Es la tercera vez, en menos de un año, se lo he expresado personalmente en su despacho oficial, insistiendo con estas misivas que usted se empeña en negarlas, bajo el fétido microclima que emana de sus sonoros silencios, que no puede hacer pública, cuáles son las razones, los méritos o los requisitos, para que un autor, en este caso que nació y vive en la Ciudad de Corrientes, pueda ser parte de la feria municipal del libro que organiza el municipio que usted administra. Bien pudiera corresponderle la obligación de hacer público los actos de gobierno, que los mismos no sean regidas bajo varas discrecionales, dispuestas por su diestra y siniestra, pero en caso de que así sea este el caso, y usted incumpla en esta oportunidad, esto mismo sería harina de otro costal, algo accesorio que continuara lo principal.
Y lo principal estimado, lo que me fuerza a volver a hacer público este proverbial silencio sepulcral que usted, arbitraria y soberbiamente pretende entronizar como modo de manejarse en tiempos democráticos ante temas públicos, es que han sido cientos, miles, los que han entregado su vida misma para sentar posición ante las arbitrariedades por enanos mentales en situaciones de poder en la historia de la humanidad.
No puedo callar, por un supuesto temor a que usted, por lo bajo y sucintamente, masculle de mis características de "libre pensador" como sí tal condición fuese una afrenta la civilidad, o por la inventiva de que yo tuviese algún prurito político o personal con usted.
Me remitiré a las pruebas, de las tantas que poseo, como para evitar que haciendo uso de ese poder conferido por el soberano, lo utilice para denostarme, ante quiénes les ha otorgado la posibilidad de trabajar en el municipio, o les ha facilitado algún trámite en su largo habitar en los cargos o conchabos públicos de los que todos con nuestros impuestos, sostenemos. 
Usted, se lo he agradecido tanto pública como telefónicamente, fue quién presento un proyecto para declarar de interés mi obra "El hijo del pecado", en el año 2013 en la Cámara de Diputados de la Nación en uno de sus tantos períodos de legislador. Por tanto no puede alegar que desconoce de mi condición de escritor (sí este fuera el caso, en la nota le apunto los sitios donde puede comprobar mis logros literarios y mis dos recientes publicaciones, una realizada por una editorial alemana en el presente año) consignando que no se trata de un deseo personal, sino que por intermedio de su actitud para conmigo, veo lesionada la sacrosanta libertad de expresión, veo claramente agraviada la libertad pública de poder ejercer el oficio libertario de escribir, en tiempos en donde se creen superados este tipo de comportamientos, arbitrarios y pseudo dictatoriales.
Digo esto, pues no es casualidad que tras haber compartido una charla debate, en el marco de mi profesión con el actual ministro de Seguridad y en aquel entonces vicegobernador Pedro Braillard, como en la realización del libro político "Tenemos un Proyecto para Corrientes" para el entonces Senador Provincial, actual Vicegobernador, Gustavo Canteros, usted considere que tales acciones literarias, con personalidades que no comparten su espacio político, usted me considere o mejor no me considere siquiera digno de una respuesta suya, relacionada al campo en el cuál me ejerzo y en donde la municipalidad que administra organiza una actividad pública con el nombre de feria municipal del libro. 
Finalmente, y dado que es una carta pública, espero que aquellos que ven positiva y acompañan su gestión de gobierno municipal, le hagan ver en el craso error en que usted esta cayendo en relación a esto mismo, espero que sus propios compañeros de militancia, le hagan ver que en este caso, usted esta tomando el mismo proceder, bajo el mismo espíritu, de esos personajes siniestros de nuestra historia, que cegados por la soberbia del poder, han desaparecido a miles de argentinos, muchos de ellos, por el simple hecho de haber pensado distinto y haber plasmado en un papel esta disonancia. 
No espero que usted cambie de posición, lamentablemente no tengo depositada ninguna esperanza en que así lo haga, lo único que le garantizo, es que esta lucha en la que usted me coloca, es una disputa histórica, entre las almas nobles que no se amilanan ante quiénes usan discrecional y arbitrariamente el poder y que no me motiva más que el no desentonar ante quiénes me precedieron en esta batalla épica y titánica. Tampoco le guardo, ni le guardare bronca o rencor, quédese tranquilo que, poniéndome yo en su lugar, y sí alguna vez el pueblo me cede sus derechos representativos, jamás haré con usted, ni con los suyos, una agresión semejante; todo lo contrario, creo incluso, que usted bien conducido y con alguien que le señale la referencia conceptual de los verdaderos objetivos políticos, de las luchas que nos debemos dar para mejorar y hacer más inclusiva e integrada nuestra sociedad, puede ser una pieza que aporte algo interesante en caso de que esta posibilidad se haga carne. 
Que la virgen Morena y el Gaucho Gil lo liberen de las posibles tinieblas con las que su corazón pueda estar siendo eclipsado para que del mismo salgan cada vez menos insondables hostilidades.
  
Francisco Tomás González Cabañas
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