21 de diciembre de 2017

Devolveremos el dinero de la pauta de Perugorría.

Cuando la justicie confirme el desfalco mediante el cual se libró la orden de detención para la ex Intendente de Perugorría, entregaremos al actual jefe comunal el total percibido, otorgado por la anterior administración, dado que sorprendidos en nuestra buena fe, hemos realizado un trabajo de difusión de actividades públicas, que evidentemente, tenía como trasfondo que otras acciones no se supieran o pasaran desapercibidas. Distinto es el caso, de otro Intendente de Corrientes, preso, de la localidad de Itatí, al que la justicia lo penaliza por un delito indirecto en relación a lo que era su desempeño como Intendente. No obstante, como podrá comprobar en nuestros archivos, tanto a Lesieux como a Terán, en las sendas entrevistas, le preguntamos a la primera acerca del proyecto de construcción de casas (antes del informe de la televisión porteña y de la denuncia de la diputada bonaerense) y al segundo acerca de cómo se combatía (en el caso de que le correspondiese en la función a un municipio) al narcotráfico. No esperamos que todos los que percibieron pauta o dinero de Perugorría, por servicios prestados la devuelvan, no corresponde, más sí como en nuestro caso se trabajó con honestidad intelectual, creemos sí que es un gesto simbólico. Lo que sí esperamos, y lo expresamos como deseo en estas navidades, es que ningún jefe comunal de Corrientes, tenga que verse envuelto en prácticas que transgredan la normativa vigente, por el futuro bien de ellos mismos y por el bien eterno de las instituciones y la democracia.

“Desear es simplemente otra cosa que no remite a tener algo. Desear es un estado, es una disposición que siempre está en movimiento, un impulso, una tensión, no para tener algo sino simplemente para ser alguien. Por esta razón no vivimos sino del deseo de vivir. Un autor español, Cervantes, creó el héroe Don Quijote. Don Quijote es aquel que le hace la guerra a los molinos de viento. Un deseo un poco loco, porque es infinito, nunca es algo frente a lo cual uno pueda decir: ya está, se terminó, lo conseguí”. (Luc Nancy, J. “El deseo”. Capital Intelectual. Pág 28. Buenos aires. 2017)

Refrendamos estas palabras, dado que más allá de resultados, parciales (dado que siempre lo son), interpretables (a razón de que siquiera existen los hechos sino interpretaciones de los mismos) como de la existencia misma o no de los números (abstracción de lo humano que no tiene otra traducción más que una operación aritmética, de la que se sospecha que sólo tiene como fin el desnudar el temor a lo desconocido) lo cierto es que seguiremos, con nuestro trabajo en la convicción de que haciéndolo, aportamos a tener una provincia mejor, acrecentando el valor y la calidad de las instituciones mediante las que se sostiene.

Podrán ser dos, como en este caso, o incluso más, pero jamás dejaremos de querer, de desear, que no sea ningún, funcionario público que en vez de ser paladines de las disposiciones en las que suscribimos nuestro contrato social, la socaven, la malversen, violándola y ultrajándola a todos y cada uno de los miembros de la comunidad de la que somos parte, al menos simbólicamente.

A la espera fervorosa que aquellos que mal obraron ante su comunidad, habiendo asumido el compromiso de conducirla por los buenos caminos, no solo tengan su penalidad, justa y ecuánime, que dimane de un poder judicial probo y en lo posible más democrático, sino que puedan arrepentirse o reconocer que hicieron las cosas mal y actuar en consecuencia.

El destino de las cosas no se juegan en lo que hace el otro, sino en lo que hacemos nosotros en relación a lo que deseamos y por sobre todo, en como traducimos ese deseo para obtener algo parecido que nos sacie pero que no nos deje llenos a la vez, sin que por este perjudiquemos a nadie y en lo posible favorezcamos a todos.

Finalmente, y tal como venimos trabajando desde hace tiempo con otros medios colegas, bajo proyectos presentados en el legislativo y en conversaciones con diferentes hombres de poder, creemos que todo esto podría volverse más claro, transparente y edificador, evitando situaciones poco claras o espurias, si contásemos con una ley de distribución de pauta publicitaria oficial. Creemos que quienes trabajamos desde la honestidad intelectual tenemos el derecho a percibirla y la propia Corte suprema de justicia de la Nación, cree que sin la misma no puede ser cierta la libertad de expresión, imprescindible en un estado de derecho que se sostiene en principios democráticos.

Comunas del Litoral.


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