Domingo 29 de Junio de 2025

Hoy es Domingo 29 de Junio de 2025 y son las 22:09 - Encuentro en el Ministerio de Justicia de la Nación. / La intendente Claudia Panzardi fue recibida por el gobernador Zdero y lo invitó a los festejos por el aniversario de Laguna Blanca / De los "puteros" del PSOE de Sánchez y de cómo se nos corre la democracia. / Una Vicegobernación para el Futuro de Corrientes. Una nueva generación / Zdero firmó una reducción del 30% en los viáticos para empleados públicos: rige desde hoy / Caso Cecilia: tres imputados buscan un juicio abreviado y reconocen haber encubierto el femicidio / Cristina Kirchner reapareció con un mensaje desde su prisión domiciliaria y el kirchnerismo marchó a Plaza de Mayo / Gran Resistencia: la inflación fue del 2,5% en mayo y subió el costo de vida familiar / Ataque masivo de Irán a Israel: al menos 78 muertos y más de 300 heridos / Capitanich tras la cumbre del PJ: ?Tenemos una estrategia para defender a Cristina en todo el país? / Cristina Kirchner condenada: la Corte ratificó la pena y quedó inhabilitada para cargos públicos / Salud privada en conflicto: gremios activan asambleas por el freno a las paritarias y podrían ir al paro / Cae banda narco internacional y red de robo de criptomonedas: dos investigaciones clave de la Policía del Chaco / El PJ chaqueño se pronuncia ante el inminente fallo de la Corte sobre Cristina Fernández / Lo mal que estará la justicia para que CFK apalanque en ello su relanzamiento político. / Probemos con un filósofo. / Al sistema se lo socava desde adentro, cómo a los castillos de arena. / Hace tiempo lo advertimos "La comunicación en el judicial, falla". / El sorteo como principio democrático y la necesidad de su institucionalización. / Se presentó en sociedad "La causa Argentina" /

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El imperativo categórico de la obediencia mediática

Por lo general, siempre es más elegante o políticamente correcto, afirmar que se garantizan espacios y tiempo para la significación en la política de los aspectos conceptuales o de pensamiento profundo, sin embargo, en el fragor de lo acontecido, ante lo que podría denominarse “La cuestión Kantiana”, el poder se expresa, se desarrolla, o se representa ante su propia representatividad, de la forma más autoritaria y primitiva, como imagen, como instantánea, como pausa eterna ante un debate televisado que soslaya la emisión de órdenes continuas (sean estas frases de efecto, marketineras, prestablecidas o premoldeadas por consultores o publicistas) a costa de la nulidad o el desinterés por el pensamiento o criterio que tenga en sí misma como significación de lo público, como el espacio complejo y contradictorio que es en sí mismo, y en donde por temor, a reconocer tal ámbito, como hostil, para la venta o la promesa de certezas, que siempre serán vanas (como todas las certezas, pese a que por definición las busquemos o en su no encuentro las inventemos, por nuestras limitaciones) prevalece el otro, como un sínodo de no-diálogo, de la oclusión del intercambio de ideas, mucho menos el debate, como su interacción dialógica, sino tan sólo como la exhibición de quién tenga en esa circunstancialidad más poder, sea por acertarle a un título de un libro de un filosofo como muestra de una tómbola intelectual en el que caen quiénes solo se ofertan para administrar superficialidades.

El tema es el conchabo.

Muchos hombres de acción política (que la ejercen, que la leen, que la comentan o que la desean), equivocadamente, piensan y sienten que los cuestionamientos del pensar, son dardos teledirigidos hacia sus cabezas, y con el manejo, mediático y sobre supuestas usinas intelectuales, quieren dejar en evidencia, que el pensamiento crítico es sólo la jactancia de las minorías, el inconformismos de infantes sociales, que tendrían que agarrar una pala para no pensar, dado que esta actividad no generaría, para sus conceptos, nada redituable, socialmente hablando. Que el acceso a lugares de la administración, sea del orden que fuere, sólo debe ser atendido en función de una suerte de algoritmo en donde el resultante sea revisto por palabras que sostengan lo constitucional de la idoneidad o lo políticamente correcto de la meritocracia (habría que ver desde donde se parte y con qué elementos se compite) no deja de ser un cuento, que bien podría ser Chino, pero es el más verosímil de los cuentos occidentales. El conchabo, el útero político-social que da a parir a los ciudadanos gobernantes, que los sitúa en el plano distintivo del funcionariado, sea administrativo como representativo, siempre debe ser selecto, reducido, agonal en su definición (todo lo otro o los otros que bajo argucias técnicas refieren que todos tienen que acceder a, que el estado no es un botín de guerra o que esconden sus intenciones políticas y hacen informes a medida), ir en contra de esto, es como no aceptar la ley de la gravedad. Sin embargo, el pensar que las reglas del “econchabamiento” o de cómo se enconchaba no puede ser mejorada, es como mínimo tozudo y poco inteligente. A esto, a perfeccionar estas reglas no escritas, pero sagradas, es lo que se debe dedicar la clase política que pretenda seguir permaneciendo en la cresta de quiénes determinan los que están dentro del exoesqueleto del molusco (llamado concha) que los protege del afuera o de la presencia del estado en sus vidas.