¿Qué tenemos para celebrar en un nuevo día mundial de la filosofía?
Y allí, aparece tu silencio, tu indiferencia, tus excusas, para no dar cuenta que la filosofía es la manera en el mundo que tenemos para huir, para escapar a nuestras limitaciones, para fugar a la opresión que descalabra cuando el sentido apenas es un hueco ruido de palabras. El resplandor más allá de la clausura, es cada tanto el salirnos de la presente vida que indefectiblemente concluirá sin que nos demos cuenta de ello.
Tener en el almanaque, cómo si este fuese testimonio del tiempo, un jueves en cada año, para que el reino de lo procedimental, suscriba una suerte de conmemoración o festejo de la filosofía, es tanto como el carcelero se declare un fundamentalista de la libertad.
En tales imágenes, contrastadas, alejadas o abismales, habitamos, de manera, o bajo la proclama de lo hablado, de la forma que podemos.
Y sí tu silencio es la vía de tu manifestación, también lo escucharemos. Por más que pueda indicarnos que no existe día, celebración ni filosofía.
En el averno de los tiempos del nuevo realismo virtuo-procedimental.
Por Francisco Tomás González Cabañas.
Director de la escuela correntina de pensamiento.
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