Palabras del Secretario General de ACEP (Asociación Correntina de Empleados Públicos) Roberto Thompson.
Valdés tuvo la primera reunión de gabinete formal desde que asumió la primera magistratura provincial en diciembre pasado, dícese que en el Salón Azul de la Casa de Gobierno, el gobernador fiel al estilo PRO bajo línea sobre la modalidad de trabajo que pretende de su “equipo” con reuniones de trabajo quincenal, en la que cada ministerio vaya informando la situación, problemática y los avances de los proyectos.
Aún se confunde, o muy pocos se encargan de tratar de aclarar, que la violación no tiene un género perpetrador, más allá de las estadísticas (que como decía Eco es la práctica que diría que 4 personas comen un pollo cada una, hasta en el caso de que una sola coma los cuatro y las restantes tres, miren), la violencia sexual no pasa por el instrumento con la que se lleve a cabo. Una vagina, puede ser tan eficaz, como un pene u otros instrumentos que se usen para señorear, someter, desde una posición ventajosa de poder, por sobre un menor que no tenga poder de decisión, así se trate de su propio cuerpo. El estado, mediante sesgadas facciones de interés, que hoy reclama a los actuales adultos que no cometan actos abusivos, como un piropo descortés o una gestualidad que atente ante lo que otro considere una acción cosificante, es el mismo que permitió, generó e impulsó, apañando, con su indiferencia, que los que fuimos niños algunas décadas atrás hayamos sido creados bajo la impronta de realizarnos lo antes posible, impulsando a que fuéramos, entre tantas barbaridades, víctimas de prostitutas que en aquel entonces, legalizadas y prestigiadas en su oficio, se nos rieran al querer creer que queríamos tener una primera vez con ellas, cuando en verdad estábamos siendo ultrajados. El mismo estado que cerró esas whiskerías que antes reinaban, al oscurecer la ciudad, bajo el guiño, cómplice y sarcástico del adulto, se constituía en la escuela, en donde en vez de la actual impartición de educación sexual, se violaba, sistemáticamente al menor. Un estado, que pese a cambiar, insistimos, por intereses facciosos, su perspectiva en cuanto a la sexualidad pública, concomitantemente, debe escuchar a los que fuimos sus víctimas, por acción u omisión, además de exigirnos, como nos hace, la adaptación a nuevas reglas culturales, que a la velocidad de la luz se plasman en la normativa.
Quién supo alguna vez, entre tantas cosas, expresar "no nos manejamos por twitter, facebook, y la puta madre que lo parió” (Colombi, R. Declaraciones vertidas por radio dos, 5 octubre de 2012) bien podría agregar que tampoco hace política ni por WhatsApp o telegram y que tales diferencias son solamente, de estilo, de impronta, de perfil. Sin embargo, sí a estas sutilezas le agregamos que, en su retorno, tiene previsto, el señoreo, es decir el manejo de la cámara alta provincial, en donde el peronismo divido en dos facciones claras, le permite negociar (como ya lo hizo a fin de año) a bajo costo, para tener mayoría y de tal manera y por sobre todo, condicionar, en el buen sentido, institucionalmente, a la justicia, el regreso de Ricardo, no es entonces, un retorno de las bien merecidas vacaciones esteñas o de donde fuere, casi inercial o ramplón, es antes que nada la rúbrica de la omnipresencia del alter ego del actual, su contracara, el otro posible y real, que puede constituirse tanto en soporte como en aniquilamiento por la siempre odiosa y oprobiosa comparación.
Luego de dieciséis años de desierto y fracaso en materia de arte y cultura en la Ciudad de Esquina, cual ave Fénix resurge desde las cenizas y va camino a convertirse en Polo Cultural y de referencia en el norte argentino. Por primera vez, Esquina será testigo y disfrutará de la llegada de artista Mario Quinteros, oriundo de la ciudad pero olvidado por los propios, reconocido a nivel nacional y planetario.
John Dalton fue quien identifico la afectación que padecen algunas personas para distinguir cualquier color, llamada daltonismo en honor a su descubridor. El grado de afectación es muy variable y oscila entre la falta de capacidad para discernir cualquier color, -acromatopsia-, y un ligero grado de dificultad para discriminar matices de rojo, verde y ocasionalmente azul que sí son capaces de discriminar las personas con visión normal del color o tricrómatas.
He aquí la declaración que Jacques Alain Miller hiciera en Bogotá, en el seminario que sostuvo en 1998. Los analistas “somos profesionales liberales”. Dejemos la consideración genealógica, que nos lleva a los hombres libres de la Antigüedad, o la distinción medieval del trívium y el cuadrívium. Más bien entremos al sentido de aquel dicho, cuando se separa del “consejero del príncipe”, del experto, del spin doctor.
El sofista Protágoras tomó como alumno a Evatlo con la condición de que éste no le pagaría hasta que hubiera ganado su primer juicio. Pero el discípulo no consiguió ganar ninguno, por lo cual Protágoras lo demandó. El argumento que utilizó es el siguiente. "Debes pagarme, porque si vamos a los jueces, pueden ocurrir dos cosas: o tú ganas el pleito, y entonces deberás pagarme según lo convenido, al ganar tu primer pleito; o bien gano yo, y en tal caso deberás pagarme por haberlo dictaminado así los jueces".
La economía funciona por expectativas pero también por presente cotidiano, por "bolsillo" en términos de la calle, y ese presente se deteriora cada día más por el embate de tarifazos y aumentos continuos que hacen a una inflación con mucha vida propia. Por Esteban Concia.
Los analistas de la AMP se esfuerzan en un cometido: pasar a la Acción Política, entendida como Acción Lacaniana. Para ello se parte de un examen de actualidad, de amplitud variable:lo europeo, lo nacional, hasta lo global. Por Antonio Aguirre Fuentes.
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