19 de abril de 2018

Los partidos políticos o un “38” en la sien de la democracia.

Todas las fuerzas políticas con representación parlamentaria, o sin ellas (sólo que las primeras parecen tener más valor, sobre todo para los miembros del ejecutivo) elegirán sus candidatos para las próximas elecciones, mediante sistemas, convocatorias que finalmente alejan a la ciudadanía de la posibilidad concreta y directa de elegir o participar. Tal como dice una frase granadina los partidos se transformaron en “paraíso cerrado para muchos, jardines abiertos para pocos”. Declaman en querer que participen en los mismos, pero al final del día, los que tienen mucha participación, judicializan la misma, esgrimiendo inconductas, prefieren echar antes que amnistiar y terminan sus actuaciones en el tribunal correspondiente. Los más noveles se nutren de número antes que de conceptos, y prefieren no hacer algo más allá de lo que señale el manual de márquetin de los tiempos que corren. La conformación del “test 38” para determinar la “democraticidad” de los partidos políticos correntinos.

La Constitución nacional, da la entidad de “pilares fundamentales” a los partidos políticos, de ellos surgen, quiénes luego son ungidos por el voto popular, eje vertebral de la democracia. Nada dice, ningún documento público, acerca de que hacer cuando estas estructuras se vacían de contenido y sólo quedan, facciones, comandadas por diversos individuos, que se quieren arrogar la representatividad de todo el espacio en detrimento de otros que quieren lo mismo. Para decirlo en buen romance, el gran problema surge desde mucho antes, cuando al cementerio arribaron, las ideologías, las discusiones por las ideas, los convencimientos y la dignidad. En la vía pública sólo quedan las cáscaras vacías, tal como las cigarras cuando mudaron de cuerpo, los escudos, las casas partidarias y un puñado de hombres y mujeres, que con más pasado que futuro, se abroquelan en su historia personal, para sentirse con derecho como para defenestrar a rivales que quieren lo mismo, quedarse con el manejo de la cáscara, sin siquiera importarles que  la esencia ya ha sido  enterrada (vendría a ser la relación de la gente con los representados). No es casualidad que todos los partidos, cortados por el mismo mal de las internas y carentes de proyectos y de propuestas a la ciudadanía, se paseen cíclicamente, por los programas políticos de radio y televisión y los mensajes siempre sean los mismos, cambiando los nombres, claro esta “Fulanito es traidor, desleal, corrupto, cucaracha o el epíteto que gusten declamar”.

Ninguna diferencia de pensamiento, de cómo hacer las cosas, en definitiva nada para lo cual fueron elegidos, quiénes alimentan sus bolsillos gracias al aporte de los contribuyentes, separa a uno y a otros en ninguno de los partidos, sólo es cuestión de quién maneja a quién, de conservar o aumentar los choferes, las secretarias para un encame, las becas para primos o los subsidios para amigos y cuñados.

Sí los que quieren ejercer un rol institucional, lo hacen desde la convicción y el compromiso ciudadano de mejorar la comunidad que piensan representar, deberían actuar en consecuencia, y eso es ni más ni menos, que al menos, tirar una idea, una frase, una propuesta, que exhiban algo más que esas sonrisas forzadas, que esos dientes afectados por el láser, que esas palabras cuidadas, sacadas de un libro de autoayuda, que no dejen ver ese cagazo que les hace temblar la pera para decir algo que no esté dentro de lo que creen que tiene que ser el libreto adecuado para agradar.

Desde el centro de estudios Desiderio Sosa, propiciador de la escuela correntina de pensamiento se labró el siguiente test 38 que indica el nivel de democracia que ejercen los partidos políticos:

Test 38 (Para determinar cuán democráticos son los partidos políticos).

En clara alusión al artículo constitucional (Argentino) numerado como 38 ( “Los partidos políticos son instituciones fundamentales del sistema democrático…”) en defensa irrestricta del orden democrático, y tal como la institución del índice democrático por nosotros antes planteado, constituimos el siguiente test, de cinco preguntas que remitiremos a todo y cada uno de los presidentes de partidos políticos que orbitan en nuestra geografía, a los efectos de determinar el grado de “democraticidad” de los mismos y consecuentemente el cumplimiento que hacen los mismos de su razón constitucional determinada por el artículo 38 de marras. 

1) ¿Cuántos principios, conceptuales, ideológicos o de ideas fuerza,  expresados en la carta orgánica de su partido, están afianzados en el conocimiento de sus integrantes, o del público en general?

  1. Ninguno B) Uno C) Más de uno

2) ¿De las últimas tres elecciones en las que participó el partido, en cuantas eligió a sus candidatos mediante elecciones internas o convención partidaria o reunión en donde por votación de más de diez personas al menos eligieran a los candidatos que ofreciera finalmente el partido a la sociedad?

  1. Ninguna B) Una C) Más de una

3) ¿Cuántas sedes partidarias (sedes físicas), actualmente abiertas y en funcionamiento cuenta en todo el ámbito geográfico-distrital en el que se desarrolla?

  1. Ninguna B) Una C) Más de una

 4) A lo largo del año, ¿Cuántos documentos públicos, remitió el partido como tal, respecto a una cuestión político-social que haya sido de dominio y preocupación pública?

  1. Ninguno B) Uno C) Más de uno

5)¿ En cuántas campañas electorales el partido presentó en tiempo y forma sus balances económicos-financieros, en tiempo y forma, sin haber sido pasible de sanciones, penalidades o infracciones por algún tipo de incumplimiento, de forma o de fondo con respecto a esto?

  1. Ninguna B) Una C) Más de una

 

El presente cuestionario deberá ser presentado ante todos y cada uno de los presidentes de partidos políticos, otorgando un plazo de cinco días hábiles para ser respondido. La no respuesta o entrega en el tiempo estipulado, será calificada como la muestra manifiesta de nula democraticidad del partido en cuestión. Los resultados deberán ser publicados en forma inmediata y de forma tal que todas aquellas personas que deseen tener acceso a los mismos lo hagan a título gratuito.

 

 

 

 

 

 

 


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