La política es el arte de lo posible, y este principio tan clásicamente peronista, al parecer lo va asimilando y comprendiendo el secretario de Deportes de la nación y ex candidato a gobernador. No solamente como lo expresa públicamente, se sentó (al mejor estilo Colombi, por eso este con cierto fastidio salió a denunciarlo por copión, recordando la caracterización tan cómica y autóctona del “pichón de picurú que dice lo mismo que nosotros”) con casi todos y cada uno de las pymes políticas o partidos unipersonales, como también con aquellos que han tenido un bronce histórico, en la actualidad bastante percudido por el paso del tiempo, y los embolso en esta nacional, al mejor estilo ECO, cuando embolsa en las provinciales de a veintena de partidos o más. Camau también empezó a trabajar en una posibilidad, que a la luz de los resultados, le puede hacer ganar una gran chance para sus aspiraciones gubernamentales. Claro que no saldrá a sostenerla o ratificarla públicamente, menos en estas instancias en donde Scioli, su hacedor y referente deportivo y político, se la está jugando al todo o nada y eso puede significar un punto más o menos en las elecciones venideras. Pero Camau, sabe cómo buen hombre de mar abierto, que sí queda solo en la carrera, es decir sí la “gran argentina” queda varada en la segunda vuelta, acompañara a su tutelador político a la puerta del cementerio, más no ingresando en el mismo. El comprender este otro gran principio político, también puede resultar un paso conceptual que llegue a dar Camau, para lograr el cetro de la gobernación. Para ello deberá cincelar de aquí a octubre, su incipiente exploración con agrupaciones peronistas que lo votaron sólo a él, más no así al presidente, llevando la línea porcentual del senador nacional (o sea Camau) a un 51% contra un 50 % de Scioli (por más que este haya obtenido un puñado más de votos, por el efecto voto en blanco, quedo relegado en el porcentaje, eclipsando las aventuras de ficción de sectores como el del vicegobernador que votaban sólo al presidente y que a la luz de los resultados demuestran su poco predicamento electoral, nuevamente) en donde la importancia principal no radicaría solamente en estos números, que muy poco sumaran o restaran a lo nacional, sino más que nada que dejan una hendija abierta, ante una posibilidad que no deje de ser cierta, les guste o no les guste, a los FPV Correntinos, existe una chance (grande o pequeña a gusto del consumidor) de que Macri sea el Presidente, y sí esto ocurre, Camau no le puede regalar el escenario a Ricardo Colombi, debe imitarlo también (el mercedeño, que este domingo de PASO, se quedó en Mercedes, priorizando sus cuidados médicos de irritabilidad, como buena excusa para no aparecer en la capital) y consolidar su pata macrista ante la posibilidad que el porteño se siente en diciembre en el sillón de Rivadavia.

Una de las tantas herramientas con las que cuenta (ni que decir lo ya explorado, sí triunfa Daniel) es su armado a gusto y piacere de las listas a concejales en las ciudades más populosas de la provincia, que elegirán ediles juntamente con la primera vuelta de octubre, allí podría poner, lo que en táctica se conoce como “huevo de dragón” es decir ediles salibles en segundos o terceros lugares que no sean de la “orga propia” o made in la cámpora, sino que tengan la tarea de trabajar en el plan b, de la posibilidad del gobierno Macrista. No porque Camau, en caso de que el de cambiemos llegue a la presidencia, no pueda en marzo de 2016, sentarse a conversar con el Mauricio Presidente y articular y trabajar por Corrientes (ese cambio de cassette, sabemos que estará a la orden del día  y el carisma de Camau se lo permite), sino que será mucho mejor y tendrá mucho más peso específico, sí lo hace juntamente con algún soldadito concejal que este referenciado con Mauricio previamente y que sea la prueba y la muestra de que Camau, alguna ficha le puso, antes de las elecciones, sea por las dudas o por habilidad política y esto, que muy poco le puede costar al ex deportista olímpico, le puede ser muy redituable ante el escenario que no por ser hipotético no deja de ser probable.

Otro aspecto que deberá moldear, es  el conceptual, aquella frase de “Cumplir los sueños” debe ser replanteada, sí bien el tema amerita, no sólo un artículo, sino varios en sí mismos, sólo adelantaremos, que al mejor decir de Jaques Lacan (el célebre psicoanalista) el ser humano es un ser deseante, es decir sujeto que permanentemente busca desear para salir de su angustia, y muchas veces, lo peor que le puede pasar es cumplir su sueño, porque de tal manera está matando el sentido de su existencia, o en este caso, este deseo que al ser cumplido lo aniquila. Los 16 años de Colombi, se explican por este mismo, siempre el gobernador nos está prometiendo algo que no se cumple, ese juego de la expectativa y el hacernos desear es una de las tantas razones que lo sostienen en el poder. En filosofía política, esto también explica el porqué la democracia es imperfecta, es decir sí fuese un sistema que brindase todas las bondades que se le requiriesen sería un sistema autoritario y cerrado (a decir de Roberto Espósito, polítologo Italiano) por ello tanto Derrida (filósofo Francés) como los actuales que sostienen el concepto de la democracia inacabada, afirman de esta necesidad de que sea algo que no se termine de cumplir, que nos mantenga en deseo permanente, porque no sólo se nos puede cumplir, sino que cuando se cumple, se agota esa naturalidad o esa vocación esencial del ser humano de ser un sujeto deseante.

Camau, deberá ir en búsqueda de este y otros aspectos y perspectivas que no los tendrá a mano o no los podrá encontrar solamente en su equipo de trabajo, por más serio y organizado que sea, en caso de que quiera ir en búsqueda de la gobernación, como tantas veces lo fue detrás de la medalla, tendrá que hacerlo contra viento y marea, y ante frentes de tormentas que le presenten los más embravecidos mares, como lo puede ser una presidencia de Macri, se verá sí en esta oportunidad escribe la historia política del peronismo, haciéndole llegar al podes después de casi medio siglo y por fin él se calza la única medalla que le falta; la de oro.