Para el filósofo italiano Maurizio Ferraris la verdad es ontológica, el acceso es tecnológico y la enunciación es epistémica. La posverdad no es una mera trampa, distorsión y manipulación de la realidad para influir en la opinión pública con afanes de dominación, sino que sus premisas filosóficas -voluntad de poder, adiós a la verdad, todo vale, viva la interpretación- exigen una respuesta filosófica.
Los partidos políticos, o al menos quienes los dirigen, no pasan en la actualidad por su mejor momento, tanto la Argentina como en otras partes del mundo. ¿Pero qué sería de nosotros sin ellos? Desde hace muchos años se los ha tratado de sustituir. La conclusión es obvia y contundente: Si se quiere una sociedad libre no existe más alternativa que tener partidos políticos y, por tanto, dirigentes y activistas políticos. Está claro que pueden ser buenos o malos, pero mejorarlos o reemplazarlos es responsabilidad de todos y cada uno de nosotros, no solo de ellos.
En virtud de la obra de Massimo Recalcati “El complejo de Telémaco” (Anagrama, 2016) donde el autor detalla con claridad meridiana la caída de la autoridad paterna como ley, en la espera del hijo de Ulises, vinculamos con la actualidad decadentista en torno a la concepción de la institucionalidad originada desde preceptos democráticos, que sólo se cumplen por el momento en un orden simbólico como lo es el llamado o la convocatoria a elecciones. La que no casualmente cada cierto tiempo se pretende postergar o incluso evitar por justificaciones varias (ideales en tiempos pandémicos) constituyéndose lo electoral en el dispositivo de doble filo, que nos alerta como síntoma de ser el último de los resguardos antes de que el corpus democrático deje paso a fenómenos como los autoritarismos electorales, que son precisamente la reacción enfermiza que genera la caída de la autoridad política (complejo de Telémaco).
El Real Madrid dio un golpe sobre la mesa y demostró su autoridad. El City sufrió pero logro el triunfo. Dos nuevos partidazos
Nos esperan encuentros muy esperados, ya que se enfrentan los mejores equipos de Europa
El talismán en que transformaron los que profesan la religión progresista tuvo recientemente una dura estocada. Post mortem se denuncian públicamente las prácticas sodomitas y pederastas llevadas a cabo en África. Sí “zafaban” con Althusser para escindir su obra del asesinato perpetrado contra la socióloga que lo había elegido como marido, ahora habrá que ver cómo se las arreglan para no “cancelar” a Foucault.
Inmortalizado por la paleta de Delacroix, una tragedia de Lord Byron, destaca la vida licenciosa del mito de un rey Asirio, que antes que dejarse vencer pasivamente por los invasores, transforma lo cotidiano de sus dinámicas orgiásticas en un último acto en donde la obscenidad máxima (a todo ritmo se diría en la actualidad) se desnuda, rociándose a fuego tras una matanza generalizada o suicidio colectivo.
El almíbar es la sustancia que alumbra la sociabilidad del hombre. Tal como el líquido amniótico, o su predecesor o posibilitador, el semen, el almíbar también es una sustancia viscosa, espesa, pegajosa y gelatinosa, a diferencia de las primeras dos mencionadas, hasta ahora nunca analizada, en el sentido lato del término, que posibilita en este caso, que el sujeto, construya su yo simbólico, mediante el atesoramiento de situaciones placenteras, que necesitan ser cosificadas, materializadas en números dulces, redondos, empalagosos, gozosos, que impiden la posibilidad, a quién queda embalsamado en tal puro placer, en determinarse en el deseo y la realización del mismo, o su camino hacia. El almíbar, como sustancia constitutiva, esconde tras su aparente bonhomía, el poder destructor de perforar, de atorar, de sepultar de una única sustancia al sujeto, encerrándolo en el plano de lo real, en donde consigue lo que quiere, el simple gozo, a costa de obturar la posibilidad de seguir deseando y con ello de seguir siendo humano al sujeto encantado, que de esperma pasa a amniótico para terminar almibarado. La cepa como réplica autómata de lo que no somos, una otra posibilidad de razón o emoción, simples marionetas subdividas de un patrón-amo que hegemoniza nuestro existir sin ser.
El centro de estudios “Desiderio Sosa” junto a la escuela correntina de pensamiento alumbraron una publicación que tendrá en el mes de mayo su primera edición, para lo cuál convocan al público en general a enviar sus contribuciones que tengan como temática “la normalidad”. Los fundadores del nuevo espacio cultural señalan que rescatar la voz guaraní “Angaú” representa una definición filosófica de vivir bajo las interpretaciones siempre supuestas y conjeturales que por tensiones de los poderes en juego se presentan más o menos verosímiles, llegando incluso muchas de las mismas, por largos períodos imponerse como verdades inobjetables e irrefutables, por más que no lo sean o como experiencia de lo humano no existan en condición de unicidad totalitaria.
Es un secreto a voces que altos dirigentes de Eco piensan en una “entrega” acordada del municipio capitalino, como ofrenda al Kirchnerismo nacional (para mantener relaciones cordiales y obras posibles como segundo puente y puerto), que no casualmente bajó a su prohijado de candidato a gobernador a candidato a jefe comunal. Ante este escenario cobra sentido y posibilidad la convicción y determinación del actual vicegobernador que demuestra tener un envidiable handicap para terciar en la partida. El segundo capítulo refiere a la inquina personal del fiscal con el presidente de diputados, a quien le desconocen un derecho adquirido (fuero parlamentario) por parte de una mujer, surcada por el machismo patriarcal, que aún no le puede decir que no a un hombre que ejerce poder sobre la misma.
Y vos seguís ahí, en el mismo lugar. Atontado, alelado, disminuido, apocado, mutilado en tu condición humana, queriendo seguir creyendo, afanosamente, que lo que sucede es tal como te lo cuentan. Te encanta estar sobre-representado, siendo vivido, aferrado, a la excusa de que no pediste nacer, sin embargo, escondes tu cobardía de ser en esta vida, tras el manto protector del imposible, de otra vida, ultra-terrena, en el más allá. Entonces manso, por más que tengas la posibilidad de ser algo más que ese cordero, sumiso, genuflexo y pasivo, te conformas con no padecer hambre, con no ser un marginal. Ni se te cruza, ni se te cruzará, que sos cómplice, del hambre de los demás, que entre tantas tragedias, tu pasividad, genera que la muerte, lenta y silenciosa se lleve a millones, que pasan sufriendo en esta vida, para que vos, en lo mejor de los casos, protestes desde tu lugar de confort, porque el sistema de representación no te dio ni te dará lo que le da al poderoso, a su amigo o familiar.
Uno de los principios básicos de la política (la teórica como la práctica) es su dimensión colectiva que abarca todos y cada uno de los individuos que la componen. La constitución de una fórmula para un ejecutivo (sea nacional, provincial o municipal) no puede tener la misma concepción que posee la elección de una pareja, de un cónyuge o los que priman en la construcción de un maridaje civil. El contrato que la fórmula del ejecutivo propone firmar es entre ellos y la ciudadanía y no entre sí, tal como ocurre en los contratos matrimoniales. Podemos comprender que la confusión se origina desde la antigua conceptualización que aún poseemos en letra y cultura acerca de la institución del Vice. Surge prácticamente como suplente del titular para ponerlo en términos deportivos.
En el ajedrez tal jugada demuestra más la debilidad del rival que la capacidad del ejecutante. Cualquiera que tenga una mínima noción de cómo se mueven las piezas y comience con blancas tendrá la posibilidad de intentar ganar la partida en un puñado de movimientos, de forma rápida y efectiva, demostrando el desconocimiento supino del rival vencido y humillado ante una estrategia fácilmente desmontable. En la política vernácula, los sectores más conservadores del pejotismo correntino, mediante el desvergonzado y lenguaraz ex jefe de gabinete y derrotado candidato a gobernador por la provincia de Buenos Aires, están urdiendo la trama para llevar a cabo el jaque mate pastor, sencillo y ramplón, para quedarse con el manejo de las listas (es decir un puñado de legisladores entre nacionales y provinciales) y por sobre todo con los recursos de campaña “que bajaran” sin disimulo para afrontar las diversas lides electorales del presente 2021.
Misiva pública al Ministerio de Salud de la Provincia de Corrientes para tal como los "podólogos" incluir a la profesión u oficio de periodista o comunicador en la condición de "trabajadores esenciales" (decreto 297/2020) para ser inoculados con la vacuna para menores de 60 años.
Así nos lo advirtió Poe en su cuento “La carta robada”, de la misma manera que el algoritmo aleatorio o random, otorga los turnos a los calificados para ser vacunados, previa inscripción a una web, que no sé sabe a ciencia cierta sí pudo estar pre cargada o con la discrecionalidad de quién por detrás la maneje para realizar registros por debajo de la mesa. Lo mismo que los cargos en el poder judicial, que se exhiben como lugares accesibles por concurso, sin que sepamos sí el mismo que confecciona las pruebas y exámenes no se las brinda previamente a los que resultaran, con esta ayuda inestimable, finalmente elegidos.
Consideramos indispensable que los candidatos mayores de 65 años, o que hayan acumulado más de seis (6) cargos electivos como gobernantes o representantes, indistintamente de los que fueren, no sean más del 20 % de las listas electorales, a los efectos de establecer una igualdad ciudadana, dado que en todas las actividades, salvo en el poder judicial, las personas son invitadas a retirarse al júbilo o jubilarse a una determinada edad y dejarle la faz activa a las generaciones que vienen detrás de las mismas.
!Evita, Moncada, Formosa liberada! Se escuchaba en el feudo de Insfrán mientras la heredera simbólica de Juana Azurduy le ponía el cuerpo a la opresión travestida de supuesto peronismo democrático.
“Considerando esencial que los derechos humanos sean protegidos por un régimen de Derecho, a fin de que el hombre no se vea compelido al supremo recurso de la rebelión contra la tiranía y la opresión” (Preámbulo de la Declaración universal de los derechos humanos).
Las Erinias, en la mitología griega eran personificaciones femeninas que perseguían venganza, buscando a los autores de ciertos crímenes o supuestos culpables de los mismos. Anteriores a los dioses olímpicos, por tanto no estaban sometidas a la autoridad de Zeus. Al pasar a la consideración de la mitología romana, se las tradujo como las “furias” término que resignificó su función por fuera de la ley, o lejos de la misma (en su tensión de género incluso, dado el significante ley como lo masculino y la dimensión de las Erinias como personajes femeninos) y más próxima a la mencionada venalidad de origen.
No quedan dudas, es decir se agotó el tiempo que restaba para tomar una decisión con respecto al deseo manifiesto y expreso de ciertos gobernantes por cambiar un sistema social y político por el que nos organizamos. En el marco de uno de los actos institucionales más importantes, la confesión de pretender un control del poder judicial y el cercenamiento de la libertad de expresión, constituyen y generan que los obvios y próximos pasos, tengan como sentido unívoco el instrumentar reformas leguleyas que distorsionen lo normativo, a través de mayorías circunstanciales para lograr la finalidad confesada de cambiar el sistema democrático actual por una versión supuestamente similar pero que en el fondo, se avizora ni más ni menos, como una monarquía electiva en donde se pretende aunar la suma de los poderes públicos para la administración discrecional y dinástica de una familia enquistada en el poder.