27 de octubre de 2023

¿Qué votamos el 19 de noviembre?

Es la pregunta casi obligada que nos hacemos si analizamos el escenario que se está dando en la Argentina, después de la votación del 22 de octubre. Y lo que parecía una elección con un resultado y un posterior ballotage se transformó en un ensamble y superposición de imágenes, ideas, explicaciones, rupturas, enojos, etcétera etcétera, dejando a las claras que quienes tienen la obligación de gobernar, dirigir, contener, tranquilizar, porque fueron elegidos para ello, están concentrados en una discusión diferente a la de la sociedad.

Entonces que votamos el 19 de noviembre, un presidente que gobierne para todos los argentinos, o simplemente una persona con aspiraciones de poder, poder entendido para ejercerlo en pos de intereses diferentes a los intereses sociales, indefectiblemente debemos pensar en ello, en virtud de cómo se está dando el escenario. 
Como sociedad, uno pide ideas, mesura, templanza, tranquilidad, nada de eso ocurre, hoy es tanta la información que desinforma, mientras tanto el ciudadano de a pie, sigue padeciendo día a  día, todos los problemas que se presentan desde hace años sin solución, inflación con aumentos desmedidos, pobreza incrementada, falta de seguridad, falta de justicia, educación precaria, salud en crisis y la lista sigue. 
Vuelvo que se elige el 19 de noviembre, la continuidad de un modelo, un cambio, más de lo mismo, esperanza, o simplemente se nos exige ratificar el deseo individual y egoísta de quienes en nombre de la sociedad se presentan como los salvadores de un país, que hace años se desangra por la ineptitud y la inoperancia de los mismos. 
Las caras se repiten, de un lado y del otro, los nombres se repitan, las promesas se repiten, las alianzas se repiten, las peleas se repiten, los medios operan como siempre, y del otro lado la sociedad empobrecida sigue su vida tratando de subsistir, no de entender, porque no se puede entender lo inentendible, lo que no tiene razón, la disputa está dada por intereses personales –partidarios, claro síntoma de una sociedad enferma.
Se olvidan o mejor dicho nos olvidamos, que quienes nos gobiernan  son elegidos por nosotros los ciudadanos a través del voto, para que nos representen de la mejor manera, y que por lo tanto están al servicio de la sociedad, no al servicio de sus intereses. Deben  transmitir tranquilidad, no sus miserias internas partidarias o aliancistas, no nos interesan, no suma absolutamente nada al escenario que se avecina, sólo desconcierto y preocupación.
Por ello es fundamental que como sociedad podamos abstraernos y pensar con tranquilidad que elegimos el próximo 19 de noviembre, una pregunta que parece fácil pero que en la misma encierra su propia trampa.

 

Por Viviana Verón. (Periodista-abogada). 


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