22 de marzo de 2022

Una historia de la literatura universal femenina y gratuita

Alejandra Pizarnik:

"Y si leo, si compro libros y los devoro, no es por un placer intelectual —yo no tengo placeres, sólo tengo hambre y sed— ni por un deseo de conocimientos sino por una astucia inconsciente que recién ahora descubro: coleccionar palabras, prenderlas en mí como si ellas fueran harapos y yo un clavo, dejarlas en mi inconsciente, como quien no quiere la cosa, y despertar, en la mañana espantosa, para encontrar a mi lado un poema ya hecho“.

 

Este  libro/documento es una prolongación del proyecto que llevó a cabo no  hace mucho Lola Cabrera Trigo en la forma de una Historia de la  Filosofía Inclusiva vista en sus propios textos tal como  puede encontrarse en la siguiente dirección (que, al permanecer abierta  y disponible, espero que siga viva y activa recibiendo visitas y  correcciones y aportaciones de todas y todos):

          https://drive.google.com/drive/folders/1k2cqfGO-l7a3bhaqjdVcDkNltAShN2WX  

          Lo que allí fue simplemente un acto de justicia con respecto a las  mujeres que han formado parte del pensamiento occidental pero que habían  sido  apisonadas y silenciadas por el mayor ascendiente de sus correlatos  masculinos, blancos, europeos y muertos halla aquí todavía un mayor peso  y una más considerable razón de ser, tal como yo lo veo, puesto que el  papel desempeñado por las eruditas y literatas  en nuestra tradición es mucho mayor, en cantidad y quizá en calidad,  que el de las filósofas o pensadoras. La poesía, la narrativa o el  ensayo son sin duda mucho más accesibles que la especulación filosófica,  tanto por la parte que toca al interés mundano  del público lector como por la parte que involucra la elaboración de la  autora o autor, ya que describir el mundo o los propios sentimientos no  requiere de intensas y concienzudas lecturas, sino que en principio  basta con observar, meditar y lanzarse a reformular  la realidad. Además, existe una cierta costumbre del feminismo no  expresa ni enunciada manifiestamente que nos ha presentado desde hace al  menos sesenta años la crítica acerca de la condición y reivindicaciones  de la mujer después y antecedida por un repaso  y análisis de las obras literarias que la muestran, desde Simone de  Beauvoir hasta Martha Nussbaum, pasando, sin ir más lejos, por la obra  inicial y revulsiva de Kate Millet, en 1969. 
            De manera que la  Literatura pudiera ser, tal vez, más íntima y entrañada a los estudios  feministas que la Filosofía, y por ello me parece aquí doblemente  importante exponer la contribución de la mujer de  cualquier tiempo y lugar al bagaje imaginativo, estilístico y verbal  del acervo universal. De ahí que en estas páginas se haya tratado de  hacer una rápida crónica de la evolución de las letras en la vastedad  del mundo desde los primeros albores de la escritura  en diferentes civilizaciones para después tratar de exhibir una muestra  cronológica del amplio abanico de la aportación literaria femenina en  todas las naciones o culturas y en todas las épocas de las que  conservamos algún testimonio fiable. No obstante, como  decía Fernando Savater en su prólogo a Política para Amador, de modo semejante a como no hubo jamás por parte del filósofo una continuación de sus bestsellers en la forma de una Metafísica para Amador o una Psicología para Amador,  tampoco nos proponemos ni Lola ni yo embarcarnos machaconamente en  sucesivos textos alternativos acerca de otras materias o áreas del  saber. Bien está lo que bien acaba, y entendemos que con  la Filosofía y la Literatura se da una idea cabal y suficiente de lo  que podría ser una ampliación de los currícula de Secundaria, Bachillerato y hasta universitarios que  tuviese en cuenta la intervención de las mujeres en la forja de una  cultura común. Quede, pues, para otros más dotados realizar, entre otras  posibilidades, una Historia de la Antropología  inclusiva en sus textos o una Historia de la Ciencia así mismo  inclusiva y documentada, dos empresas que serían, por cierto,  perfectamente viables y apasionantes. 
            Así que en este  libro, igual que en el anterior, no se intenta hacer una nueva Historia  de la Literatura (lo cual sería una tentativa francamente heroica o más  bien ridícula), sino de completar la existente  y aportar una base con la que empezar a poner a nuestra cultura escrita  “ante el tribunal de sí misma”, a fin de iniciar a partir de ahora un  modelo sin exclusiones que determine hasta qué punto las historias  oficiales de la Literatura podrían haber sido distintas  en caso de poner un mayor énfasis en la aportación real y efectiva de  las mujeres. Sirva, pues, el siguiente trabajo para aquellas o aquellos  que gusten de estar informados de la verdadera envergadura del pasado y  del presente del mundo de las letras, o para  quien se proponga impartir la asignatura de Historia de la Literatura  Universal en Bachillerato, o para quien, porfiadamente, desee evaluar la  medida de la supresión que el patriarcado ha realizado y realiza del  pensamiento literario femenino, o bien, sin  más, para el lector inquieto de Humanidades, en el espíritu de la  asociación Filosofía en la calle, cuya curiosidad no entiende de géneros  ni prejuzga la calidad de lo que lee a partir de ellos. Hay muchos  libros, hay muchas formas de sensibilidad literaria,  pero todos y todas bien pudieran estar en este... 

 

 

(El enlace, en la sección Colaboraciones, es: 

 

https://drive.google.com/drive/folders/1buFoVl7YWaLiA8vUD9KdXNpDrseYnle3) 
 

 


Comentarios »
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!
Escribir un comentario »