19 de junio de 2018

Mandale tu CV a Valdés y proponete como Secretario de Energía.

Tras la renuncia del funcionario del área en cuestión, el que decidió de acuerdo a las versiones por una mejor oferta laboral, en otra provincia (nada muy diferente a lo que les viene sucediendo a ese millón de correntinos por fuera, que se hubieron de ir en una suerte de exilio económico), el propio gobernador expresó que busca reemplazante, a comienzos de su gestión señalábamos la propuesta de enriquecimiento democrático “gabinete ciudadano” que proponía precisamente una suerte de “banca de relevos”, independiente, profesionalizada o con vocación, pero lejos de la politiquería entendida como toma y daca por el conchabo, desde la cuál pudiera nutrirse un gobernante antes casos como el que acaban de ocurrir, que no ha sido ni será el primero ni el último, generando de paso, bajo este principio de “gabinete ciudadana” participación pública y elevación de la calidad democrática.

El gabinete ciudadano surge en referencia a la política Inglesa que tiene un bipartidismo muy fuerte en donde, la expresión política que no consagra el titular del ejecutivo, constituye en el parlamento un gabinete en las sombras, de repuesto, alterno, que a la par del gabinete real o formal, exhibe a la sociedad una suerte de realidad contra fáctica o de plan b. Esto genera una dinámica de competitividad positiva, a su vez, también que la ciudadanía sepa a ciencia cierta cómo se preparan sus políticos no solo para cuando están en el poder sino también para cuando tienen que ser opositores. Nosotros hemos dispuesto algunos cambios a esta idea, para que sea desde la ciudadanía la conformación del gabinete ciudadano, es decir, potenciando esa falta de que no existen parámetros claros acerca del porqué un gobernante designa a sus colaboradores, cayendo muchas veces en eufemismos mentirosos como equipos técnicos y demás, instamos a la ciudadanía que proponga su proyecto en el área en que se sienta de mayor utilidad, que se oferte, como servidor público para ejercer una función de estado, desde este concepto del servir a su comunidad, basándose en lo que puede aportar, generando para la corporación política, todo un ateneo desde donde podrá extraer hombres y mujeres, como ideas, propuestas y proyectos que abreven o que se aporten desde este gabinete ciudadano. En el caso que así no sea, se generará que los ministros u hombres de estado designados en el gobierno provincial o en los distintos municipios, tendrán que mostrar ante la ciudadanía sus credenciales, es decir esgrimir las razones por las que fueron elegidos y desde el primer día no sólo saber que tienen un contrapoder que los complementa, que los hará más competitivos, sino del cual se deben demostrar que son más aptos, funcionales y dinámicas para estar en donde están, caso contrario desde el gobernante hasta la sociedad civil, tendrán como contraejemplo al ministro o funcionario ciudadano que podrá oficiar de suplente o de recambio” explican con pasión a grandes rasgos la definición de lo que trata el gabinete ciudadano.

“Cuando elegimos a nuestros gobernantes no estamos firmando un cheque en blanco” afirman desde esta expresividad ciudadana, que se propone, como primer objetivo conceptual, el que lo democrático trascienda a lo electoral. “Los ejemplos son recientes y acuciantes, sucedió en Venezuela, está sucediendo en Cataluña y seguirá ocurriendo en cualquier aldea occidental que se precie de democrática, dejando como único valor del sistema político imperante a lo eleccionario: debemos comprender y asumir, que el votar es una condición necesaria, pero no suficiente para tener una democracia verdadera o real, para construir una comunidad democrática, debemos tener comportamientos democráticos o llevar a cabo prácticas democráticas. El gabinete ciudadano surge en referencia a la política Inglesa que tiene un bipartidismo muy fuerte en donde, la expresión política que no consagra el titular del ejecutivo, constituye en el parlamento un gabinete en las sombras, de repuesto, alterno, que a la par del gabinete real o formal, exhibe a la sociedad una suerte de realidad contra fáctica o de plan b. Esto genera una dinámica de competitividad positiva, a su vez, también que la ciudadanía sepa a ciencia cierta cómo se preparan sus políticos no solo para cuando están en el poder sino también para cuando tienen que ser opositores. Nosotros hemos dispuesto algunos cambios a esta idea, para que sea desde la ciudadanía la conformación del gabinete ciudadano, es decir, potenciando esa falta de que no existen parámetros claros acerca del porqué un gobernante designa a sus colaboradores, cayendo muchas veces en eufemismos mentirosos como equipos técnicos y demás, instamos a la ciudadanía que proponga su proyecto en el área en que se sienta de mayor utilidad, que se oferte, como servidor público para ejercer una función de estado, desde este concepto del servir a su comunidad, basándose en lo que puede aportar, generando para la corporación política, todo un ateneo desde donde podrá extraer hombres y mujeres, como ideas, propuestas y proyectos que abreven o que se aporten desde este gabinete ciudadano. En el caso que así no sea, se generará que los ministros u hombres de estado designados en el gobierno provincial o en los distintos municipios, tendrán que mostrar ante la ciudadanía sus credenciales, es decir esgrimir las razones por las que fueron elegidos y desde el primer día no sólo saber que tienen un contrapoder que los complementa, que los hará más competitivos, sino del cual se deben demostrar que son más aptos, funcionales y dinámicas para estar en donde están, caso contrario desde el gobernante hasta la sociedad civil, tendrán como contraejemplo al ministro o funcionario ciudadano que podrá oficiar de suplente o de recambio” explican con pasión a grandes rasgos la definición de lo que trata el gabinete ciudadano.

http://gabineteenlasombras.over-blog.com/

 


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