ANÁLISIS
4 de octubre de 2015
El que a hierro mata, a hierro muere.
El refrán puede ser la síntesis, de la última esperanza del gobernador, para ordenar su ya conflictiva sucesión. Cansado hasta el hartazgo, de repetir a propios y extraños, que no irá por una reforma constitucional que lo habilite para otra reelección, a medida que se acerca la elección de octubre y paradigmáticamente, en caso de la difícil y ciclópea tarea de que con ECO, Ricardo le haga ganar a Macri (al menos en la Capital Correntina), más que una buena noticia será para el primer mandatario provincial una nota que le complique aún más la armonía de su construcción política, el emporio que supo construir con la ayuda del extinto Mestre, que se desanda a medida que no resuelve sí irá o no por otro mandato, o en su defecto como ordenará su sucesión. El proyecto de Primarias provinciales en puerta.
Nadie que desconozca la política correntina, puede afirmar que el triunfo del “Frente de Todos” ante la maquinaria naranja, conllevó más que desprolijidades al mejor estilo “Tucumano” por ponerlo en términos elegantes, a inicios de siglo, como tampoco se puede desconocer que, a partir de la entronización del mercedeño en el poder, nadie, salvo la aventura del primo, pudo con la pericia política de Ricardo, quién basa uno de sus éxitos electorales en mantener un sistema electoral (Corrientes nunca tuvo uno propio, como tampoco una ley de educación provincial) que a medida que transcurren las elecciones se resquebraja virulentamente (uno de los senadores más cercanos, exclamó el mismo día de la elección provincial de julio, que quizá se estaba asistiendo a la última vez que se votaba bajo tal modalidad, de las boletas símiles a papel higiénico entre tantas desaprensiones cívicas) y que por tanto precisa de una seria y cada vez más inmediata modificación ante la “consideración pública y mediática”.
Nada sería tan sencillo, si el gobernador no hubiese ganado casi todas las elecciones en las que disputo poder real y provincial, por ende, la modificación, no le resulta per se, un atractivo o una necesidad ante la retrospectiva, sin embargo, ante la indefinición de su continuidad, la única vara que puede seguir sosteniendo la armonía dentro de ECO, sería que antes que finalice el año, se proponga una primaria provincial, para que todo el arco político del oficialismo local, ponga en partidos y nombres los posibles sucesores de Ricardo, para que luego de la Primaria, todos juntos abreven en el candidato ganador (sea este radical o no), de lo contrario y sobre todo, en caso de que Scioli sea el Presidente de la Nación, le darán servida en bandeja la gobernación a Camau, quién probablemente ya este definiendo su compañero/a de fórmula, en donde la esposa de Tato, es sin duda un nombre puesto.
Mientras en la “Realpolitik” se está armando o “cocinando” el operativo electoral (aquella puesta en escena de los actos, caminatas, movilizaciones, operativos integrales y todo lo que emana furibundamente de las gacetillas oficiales, con fotos de niños pobres riendo) para ver cuantos concejales sacará cada quién en las ciudades más populosamente habitadas de la provincia y se determina a nivel nacional que ocurrirá con la Presidencia, en algún lugar de la residencia oficial, sobre todo en la cabeza política del gobernador, la idea de como ordenar su propia sucesión, más allá de él mismo, es la preocupación no resuelta, el nudo gordiano a desatar, y esta es sin dudas, una de las alternativas que, Ricardo, hace danzar en la mesa del poder, que es ni más ni menos que la mesa del poder provincial.
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Comentarios
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Rosa
Comentario
Estoy en total desacuerdo con este análisis. Totalmente fuera de la realidad.CAMAU ya "FUE" y la presidencia de Scioli nada le garantiza a CAMAU....tal vez entre a jugar "CANTERO" muy fuerte y hombre de confianza de Scioli,
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