Ambos, ingresaron a la inmortalidad un día como hoy. Sí bien algunos consideran que las comparaciones son odiosas, habría que agregar por otra parte que son necesarias. El padre de dos ex gobernadores de la provincia, de dos dueños de emporios periodísticos que suscriben los acontecimientos de la agenda política y social de Corrientes y su correntinidad, si bien no tuvo una vida política-pública como la del general, en la taragui, no sólo que posee una comisión de homenaje permanente, que le rinde las conmemoraciones que sus deudos y amigos consideran pertinente, sino que a diferencia del ex Presidente Argentino, es recordado con mayor estridencia y relevancia. Perón, pese a haber sido el artífice del último gobierno peronista en la Provincia (no casualmente en manos de un sobrino de Juan Romero, Don Julio) siquiera ha sido “posteado” en la red social del candidato a gobernador peronista, hubiera alcanzado con que alguno de sus asesores, de los legisladores en actividad o mandato cumplido (de ingentes ingresos y recursos), organizaran una suerte de ofrenda floral, la publicación de unas memorias, un almuerzo alusivo. Nada, ni siquiera ese “reconocimiento (insistimos transcurrida la tarde, el candidato a gobernador “peronista” aparece en una actividad de campaña, organizado por su juventud, en un barrio capitalino, en la práctica de un deporte, sin mención siquiera a alguna actividad de homenaje que pudiera realizarse más tarde) virtual. Explicación sucinta, pero no por ello no categórica, de porque el peronismo hace 50 años no accede al poder en Corrientes.
“Las historias nos enseñan que debiendo ser las leyes pactos considerados de hombres libres, han sido pactos casuales de una necesidad pasajera; que debiendo ser dictadas por un desapasionado examinador de la naturaleza humana, han sido instrumento de las pasiones de pocos”. ( Beccaria, C. “De los delitos y de las penas”. Alianza Editorial. Madrid. 1980. Pág. 26).
El sábado 1° de Julio llega "Matiz" al Centro Cultural Flotante Siete Corrientes.
Volvieron los Viernes de Teatro a la Sala del Centro Cultural SieteCorrientes; éste 30 de junio a las 21hs se presenta: PIRAYUÍ, "Una manera de vernos los correntinos.
También en junio, pero de 1953, fallecía a los 44 años, Moisés Lebensohn, uno de los teóricos más destacados del radicalismo y quién hablara y trabajara, por lo que más tarde sería un bastión, conceptual como programático del peronismo; la justicia social. Mientras algunos en la menudencia de porque se eligió a tal en la candidatura por sobre otros, tal como atestiguan estas columnas desde hace dos años que sostenemos que el continuador del proyecto ECO, debía estar nutrido, formado, acendrado, en todo aquello que careciera el candidato opositor; capacidad intelectual, referencias teóricas comprobadas, pertenencia a la valoración de la familia política, que precisamente contrarrestaran, el deseo por el deseo mismo de llegar a una meta, la ambición personal por el empacho al exitismo y la reverberación de provenir de un afuera, raro, exótico, extraño que no garantice la tranquilidad que la sociedad le exige a su dirigencia. Como si fuese poco, este ascendente en Lebensohn, le permitirá a ECO ser más laxo con la idea de contrarrestar contra el peronismo. Este radicalismo, esta vertiente es la más peronista de las vertientes radicales y en la oposición provincial, considerar el candidato a gobernador como tal, es como mínimo una exageración de la mercadotecnia, del coaching, del asesoramiento del consultor, en un escenario nacional en donde el peronismo se subdivide para subsistir y lo hará en tanto y en cuanto no se presente como tal.
En algún lugar existen todavía pueblos y rebaños, pero no entre nosotros, hermanos míos: aquí hay Estados.
¿Estado? ¿Qué es eso? ¡Bien! Abrid los oídos, pues voy a deciros mi palabra sobre la muerte de los pueblos.
El Estado es el más frío de todos los monstruos fríos. Es frío incluso cuando miente; y ésta es la mentira que se desliza de su boca: “Yo, el Estado, soy el pueblo”. Así habló Zaratustra. Friedrich Nietzsche.
Desde el Presente Club de Filosofía, se está terminando de redactar un proyecto de ley de educación provincial, que dotará de contenidos filosóficos tal como ocurre en ciertos países europeos y que exigen incluso de un rendimiento mediante una prueba final para la formación total del educando (Caso del “Bac” en Francia). De acuerdo a lo que informaron desde la institución, esperan reunirse con la Ministro de Educación provincial, o en su defecto con la comisión en la Cámara de Diputados Provincial que inició el trámite legislativo propiamente dicho. Esta institución, auspiciante del instituto provincial de filosofía, pide a los funcionarios del ejecutivo como a los representantes del legislativo que cumplen con el espíritu democrático de que hagan parte a la sociedad, no solo caracterizada en las organizaciones rígidas de gremios o sindicatos, sino las libres y con profunda vocación ciudadana y participativa.
No podemos dejar de comenzar pensando en Grecia, cuna de la democracia o en algún prohombre griego, les vamos a proponer recordar a Esopo y una de sus fábulas más conocidas.
Los fariseos se reunieron entonces para sorprender a Jesús en alguna de sus afirmaciones. Y le enviaron a varios discípulos con unos herodianos, para decirle: «Maestro, sabemos que eres sincero y que enseñas con toda fidelidad el camino de Dios, sin tener en cuenta la condición de las personas, porque tú no te fijas en la categoría de nadie. Dinos qué te parece: ¿Está permitido pagar el impuesto al César o no?. Pero Jesús, conociendo su malicia, les dijo: «Hipócritas, ¿por qué me tienden una trampa?. Muéstrenme la moneda con que pagan el impuesto». Ellos le presentaron un denario. Y él les preguntó: «¿De quién es esta figura y esta inscripción?». Le respondieron: «Del César». Jesús les dijo: «Den al César lo que es del César, y a Dios, lo que es de Dios». (Mateo 22, 15-21). Esto que parece nuestra conversión filosófica-política en la reescrituras de un dogma, apenas sí nos sirve para dar referencia a lo que se está discutiendo en la actualidad en los escritorios del poder, sin embargo, tampoco deja de ser una mención a cómo venimos señalando el acontecimiento de ciertos sucesos que reconfirman no una capacidad profética, sino simplemente el empleo de un método lógico-deductivo para anticiparse a ciertas decisiones que se tomaron desde hace un tiempo.
“Los políticos Griegos que vivían en un gobierno popular, no reconocían más fuerza para sostenerlo que la virtud. Los políticos de hoy no nos hablan más que de fábricas, de comercio, de finanzas, de riquezas e incluso de lujo. Cuando la virtud deja de existir, la ambición entra en los corazones capaces de recibirla y la codicia se apodera de todos los demás. Los deseos cambian de objeto: lo que antes se amaba, ya no se ama; si se era libre con las leyes, ahora se quiere ser libre contra ellas; cada ciudadano es como un esclavo escapando de la casa de su amo; se llama rigor a lo que era máxima; se llama estorbo a lo que era regla; se llama temor a lo que era atención. Se llama avaricia a la frugalidad y no al deseo de poseer. Antes, los bienes de los particulares constituían el tesoro público, pero en cuanto la virtud se pierde, el tesoro público se convierte en patrimonio de los particulares. La república es un despojo y su fuerza ya no es más que el poder de algunos ciudadanos y la licencia de todos” (Del Espíritu de las Leyes, Montesquieu).
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