19 de agosto de 2020

La justicia en el centro de la escena.

Desde hace cinco meses comenzamos a transitar por una nueva forma de vida, distinta, diferente a la conocida por todos, apareció en escena como un torbellino la pandemia COVID 19, y esto provocó desconocimiento, desconcierto y nuevas formas de manejarnos socialmente, un virus a nivel mundial nos envolvió. Esta situación ocasionó la toma de medidas urgentes por parte del gobierno nacional, a través de los distintos decretos de necesidad y urgencia, el aislamiento social, preventivo y obligatorio, y la determinación de actividades esenciales y no esenciales. En este marco el Poder Judicial acató y la Corte Suprema de Justicia de la Nación a través de Acordadas determinó feria extraordinaria en todo el territorio nacional.

Esto es, el Poder Judicial a través de su máximo órgano la Corte Suprema de Justicia de la Nación determinó que no era un servicio esencial, y solo funcionó a través de la “habilitación de feria “ en casos específicos y puntuales. Asi continuó durante varios meses, dejando a la sociedad sin uno de los Poderes Esenciales de todo estado de derecho. Recién el 27 de julio del corriente año por Acordada 31/20 la Corte determinó el levantamiento de la Feria Judicial Extraordinaria.  

En este contexto el presidente de la Nación Alberto Fernández anunció la reforma judicial,  el proyecto de ley de Organización y Competencia de la Justicia Federal que fue girado a  la Cámara de Senadores de la Nación para su tratamiento, habiendo finalizado  las audiencias públicas en las comisiones de Asuntos Constitucionales y Justicia y Asuntos Penales del Senado, con la participación de especialistas en la materia, con la expectativa de firmar el dictamen correspondiente y que sea tratado el jueves 27 de agosto en el recinto.

Con esta celeridad se planteó  y se lleva a cabo la reforma judicial , voces de todos los sectores y partidos opositores se levantan en contra, hasta la última marcha del 17A convocada por redes, llevaba dentro de sus reclamos el “no a la reforma judicial” entre otros. Ahora bien con todas las problemáticas que vive nuestro país, en vuelta aún en esta pandemia,   sean sociales, económica, de seguridad y la lista sigue, se torna necesaria esta reforma que se plantea.

Todos coincidimos que la justicia no funciona como debería, que es lenta, obsoleta en su funcionamiento, que quedó al descubierto en esta pandemia. Que la justicia federal no es la única que necesita cambios o modificaciones. Que deberían efectuarse modificaciones profundas en toda la justicia, para que de una vez por todas cumpla con su objetivo.  Para lo cual debería haber un debate profundo de todos los sectores, la sociedad así lo exige  y debería ser escuchada. Se gobierna para el pueblo.

Tal  vez no sea el tiempo, hay muchas cuestiones que el gobierno debe resolver antes, como dar fin al virus, como salir económicamente de la mejor manera, como frenar la pobreza, la desesperanza, la tristeza, el desanimo, la falta de trabajo, de seguridad y un sinfín de problemas que aquejan a nuestra sociedad. Para ello necesita escuchar, estar atentos a las necesidades, a los reclamos, a los gritos verdaderos, de lo contrario todo será en vano y seguiremos viviendo en una sociedad de injusticias a pesar de las reformas judiciales que se hagan. 

Viviana Verón, abogada y periodista.


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