Doy gracias cualquiera sea la divinidad que permite que sea contemporáneo de esta época extraordinaria del país, quien iba a pensar semejante vuelco histórico, social y político.
Ante las próximas elecciones (convengamos que lo democrático lo único constatable que pude ofrecer es la periodicidad de la convocatoria a sufragar) consideramos, que desde nuestra dominio ciudadano, debemos, constituir el próximo paso democrático (metodológicamente muy a tono de la actualidad, de nuestra cotidianeidad, o epocalidad, de “postiempo”) que consiste en realizar un llamado, una convocatoria, un exhorto, a todos y cada uno de los que se sientan interpelados, es decir parte de una comunidad que se crea, se sienta, o desee ser democrática, para proponerse, como posible gobernante de su pueblo, localidad, villa, ciudad o provincia. Se sugiere que la candidatura, que la postulación, posea al menos un número de cinco (es el medio entre los extremos de los dígitos) propuestas, proyectos o definiciones que el oferente, pretenda llevar a cabo en caso de tener aceptación. No se trata de ganar absolutamente nada. Esta imposición por el número (vaya algo tan inexistente e irreal como los números, necesarios para un mínimo de entendimiento pero no para hacer razón o finalidad de tal entendimiento) debe ser desterrada de la nueva concepción de lo democrático.
“Mientras todos deseaban en Siracusa la muerte de Dionisio, una vieja oraba continuamente para que se conservase sano y le sobreviviese; el tirano, en cuanto tuvo noticia de ello, le preguntó por qué lo hacía. Y ella respondió: Siendo niña deseaba la muerte de un tirano insoportable que teníamos; pero, muerto aquél, le sucedió otro más insoportable aún, y yo creía también que sería un gran bien el fin de su dominio, hasta que en tercer lugar caímos bajo tu tiranía aún más incómoda. Por eso, una vez desaparecido tú, te sucederá uno aún peor…Sí pueden vencer al tirano, de este hecho muchas veces surgen graves discordancias en el pueblo, bien durante la insurrección contra el tirano, bien después de expulsar a éste del poder, dividiéndose en facciones la multitud respecto al nuevo régimen…” (Santo Tomás de Aquino. La monarquía. Capítulo 6. Editorial Altaya. Barcelona. 1997. Pág. 30.)
Tal como hace doce años atrás, cuando se hubo de dar la utopía o ¿distopía? Del alineamiento astral de Nación-Provincia-Municipio (nuestros políticos no dan cuenta que repetir este encadenamiento es la prueba más cabal y palpable del fracaso democrático, pues sí para crecer, estar mejor o avanzar, necesitamos que las administraciones se nutran de hombres y mujeres del mismo color político-partidario… ¿para que salimos del totalitarismo entonces? ¿O acaso salimos para pretender una simulación totalitaria, ratificada por elecciones condicionadas? ¿No es la democracia, un ejercicio permanente en donde lo mejor se daría, al tener que forzarse los consensos, con quienes representarían visiones distintas acerca de lo mismo, la unidad en la diversidad?) tal vez estos interrogantes sean demasiado para quiénes están ocupados en definir quién será legislador provincial, por contar con el mérito de manejar dos escuelas, repartir jeringas en un ministerio o salir más veces en una radio hablando de los concheros que debe usar para tener notoriedad, lo cierto es que, el triunfo del oficialismo provincial se da por descontado, perdiendo este, a partir de la asunción del nuevo orden político, sea quien fuere el sucesor, ya que el problema no son los hombres (como no lo fue siquiera el primo doce años atrás) sino el sistema, agravándose este, porque nadie se encarga de mejorarlo, sino de cambiar rótulos, nominalismos, nombres y apellidos, partidos o alianzas, en el más “democrático” de las supuestas modificaciones que ofrece una provincia que supera el tercio de población en situación de pobreza.
Tal como la iniciativa parlamentaria que insta al Gobierno Español a incluir la aporofobia (odio hacia las personas pobres) en el artículo 22.4 del Código Penal de España recientemente aprobada en el Senado, desde Argentina, solicitamos a las fuerzas vivas y a los políticos en general que podamos tomar como referencia, el proyecto convertido en ley y tramitarlo en nuestras instancias legislativas para que tal acto delictivo, este tipificado y debidamente penalizado.
Tal parecería ser la sección de la agenda, no sólo periodística, sino social y política que el destino le tiene reservado, en este período a los otrora representantes del Frente Para la Victoria, actual peronismo a secas o peronismo y algo más. Mayormente como victimarios, pero también como víctimas, los opositores provinciales, como Cemborain en Mercedes y Sananez en Santa Lucía, el primero dos veces en un año y en comercios de propiedad familiar y el segundo en la propia municipalidad y amordazando al contador de la institución, implicado judicialmente, padecieron la virulencia delictual, cayendo, casi inocentemente, en el complejo entramado del que son parte el resto de sus colegas, jefes comunales, opositores al gobierno provincial, que han tenido o tienen problemas jurídico-policiales (Capital caso Techo, Paso de la Patria caso fondo no rendido, Perugorría caso viviendas, Empedrado mal rendición de fondos) como si fuese el colmo, los intendentes vinculados a ECO “flojos de papeles” tienen procedencia peronista (Pago de los Deseos y los ex de Santa Rosa). Algunos ven, o quieren ver persecuciones judiciales y fraudes, otros, con mayor tino, apuntan a que esto evidencia la falta de preparación por parte de la dirigencia de una expresión política que no se propone arribar al poder, sino a espacios para saciar apetencias personales y les da lo mismo, para ello, acompañar a cualquier aventurero que se larga a la pista a seguir el destino del viento.
Discutir el poder, ponerlo en cuestión, acecharlo con preguntas, rodearlo con inquietudes, azotarlo con disquisiciones permanentes, debería ser un ejercicio natural, o en su defecto una de las labores más remuneradas que pueda pagar el actual sistema económico. Precisamente de esto mismo, nos encargaremos en esta oportunidad, ¿Por qué cobra lo que cobra, quién cobra?, ¿Quién determina esa valor? Preguntas que necesariamente escapan a la lógica del mercado (¿lógica?) que perfora el precio determinado por el libre juego de la oferta y la demanda.
En el concierto de las preguntas de todos los días, que por otra parte, consolidan, esclerotizan la banalidad de la política, que lleva a que suprimamos perversamente la finalidad de los partidos políticos, y nos conducen a que lo cotidiano sea la agenda del dueño de la lapicera, oficialista u opositor, que dibuja y desdibuja, desde los nombres de las fórmulas gubernamentales, las listas legislativas, los casilleros de los gabinetes, y las planillas de los planta permanente como contratados que seguirán o dejarán de libar del estado, no estará este interrogante de título, ni otros tantos, que casi sin querer se constituyen en los aspectos basales de nuestras instituciones democráticas modernas. Es decir, sí todos los que estamos obligados a votar, transgredimos tal norma en un porcentaje mayor al usual (que siempre es del 20 o en su defecto 30%) alcanzando un 50%, entonces y de hecho, tal elección, carecería de legitimidad y de allí se podría ganar seriamente la legalidad de tal comicio y de tal resultado. De más está decir, que sí se alcanza esa mayoría, la transgresión dejaría de ser tal y se convertiría en norma triunfante y el ordenamiento político se vería impelido a replantarse algunos de sus aspectos basales, que no son abordados, porque quiénes se les oponen o no piensan o sólo quieren ser como los que critican.
Ambos, ingresaron a la inmortalidad un día como hoy. Sí bien algunos consideran que las comparaciones son odiosas, habría que agregar por otra parte que son necesarias. El padre de dos ex gobernadores de la provincia, de dos dueños de emporios periodísticos que suscriben los acontecimientos de la agenda política y social de Corrientes y su correntinidad, si bien no tuvo una vida política-pública como la del general, en la taragui, no sólo que posee una comisión de homenaje permanente, que le rinde las conmemoraciones que sus deudos y amigos consideran pertinente, sino que a diferencia del ex Presidente Argentino, es recordado con mayor estridencia y relevancia. Perón, pese a haber sido el artífice del último gobierno peronista en la Provincia (no casualmente en manos de un sobrino de Juan Romero, Don Julio) siquiera ha sido “posteado” en la red social del candidato a gobernador peronista, hubiera alcanzado con que alguno de sus asesores, de los legisladores en actividad o mandato cumplido (de ingentes ingresos y recursos), organizaran una suerte de ofrenda floral, la publicación de unas memorias, un almuerzo alusivo. Nada, ni siquiera ese “reconocimiento (insistimos transcurrida la tarde, el candidato a gobernador “peronista” aparece en una actividad de campaña, organizado por su juventud, en un barrio capitalino, en la práctica de un deporte, sin mención siquiera a alguna actividad de homenaje que pudiera realizarse más tarde) virtual. Explicación sucinta, pero no por ello no categórica, de porque el peronismo hace 50 años no accede al poder en Corrientes.
“Las historias nos enseñan que debiendo ser las leyes pactos considerados de hombres libres, han sido pactos casuales de una necesidad pasajera; que debiendo ser dictadas por un desapasionado examinador de la naturaleza humana, han sido instrumento de las pasiones de pocos”. ( Beccaria, C. “De los delitos y de las penas”. Alianza Editorial. Madrid. 1980. Pág. 26).
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