Caso Huawei: “high tech war”, competencia estratégica, tensión geopolitica
Estas son algunas de las actuales modalidades de competencia estratégica entre grandes potencias, sin involucrar el uso directo de poder duro/militar, que bien podríamos considerar una guerra fría versión 2.0. Analizando los factores e intereses en juego no son sorprendentes los sucesos en pleno desarrollo durante los últimos meses, como lo son los avances del gobierno de EE.UU contra el gigante tecnológico chino Huawei. Desde la detención de la Directora de Finanzas, Meng Wanzhou hija del fundador de la compañía, hasta las acusaciones de espionaje, los boicots, restricciones y las presiones diplomáticas para anular los avances de Huawei en varios países.
- Huawei es el buque insignia, la punta de lanza del avance tecnológico chino. Esta embestida no es una casualidad. Si bien formalmente no tiene vínculos directos con el gobierno chino, Huawei tiene un rol destacado en el plan tecnológico estratégico chino “Made in China 2025”, debido a su desarrollo e implementación de las redes 5G, parte clave de este plan, que se estima estarán disponibles pronto.
El planteo estratégico es cambiar la matriz productiva china hacia una economía “High Tech”, de diseño e innovación, posicionar a China en el primer plano en los sectores tecnológicos de avanzada de la economía moderna (Inteligencia artificial, biotecnología, robótica, automatización, el internet de las cosas, telecomunicaciones, software, energías renovables, y el elementos que más nos interesa para este análisis el 5G). En Washington no se sienten cómodos por los avances chinos.
La consultora Eurasia sostiene que la instalación de las redes del 5G implicara unos de los mayores cambios en nuestra época comparando su aparición con grandes quiebres en la historia tecnológica como la electricidad. Algunos especialistas, sitios de internet y la prensa han acuñado el término momento “Sputnik” comparando el potencial impacto de la competencia por el desarrollo de las tecnologías del 5G con la carrera espacial en la guerra fría en su momento.
El 5G permitirá el uso de datos de la red más rápido, así como el uso difundido y coordinado a gran escala de tecnologías de avanzada como la inteligencia artificial, el internet de las cosas, ciudades inteligentes, la automatización, mejoras en salud y en el ámbito militar.
EE.UU ha presionado a varios de sus aliados (Australia, Nueva Zelanda, Alemania, Gran Bretaña, Canadá) para que bloqueen a los avances en servicios e inversiones de Huawei en sus países, a la vez que ha restringido la compra de productos y servicios de Huawei en suelo norteamericano.
Si bien es cierto que varios países podrían ceder a las presiones de Washington de “cercar” a Huawei y restringir sus servicios y productos, también lo es el hecho que muchos otros países, entre ellos especialmente los muchos que tienen a China como principal socio comercial, además de toda la pléyade de países emergentes y en vía de desarrollo son seducidos por las posibilidades económicas, y en este caso específico, tecnológicas que ofrece China y sus empresas. Lo que implicaría, una competencia a nivel mundial entre musculo diplomático norteamericano y dinero chino.
También en términos comerciales, el avance de Huawei hacia la cima de las compañías tecnológicas es notable, debido a sus métodos de producción y su modelo de negocios, habiendo superado, por ejemplo, a APPLE entre las compañías más grandes que venden dispositivos móviles quedando solo en un segundo lugar de Samsung.
¿Alguien se acuerda del libre comercio? ¿De la competencia? ¿Qué paso con eso? ¿O era solo un truco? Al aparecer en el juego económico mundial, EE.UU patea el tablero cuando pierde, y usa el músculo geopolitico, sin ningún problema, siguiendo la doctrina Groucho Marx: “estos son mis principios, pero si no les gustan tengo otros”.
Los temores sobre la tecnología de Huawei ocultan una lucha de poder, una disputa hegemónica por la tecnología. Hasta ahora las acusaciones de espionaje contra esta corporación, tal vez en un sentido teórico validas, pero incomprobables en los hechos, no son nada más que meras especulaciones.
Las acusaciones por parte de EE.UU contra Huawei y China, por medio de su discurso de “la amenaza de espionaje “le otorgan un sentido poco creíble, hipocrática, y marcado por un doble standard ¿Quiénes representan la amenaza? Es que es el mismo EE.UU que hoy “aconseja” a sus aliados y a otros países “protegerse” contra la “amenaza” del espionaje de Huawei, el mismo país que espió a sus propios aliados de forma alevosa si recordamos los casos que Assange y Snowden sacaron a luz.
Podemos destacar también de forma reciente el escándalo de Cambridge Analytica, donde se evidenció las relaciones non sanctas y profanas entre las grandes corporaciones tecnológicas “independientes” como Facebook y Google y el poder político en occidentes.
Conclusiones:
La competencia tecnológica es otro tablero más de este nuevo Gran Juego del siglo XXI multinivel y multidimensional, donde los grandes actores mueven sus piezas. El 5G es el foco de una carrera global para dominar la próxima ola de desarrollo tecnológico, una carrera que muchos decisores en EE. UU temen estar perdiendo, lo que explican sus acciones agresivas.
La competencia estratégica por las tecnologías de avanzada como el 5G, y las innovaciones en la cuarta revolución industrial, marcara el “podio” de las grandes potencias del siglo XXI. La guerra fría tecnológica entre las dos economías y potencias más grandes del mundo no muestra signos disminuir, así como tampoco su competencia estratégica.
¿Quién ganara esta partida en el tablero? La paciencia/precaución y previsión del juego del Go, o las apuestas fuertes y “bluffs” del póker. El tablero geoestratégico ya está desplegado, los jugadores ya tienen sus cartas en mano y han movido sus fichas. Ya veremos…
Por Juan Martín González Cabañas.
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