Independientemente de lo secundario, es decir del partido político o fuerza electoral, estamos convencidos desde hace tiempo, que la política ni empieza ni termina en el procedimiento de inscribir una candidatura, pero no por ello, queremos dejar pasar, nuevamente una instancia electoral, para dar a conocer nuestro punto de vista. 

En tiempos en dónde las palabras escasean y las mismas, en su poco uso, se articulan mediante el peligroso vehículo de la mera agresión o de la huera descalificación, consideramos indispensable promocionar a quiénes en la búsqueda de la verdad que trazan como objetivo en sus vidas, encuentran infatigablemente la esquina del entendimiento como espacio vital para definir prioridades en la administración y representación de lo público. 

Sin que esta acción de instar públicamente, a un filósofo para que interceda en la vida política, excluya al resto de los precandidatos, lanzados desde hace tiempo, esgrimiendo deseos propios, proyectos de diversa naturaleza y promocionados por dinámicas aceitadas en redes, medios o espacios de comunicación, creemos que un lugar debe ser ocupado, por quién transita el apostolado de buscar lo cierto por el sendero de las palabras, con la esperanza de arribar a la tierra sin mal del entendimiento.

La tarea del filósofo es examinar, validar o invalidar los conceptos, pero su labor no termina allí, también es crear sus propios conceptos e innovar en la creación de éstos, establecer un sistema para analizar su tiempo y su cultura; por medio del concepto se analizan los acontecimientos. El filósofo no sólo se ocupa del pensar y del entendimiento, sino también de los aspectos de las diversas dimensiones del ser humano. 

La filosofía no es estática, por el contrario es dinámica, se dedica a los problemas que son necesariamente cambiantes de acuerdo a la época y contexto, siendo la filosofía por medio de la creación de conceptos una actividad vital cercana al mundo, pues los conceptos no se tienen como un objeto de colección obsoleto sino que sirven en un aquí y un ahora.

La filosofía por medio de la creación de conceptos se conecta con lo creativo, lo sensible y lo crítico: con lo creativo ya que la creación es la dimensión de un pensar diferente, pues se edifican conceptos que traen consigo nuevas y diversas posibilidades de ver el mundo; con lo sensible porque desde la creación del concepto se piensan los problemas tangibles los cuales deben ser percibidos a partir de lo vivo, de lo exterior, y se requiere sensibilidad para responder a ellos; con lo crítico ya que por medio de la definición existe una mirada para observar el mundo, preguntarse por él, analizarlo, y encontrar parámetros para relacionarse con la vida. El concepto es para el filósofo como el lienzo para el artista o la melodía para el músico, el filósofo se expresa en el concepto, es su obra de arte, es su quehacer.

La creación de conceptos articula y crea conexiones con otros conceptos que se convierten en absoluto y al mismo tiempo en relativo; intenta ser universal, ser un todo y, simultáneamente, hace parte de lo particular, de lo fragmentado, de una historia. La filosofía como creación de conceptos busca encontrar nuevas maneras de pensar que conducen a nuevas maneras de relacionarse, ver, entender y escuchar el mundo. 

Instar a los políticos, a la política que se nutran de filósofos o de filosofía, cómo en simultáneo que los filósofos y la filosofía participen activamente de la política, es el ejercicio ciudadano que nos permitirá tener una salida creativa, y por tanto humana, ante los tiempos aciagos que enfrentamos.

Desde nuestra escuela de pensamiento, quién entre otras cosas, cuenta con varios libros de filosofía política (dentro de los cuales propone hasta sistemas políticos nuevos y la reforma de poderes del estado), disertaciones en distintos lugares del mundo, publicaciones en revistas científicas  de reforma electoral, como el voto compensatorio, el voto anticipado, habiendo gestado un club de filosofía para el debate de ideas, la gestación de un simposio de filosofía política en Corrientes, una revista de filosofía, indexada en sitios especializados, la creación de un observatorio de actuaciones del poder judicial, la dirección de un medio de comunicación especializado y de una consultora de filosofía política, creemos en la necesidad de probar con un filósofo, en nuestra singularidad con “nuestro filósofo” para que sea parte del próximo proceso electoral en curso. 

Escuela Correntina de Pensamiento.