20 de marzo de 2019

Lo escuché en una charla de café

Si mis falsificaciones se vieran tan mal como los documentos de la CBS, habría sido Atrápame en dos días. Frank Abagnale Jr.

Apenas veinticuatro horas pasaron desde que Carlos Rosenkrantz, Presidente de la Corte Suprema de Justicia de la Nación, inauguró “el año judicial” como si fuera el puntapié inicial de un torneo de fútbol, de hockey o del campeonato mundial de taba. Son las tonterías consuetudinarias que los argentinos han de soportar día a día como cual hechizo.

En su discurso, el Juez Supremo habló de la desconfianza de la ciudadanía sobre el Poder Judicial, casualmente, lo dijo un magistrado que ingresó a la más alta magistratura del país por la ventana, desde la época de Mitre no se nombraba en la Corte Suprema un juez por decreto presidencial. Siquiera lo hizo Carlos Saúl Menem un despreocupado e impune presidente.

Al mismo tiempo, que desde la Corte Suprema se intenta bajar línea de comportamiento ético para los jueces, un tal Marcelo D´Alessio ocupa las primeras planas de los medios de comunicación por el escándalo de espionaje y extorsión. D´Alessio pasó de ser un abogado especialista en narcotráfico a supuesto agente de la DEA, estuvo en la administración de ENARSA y ahora, en algunos nichos del poder comunicacional se lo tilda con un hombre psiquiátrico, Marcelo D´Alessio sería una suerte de Frank Abagnale Jr. de cabotaje, barretón. Lo cierto es que el pedido que hiciera el Juez Federal Alejo Ramos Padillla que instruye la cause de espionaje que involucra al Fiscal Federal Carlos Stornelli como miembro de la banda, la Corte Suprema y con la firma de todos sus miembros hicieron lugar y aprobaron la asignación de recursos humanos que solicitó Ramos Padilla para encarar la complejidad de la causa D´Alessiogate

Dicen los que saben que el D´Alessiogate es una operación surgida del acuerdo que realizara el contador de la arquitecta egipcia con el Fiscal Federal Carlos Stornelli utilizando la herramienta del “arrepentido”. La causa se encontraba empantanada, la contabilidad de la expresidenta que dejara 30 % de pobres en su década ganada, fue codificada, por lo tanto, era necesario que sea decodificada y el único que puede hacerlo es quien codificó la información Don Victor Manzanares. Es como un remake de Lou Shumway, quien fuera el contador de Alphonse Al Capone y decodificó para la policía los libros contables de cara cortada que terminaría en prisión por evasión impositiva.

Para la mafia comunicacional que atiende en Capital Federal Carlos Stornelli seria la victima del plan macabro de Marcelo D´Alessio, pero el Fiscal Federal, por ejemplo, es intimo amigo de Rafael Di Zeo y cuando este tenía prohibida la entrada a las canchas de fútbol, compartían cumpleaños, agasajos, banquetes o panzadas, corrió champagne, vino y buena vida cuando era el jefe de seguridad de Boca Jr. y debía combatir a las mafias de la barra brava, sin contar su paso por el Ministerio de Seguridad del goberno de Daniel Scili donde los indices de penetración del narcotrafico se triplicaron. Stornelli no es la solución, no es el fiscal ejemplar que quieren vender es parte del problema.

 


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