Miércoles 12 de Febrero de 2025

Hoy es Miércoles 12 de Febrero de 2025 y son las 05:37 - El ciudadano pretende políticos, no políticas. La preeminencia de los nombres por sobre los partidos. / Jorge Terrile recibió a las jugadoras que obtuvieron el Nacional de Campeones de fútbol 6. / Descansarán en paz los restos de quién fuera Tomás Walther González Cabañas. / Piden la renuncia de la interventora del PJ Corrientes María Teresa García. / Actividades deportivas de verano en barrios de la ciudad. / Que se rompa pero no se doble. / Como Valenzuela en Buenos Aires, Camau en Corrientes. / Rodolfo no tiene quién le escriba. / El filósofo González Cabañas apoya a Camau. / El complejo de Caín y el complejo de Abel desde una mirada política. / AHORA SÍ. Tanti Bianchi será candidato a Intendente en Esquina. / Dos años tratados como delincuentes. / Por un nuevo movimiento nacional, una fe de acero. / "Soy optimista con respecto al puente Monte Caseros-Bella Unión". / Equipo correntino de levantamiento olímpico de pesas valoró al fuerte apoyo oficial recibido a lo largo del año. / Argentina, Cuestión de Estado / El fisicoculturista correntino Benjamín Sotelo se destaca en el plano internacional / Cesión de soberanía jurídica y judicial. Una advertencia sobre el futuro de la concesión de la mal llamada "Hidrovía". / Creación del registro público de antecedentes laborales previo al ingreso al poder judicial. / Con apoyo oficial y merced a años de esfuerzo y perseverancia, Agostina Manzotti fue citada a la selección argentina de remo. /

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POLíTICA

6 de febrero de 2025

El ciudadano pretende políticos, no políticas. La preeminencia de los nombres por sobre los partidos.

La esfera de lo público está disuelta. Estamos en la constitución, falaz, de que el todo sea la suma de las partes. El hombre o la mujer, en los términos que propone de que lo personal es político, demanda a sus representantes y gobernantes, la resolución, por parte de estos, de situaciones, de agobios, neta y estrictamente personales.

El reinado de lo individual, se comprueba, palmariamente, en una estadística, de fácil ratificación, en cuanto a que, casi todas, por no decir todas, las demandas, que se le realizan a un político, en el poder, o que ambicione estarlo, tienen que ver, con la solicitud que se le plantea para que consiga un trabajo al hermano, al esposo, al hijo o al amigo del oportuno demandante. Varía el formato de la demanda, más no así el fondo de la misma. Es decir, en vez de un trabajo, tal vez se le solicite, la asistencia para obtener un medicamento, la excepción a un pago, la solicitud de un subsidio o la adquisición de un bien, en circunstancias beneficiosas para quién lo demanda. El político entonces, para no entrar en disputa con el electorado, acepta la demanda individual y se compromete a solucionarla (por más que no lo haga y todo quede en promesa o expectativa) independientemente del partido, el envase formal que lo llevó circunstancialmente a tal lugar de gobierno o de representación.
El circuito de la política se consolida bajo estos férreos y estrictos parámetros. Las ideologías, las propuestas, los proyectos y los postulados generales o políticas públicas, obtienen su certificado de defunción, por más que en tiempos libertarios parezca lo contrario. Quedan las posiciones ideales en el cementerio de lo formal y lo simbólico. Los partidos políticos, como todo lo que pueden representar en ideas, como las construcciones colectivas, pasan a ser, meros formularios del rigor normativo de todas y cada una de las letras muertas de supuestas “comunidades” que no son más que el rejunte de hombres y mujeres, que por lo general, habitando en un mismo espacio geográfico en el que no han elegido nacer, pulsan y compulsan, para sacar una mejor tajada en términos individuales, o en el mejor de los casos facciosos o de clan. 
  La famosa grieta no sólo no fue superada, sino que, natural y lógicamente, se agigantó. Claro que para las mayorías, no es de tinte ideológico. En provincias como Corrientes, sería un insulto pensar que la mitad de población pobre se siente, conceptualmente más cerca de la escuela austríaca que del neokeynesianismo.    Bajo la égida del primer presidente liberal-libertario, han sido algunos que lo votaron por su claridad económica y su determinación ideológica. Pero, sin ninguna duda, hasta para el león y su triángulo de hierro, fueron muchísimos más que lo votaron por sus condiciones personales y su representación de que planteaba algo distinto, más allá de que fuera por derecha, por centro o izquierda.   A más de un año de su gestión nacional, en provincias pobres como Santiago del Estero y Corrientes, dónde se elegirá gobernador, obrará una lógica parecida. Tendrá más chances de ganar quién tenga algo propio, que ofrecer, y tales posibilidades crecerán si ese alguien tiene una buena vinculación con el presidente. El contexto nacional exitista será una buena plataforma, pero no por ello, el equipo presidencial podrá abusar de su autoridad y arbitrar el cesarismo de imponer un "caballo" como candidato.   
Como expresábamos, no lo referimos únicamente en términos teóricos o teoréticos, vayamos al campo de la comprobación de lo que planteamos. 

Sí usted consulta a cualquier político, de la totalidad de personas que recibe a diario, cuántas de las mismas le plantea aspectos de políticas públicas o problemas generales o colectivos, verá cómo cae de maduro la respuesta. Hágalo para sí, sea honesto consigo mismo. Sí alguna vez, o de las tantas veces, que golpeó las puertas de un político, cuántas fueron, para pedirle empleo, para usted o su ser querido, para que le ayude con un remedio, o en el mejor de los casos, para que le compre los materiales para el club donde pasa horas, o donde sus hijos o nietos lo hacen. A lo mejor, y no por dar un golpe bajo, se comprometió con una campaña para evitar una enfermedad que padece, usted o un ser cercano. Nada tenemos para afirmar en términos morales, no somos quiénes, ni tampoco es el planteo. Solamente expresamos que entender y desandar la política en estos términos, jamás nos permitirá tener políticas públicas, generales, o la construcción, reconstrucción o deconstrucción de colectivos que puedan ampararnos en nociones de una mismidad que nos depare la “argentinidad”, “españolidad” o la noción cultural y social del país que fuere, tampoco nos permitiremos conformar, sino por el contrario, deformar, tal como lo venimos haciendo, las nociones ideológicas de derecha e izquierda.
El político, carente de toda otra posibilidad, toma la demanda individual, no porque sea una buena persona o pretende la mejor (sí pretendiera lo mejor en términos políticos, le impelería al demandante que no peticione respuestas a situaciones individuales) sino para evitar ser el esclavo demandado y pasa, automáticamente, a ser el amo a quién se le demanda. 
Esta iteración, de matemática, pasa a ser constitutiva, en el inconsciente colectivo. Es decir, el amo político, al tener cientos o miles de demandas individuales, pasa a ser un sujeto, que tiene tras de sí, el “apoyo” o acompañamiento de esas voluntades, independientemente de su accionar general, colectivo o político en términos clásicos. 

El vínculo pasa a ser la confianza del elector con su candidato. Tendrá más chances de conseguir esa adhesión, sobre todo en tiempos libertarios, quién tenga una experiencia personal antes que cargos políticos. La profundización de las personalidades exitosas que inició en la década liberal de los '90 generará una identificación más directa del electorado. La mayoría quiere parecerse a alguien exitoso, sea deportista, cantante o youtuber, antes que identificarse con quién sólo tenga cargos previos y varios partidos distintos antes del que se encuentre en el aquí y ahora.

En el poder menos “político” y más institucional del estado, el judicial, ocurre, lo mismo y calcado. El ciudadano, acude al mismo, no para obtener un sentido de justicia, sino para ser resarcido por el daño que le han ocasionado. Pretende en verdad venganza, o justicia en términos personalizados y cuando siente que el sistema no se la ha brindado, libra los actos denominados “escraches” para hacer sentir su reclamo que, insistimos, no tiene que ver con la noción de lo justo, sino con lo que el damnificado pretende para sí ante un momento dado y una situación específica, haciendo valer, sus padecimientos y sufrimientos, como para que estos se vean “vengados”.

La academia, como epifenómeno de la escolaridad, continúa en la senda de las especializaciones de mercado, transformándose en una feria fenicia de notas numéricas de profesionales que lanza a la comunidad, con esta misma noción individual e individualista, a los efectos de ratificar, en letras doradas y sobre mármol, el principio de la competitividad y el reconocimiento al mérito.
  Tal como lo demostró el actual Presidente. La elección primero se gana a fuerza de la potencia individual. No sólo por una cuestión pragmática, sino más que nada ética. La sociedad demanda resultantes individuales antes que nociones colectivas. Los partidos y las ideas, llegan después, sobre todo en distritos dónde lo político debe resolver primero lo urgente y más luego lo importante.    Centro Desiderio Sosa. 
https://desideriososa.wordpress.com

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