29 de julio de 2020

“Conversatorio” con el filósofo José Luis Villacañas Berlanga.

Eximio catedrático de la Complutense de Madrid (director del departamento de historia de la filosofía, estética y teoría del conocimiento), director de la biblioteca Saavedra Fajardo de pensamiento político hispánico, director de las revistas Res publica y Anales del seminario de historia de la filosofía y presidente de numerosas sociedades académicas, es autor de ensayos filosóficos, políticos, de libros de historia y de novelas próximas a llegar en total a media centena de publicaciones (“Imperiofilia” una de sus más recientes, causó gran polémica pública). Mantendrá este jueves 30 de julio, a las 13 horas Argentina (18 horas de España) un conversatorio con Francisco Tomás González Cabañas, de la escuela correntina de pensamiento, vía plataforma Zoom y replicado en el vivo del Facebook de la agencia comunas litoral.

En una de las tantas veces que fue consultado para que la política resulte más comprensible, el doctor José Luis Villacañas Berlganga sostuvo consideraciones como las siguientes: “Cuando se mata la inteligencia de un país, el proceso es irreversible; la siguiente generación será una generación desnortada…si el populismo quiere ser algo más que un muro de contención temporal tiene que estar en condiciones de canalizar la pasión política hacia el republicanismo…La teoría real es que la crisis política siempre es consecuencia, no causa. Por mucho que tengas un discurso radicalizado, si se vuelve a una zona de mayor tranquilidad social, eso no va a prender y vas a perder una oportunidad” (Octubre, 2016, publico.es) 

 

Precisamente la oportunidad para ser parte de esta undécima edición del conversatorio será este jueves 30 de julio, a las 13 horas de Argentina, a las 18 en el otro lado del Atlántico.

 

En la irrupción de las nuevas formas del quehacer social y comunicacional que impone la restricción sanitaria (cómo único remedio o vacuna hasta ahora), la denominación de “conversatorio” como neologismo, va más allá de una denominación.  Impelidos por la misma, construimos la iniciativa de ir más allá de la entrevista clásica, el modelo del diálogo mediante conjeturas, como propuesta coordinada por el ensayista Francisco Tomás González Cabañas, de la escuela correntina de pensamiento, inicia su segunda grilla de invitados para tertulias que hacen hincapié en la política, el poder y la democracia. 

 

La experiencia del conversatorio, al estilo que propone Francisco Tomás González Cabañas, se basa en dos conjeturas, disparadores del pensamiento, de un abordaje para proponerle esa mirada al otro, que comparte una sesión de zoom (con otros que pretendan compartir por esa vía) replicados en una sesión en vivo, por la red social “facebook” de la agencia comunas del litoral, y que terminará mediante la conjetura o propuesta que finalmente realiza el invitado.

 

 

Han asistido en un primer turno a esta experiencia que propone priorizar el diálogo por sobre la respuesta, la comunicación espontánea por sobre la edición o los instrumentos cuidados pero limitantes, los doctores en filosofía Daniel Stchigel, Alberto Buela, Juan Domingo Sánchez Stop, Miquel Seguró, la filósofa española Ana Lacalle Fernández, el politólogo Pablo Anzaldi, psicólogo mexicano Alejandro Segura Chávez y el politólogo Nicolás Cereijo. El conversatorio contó también con la destacada participación de hombres de la institucionalidad de Argentina, como la del embajador en Paraguay, el ingeniero Oscar Domingo Peppo y el presidente de la cámara de Diputados de la Provincia de Corrientes, Dr. Pedro Cassani, audición que registró en pocas horas, una reproducción que superó ampliamente el millar de visitas.  

 

 

   

¿Qué es la escuela Correntina de Pensamiento?

 

De acuerdo a sus integrantes lo definen como un rizoma horizontal que absorbe en su condición de tal, una cantidad inconmensurable de nutrientes intelectuales que escapan de dictados verticales. Es un lugar, indeterminado en un momento dado, en donde abrevan, se acendran prioridades políticas y sociales, que tienden a redefinir, reconfigurar algunas cuestiones instituidas que no vienen funcionando muy bien. La escuela correntina, nace en un lugar llamado Corrientes, que no casualmente, permite en su acepción ser una perspectiva de cómo entender la vida. Algo así cómo lo del principio Ubuntu, “yo soy porque nosotros somos” o el zapatista de tener un mundo en donde quepan todos los mundos, en definitiva es una corriente de pensamiento que niega la preponderancia de una por sobre otras y afirma la necesidad de que existan todas las corrientes posibles y que convivan, consensualmente. Lo único, raro, extraño, azaroso o inexplicable esta corriente, nace, caprichosamente, en una ciudad llamada Corrientes, que propone una “inseminación” de vocablos de lenguajes pre-colombinos introyectando la posibilidad de un mayor entendimeinto entre los pueblos y sus integrantes. 

 

Los conversatorios son ejercicios claves y esenciales a estos efectos, entendiendo el valor que pese a las restricciones sanitarias, mediante estos encuentros las palabras y los pensamientos, pueden cruzar océanos. 

 

 


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