador, mediante la comunicación diaria con diferentes actores de la ciudadanía, por intermedio de informaciones publicadas por diferentes medios, y con la colaboración de un conjunto de asesores especializados en diferentes aspectos de la realidad, esboza un marco de conceptos, para luego estudiarlos en profundidad con relación a su aplicación dentro del contexto jurídico-legal que nos rige, y bajo sus valoraciones políticas, éticas y sociales (las cuáles son claras y contundentes mediante los partidos políticos y la etapa electoral, captada por la ciudadanía para la posterior emisión del voto) crea o elabora sendos proyectos, que por intermedio del reglamento de la cámara, pasan a las respectivas comisiones que se constituyen con una cantidad especifica de legisladores.

En estas comisiones se libra un dictamen de mayoría o de minoría, una votación en la cual los asesores y diputados de la comisión estudian los proyectos y lo someten a sufragio. Un proyecto, en cualquiera de sus formas puede ser: modificado parcialmente, rechazado o aprobado. Luego, en el caso de ser aprobado, él mismo pasa a integrar una lista de proyectos que en su conjunto constituyen los temas o aspectos que se tratan previamente en labor parlamentaria, para posteriormente ser tratados en el recinto.

Esta breve cronología nos sirve para poder inferir de la misma, la actividad básica y elemental de un legislador. Presentación de proyectos, en cualquiera de sus formas, discusión en las comisiones legislativas que integra, elaboración de dictámenes para cada uno de los proyectos, voto en el recinto (con la posibilidad de exposición oral).

 Y por ende, lo dificultoso, o cuanto se debe trabajar para que un proyecto (o idea) se transforme en ley (o realidad). De aquí la importancia para destacar labores legislativas superlativas como las del Senador Rubén Pruyas.