5 de febrero de 2018

El reloj de arena del Gobierno ya se dio vuelta.

La economía funciona por expectativas pero también por presente cotidiano, por "bolsillo" en términos de la calle, y ese presente se deteriora cada día más por el embate de tarifazos y aumentos continuos que hacen a una inflación con mucha vida propia. Por Esteban Concia.

Frente a esta situación las medidas por fuera de un gran mecanismo de construcción del discurso parecen siempre ahondar los problemas más que aminorarlos. 

Cambiemos buscó instalar la idea de una segunda ola amarrilla o una nueva hegemonía en el país, donde entre otras cosas se daba por  muerto al peronismo,  lo cierto es que las pasadas elecciones legislativas no hicieron otra cosa que confirmar que la Argentina es hoy más una tierra de disputas que de grandes acuerdos. 

Haciendo un ejercicio  imaginario de comportamiento electoral y volcando datos duros  en un gráfico de tortas veríamos que si sumamos los votos en blanco, nulos y los que no fueron a votar podemos decir que uno de cada tres voto positivamente por el Gobierno, lo que cual no es nada despreciable pero lejos de una hegemonía lo convierte en una importante minoría. 

Hilando más fino también podríamos decir desde un análisis mas cualitativo que ese voto positivo hacia al gobierno tampoco fue un cheque en blanco; por el contrario tiene fecha de vencimiento si la economía no levanta. 

Dicho esto, el Gobierno partió de un análisis diagnóstico equivocado, de pensar que ese resultado era la puerta para comenzar con reformas de corte fuertemente liberal; esto es destruccción de derechos y relaciones laborales ya instaladas en la cultura argentina, debilitamiento del sistema previsional y de seguridad social reduciendo su alcance e intensidad, habilitación de economias abiertas, apertura de importaciones en un mundo que cada dia se cierra más, toma de deuda, fuertes incrementos de tarifas y micro devaluaciones; un super combo con décitit gemelos.  

Esa mirada voluntarista del gobierno choco contra su diagnóstico errado y con sobre todo con una gran parte de la sociedad que a veces sin definirlo con el mismo nombre si tiene un sentido de cohesión e inclusión social, de movilidad social ascendente, de respeto por los derechos que le dice claramente no a esa posible Argentina estratificada de manera tal que el que tiene estará bien y mejor y que no tiene condenado. 

Cambiemos y su  larga lista de emisores crónicos hablan de una Argentina "corporativa" otros quizá hablan de que es un país con un fuerte recorrido en materia de derechos laborales y sociales, donde existe una fuerte aprobación  al valor de lo público como herramienta para igualar lo que el mercado desnivela.

Tienen entonces  hoy la dificultad de poder desandar esa trayectoria nacional a la par que la no levantada de la economía comienza a socavar sus bases de sustentación en sectores medios, profesionales y comerciantes. 

Es de destacar en ese sentido el estudio de Ricardo Ruovier denominado "Imagen del Gobierno, expectativas y opinión sobre cuestiones de coyuntura" en base a un trabajo de encuesta nacional realizado entre el 13 y el 20 de Enero.

Surgen datos muy interesantes, que describen esta nueva etapa en la relación sociedad/ gobierno, en principio que lo negativo ya se condolida sobre lo negativo, 55% a 42% en lo que hace a imagen de gestión. 

Por otro lado mientras que más un 70% opina que los aumentos de tarifas no generarán mejores servicios sólo un 26% considera que la economía mejorara marcando el termómetro de las expectativas y la confianza; finalmente otros estudios nacionales y regionales marcan niveles abrumadores de rechazo a la ley 27426 de "reforma previsional" y que se expresan también con la facilidad y voluntad con que miles se acercan a firmar proyecto para su derogación. 

Muchos indicadores de que el reloj de arena del gobierno ya se dio vuelta y las pérdidas no paran. Tiempo para que el peronismo reuna voluntad, audacia y ofensiva política para ser herramienta de todos esos argentinos que conforman el porcentaje de negación a las políticas del gobierno. 

El documento del Consejo del Partido Justicialista de la Provincia de Buenos Aires, elaborado el viernes 26 se titula "Es tiempo de Construir una Esperanza", nunca mejor expresado el momento; ahora es tiempo de mirar para adelante porque la provincia y el país puede ser mejor que este gris presente e incierto destino. 

 El autor es Lic. en Comunicación y Secretario PJ La Plata. 

 


Comentarios »
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!
Escribir un comentario »