30 de noviembre de 2020

Explicando a Maradona : la imagen del escorpión

Los escorpiones brillan bajo la luz ultravioleta, con lo que pueden localizarse fácilmente en la oscuridad aún después de muertos. ¿Será Maradona un escorpión? Un poderoso atractivo que inmoviliza y seduce. Amado u odiado, nunca ignorado, así seguirá siendo “el Diego”.

Por María Elina Serrano

Para explicar a Maradona hay que hablar con “el” y “la”. El Diego y La Claudia. Usar el  “Don” y “Doña” en señal de respeto: doña Tota (que se llamaba Dalma) y don Diego. En muchas provincias se habla de esta manera. No imaginamos a Messi hablando así, verdad?

Estas sencillas palabras expresan un punto de partida, un lugar inicial para su relación con las personas dentro y fuera del futbol en la Argentina y por qué no, con los fans del futbol de todo el mundo, especialmente en los sectores populares.

 

El veneno del escorpión se utiliza para combatir enfermedades mundiales

Nadie puede discutir que Maradona fue un gran futbolista, sin duda el mejor de los últimos años del siglo XX. Basta buscar en la web y encontrar un detalle larguísimo de los clubes en los que jugó, de aquellos que dirigió y acompañó, como su presencia en los Mundiales con la Selección Argentina en el Mundial Juvenil en Japón (1979) hasta el triste final en Estados Unidos (1994).

Después de eso, al iniciar su carrera como técnico nos llenaba otra vez de esperanza, pero el banco y la pizarra no fueron el mejor lugar para mostrar su capacidad.

El éxito deportivo no es simple de explicar. Es la mezcla de muchas cosas, factores fisiológicos, técnicos y también emocionales. Es lo que hace la diferencia entre un gran jugador y uno espectacular, irrepetible. Pero el éxito no es estable. Puede decaer, y también puede consolidarse y crecer. Algunos deportistas no fueron brillantes de jóvenes y lograron el triunfo gracias al crecimiento emocional y a la estabilidad psicológica.

Antídoto para la tristeza, Maradona supo que era una estrella desde muy temprano. Conocedor de un pueblo humilde, tuvo la responsabilidad y el don de crear con su cuerpo, el triunfo o la tragedia de un país, que tiene en el futbol su máxima expresión deportiva.

Intentó vivir con eso de la mejor forma que pudo, y fue víctima de sus triunfos, de su propia naturaleza, y de la exposición mediática.

Se recordará también su ideología política: los enemigos de las causas populares no dejarán de mencionarlo, profundamente peronista, militante de los ideales por una sociedad más justa. Quería para los demás, lo que el no tuvo. En ese proceso, como muchas personas con nuevas oportunidades, se desvió del camino seguro y confortable. Sin embargo, su vínculo con el sentir popular nunca decayó.

 

El escorpión es noctámbulo y vigila a su presa antes de capturarla

La noche fue su debilidad, la oportunidad de mostrar su éxito en un mundo socialmente diferente.

Dicen que los años nos estabilizan. Todo se dio a la inversa con Diego. Cuanto más crecía, más vulnerable se volvía hacia las presiones y la inestabilidad de un entorno que usaba y abusaba de su posición privilegiada. Millones de fans de todo el mundo seguíamos resaltando sus logros, las alegrías que nos dio y disimulando (o tratando de ocultar) las veces que como niño mimado nos hacía pasar vergüenza con sus actitudes o sus expresiones.

El amor incondicional es lo que los millenials no pueden entender. Les resulta incomprensible que, a la hora de hablar de Diego, se omitan los episodios harto conocidos de los últimos años, vinculados a las adicciones diversas, los episodios de maltrato a su pareja, o a jugadores, periodistas y dirigentes del mundo del futbol. También podemos reprocharle las dificultades de sus hijos para ser reconocidos, ya que aún hay varias causas en espera. Después de negarlos públicamente y resistirse a pruebas genéticas, una vez que los reconoció los tuvo muy cerca a todos. ¿Cuál era entonces su verdadera naturaleza?

Hubiésemos querido que fuera impecable, mesurado, razonable, políticamente correcto. Que esas habilidades enormes que lo hicieron único se hubieran extendido hacia el mundo de su vida privada. Que su calidad humana hubiera sido destacable siempre, porque no nos alcanza con que “el Diego” haya sido solidario, generoso, y por sobre todas las cosas ultra sincero.

 

El escorpión puede sobrevivir sin alimento más de 6 meses

Adicto a los excesos, era “perdonado” una y otra vez por su público, que nunca borró de la memoria las alegrías que le dió. ¿Acaso no nos acordamos todos, donde estábamos o con quien vimos el partido contra los ingleses? ¿Y la final del mundial del 90? Quien no se acuerda es porque era demasiado pequeño o no había nacido aún…

El Diego sobrevivió mucho tiempo a las dolencias del cuerpo y el alma. Ahora sabemos que no quiso esquivar la muerte. Más allá de sus desintoxicaciones y cirugías para control de peso, no logró estabilizar su salud ni controlar sus hábitos, a pesar del daño visible que sufría.

Quien movilizó multitudes murió solo, un contrasentido.

Fue la prueba viviente que el amor incondicional  no nos hace mejores personas.

 

Un escorpiano con todas las letras

Pero la forma más sencilla de  explicar a Maradona, es repasar las características del octavo signo del zodíaco:

Apasionado e irresistible, representa el poder de la regeneración y el cambio.

Posee un magnetismo inigualable, un gran poder de seducción.

Cortés y tenaz, se emociona con facilidad, posee un gran corazón y se juega por lo que quiere. Haga lo que haga, necesita involucrarse por completo.

No le tiene miedo a los cambios. Se desilusiona fácilmente pero jamás se conforma con poco. 

Para ser feliz, debe dejar atrás su tendencia a los extremos, los celos y la posesividad, pues esto le impide disfrutar de relaciones armoniosas.

Está dispuesto a empezar de cero las veces que sea necesario con tal de alcanzar aquella profundidad que para él, es la clave de la vida.

 

Cualquier parecido, es solo una coincidencia.


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